Transición energética

La preocupación de la AIE sobre el hidrógeno verde: costes muy altos, dudas técnicas e inversiones limitadas

La Agencia Internacional de la Energía reconoce "áreas de preocupación" en la ambiciosa apuesta por este vector renovable: "Los gobiernos deben tomarse en serio el riesgo de un desajuste de oferta y demanda".

La fuerte apuesta política por el hidrógeno verde como pilar de la descarbonización de las economías que están haciendo los gobiernos no se condice con los reparos que, desde hace tiempo, plantean muchos científicos, profesionales y académicos sobre la factibilidad de la inmensa escala proyectada. 

Las dudas sobre el futuro de este vector renovable empiezan, de a poco, a permear también a nivel institucional. En su último informe sobre el tema, la Agencia Internacional de la Energía reconoce "áreas de preocupación" a pesar de las "señales positivas generales" que entregan hoy el poder político y el mercado.

La investigación de la AIE, recientemente publicada, se titula "Patentes de hidrógeno para un futuro de energía limpia. Un análisis de tendencias globales de innovación a lo largo de las cadenas de valor del hidrógeno". 

El organismo que preside Dr. Fatih Birol justifica la elaboración del estudio por las inquietudes de "gobiernos y empresas". "Muchos se preguntan si la innovación para las tecnologías del hidrógeno es adecuada, qué partes de la cadena de valor están progresando o rezagándose más y en qué dirección deberían centrar sus esfuerzos de innovación", introduce el trabajo.

Tras una primera parte en la que se traza un estado de situación de las patentes -lideradas por Europa y Japón y EE. UU- y de los sectores económicos que más están apostando por el hidrógeno sin emisiones (las automotrices y la metalúrgica), el informe plantea "riesgos" y "preocupaciones".

La UE financiará a las grandes eléctricas españolas para fabricar electrolizadores, pieza clave del hidrógeno verde

La AIE reconoce que "la dependencia de las tecnologías del hidrógeno en una cadena de valor técnica compleja significa que el uso generalizado de hidrógeno de bajas emisiones solo procederá tan rápido como el eslabón más débil de la cadena". 

Si el hidrógeno de bajas emisiones se vuelve más competitivo como vector de energía, se espera que las regiones con costos de producción potencialmente bajos (como América Latina, Medio Oriente o África) puedan abastecer de manera rentable a usuarios distantes (Europa)

"El énfasis de los innovadores en la producción de hidrógeno es muy bienvenido. Pero se necesitan mejoras de costos y rendimiento en áreas como la síntesis de combustibles a base de hidrógeno y las aplicaciones de uso final. Si bien las reducciones de costos en estas áreas se anticipan ampliamente en los modelos económicos de los analistas del futuro sistema energético, los datos de patentes sugieren que los inventores aún no están incentivados para hacerlos realidad", subraya el estudio.

 Y agrega en modo de advertencia: "Las inversiones en el despliegue de estas tecnologías dependen de que haya compradores dispuestos a comprar hidrógeno de bajas emisiones, lo que a su vez depende de la existencia de tecnologías de transformación y uso final apropiadas y competitivas. A menos que los llamados combustibles a base de hidrógeno "directos" estén disponibles en el mercado, o que las tecnologías para cambiar el hidrógeno a base de combustibles fósiles sean ampliamente accesibles para los consumidores y las empresas de todo el mundo, la inversión será limitada.

Alemania se suma al corredor H2Med e infla la burbuja europea del hidrógeno verde

Ante este panorama, la AIE sostiene que "los gobiernos deberían tomarse en serio el riesgo de un desajuste en la oferta y la demanda". A juicio de la agencia, el poder político juega un "papel clave en el establecimiento de la agenda de investigación y la adopción de políticas que incentiven al sector privado a invertir en innovación". 

Alemania formará parte del corredor H2Med, tubería que transportará hidrógeno verde desde el sur al centro de Europa.

Por lo tanto, explica el documento, los gobiernos deben "enviar señales sobre la necesidad de hacer la transición a combustibles más limpios a las empresas para estimular los esfuerzos tecnológicos": "Estas señales pueden basarse en la regulación, los incentivos del mercado o las transferencias financieras, junto con el apoyo a proyectos innovadores".

La consolidación de la cadena de valor -almacenamiento, distribución y transformación- es otra de las preocupaciones de la AIE. Se explica que el hidrógeno es el elemento más ligero y pequeño, y también altamente inflamable. Por lo tanto, "necesita equipos especializados para contenerlo y moverlo y sistemas rentables para almacenar y transportar hidrógeno entre el lugar donde se produce y el lugar donde se consume".

Moncloa insiste con el hidrógeno verde, pero los expertos advierten: "Estamos ante otro experimento energético fallido" 

"La infraestructura estandarizada para el comercio de hidrógeno es esencial para un mercado que pueda optimizar la ubicación y el momento de la oferta y la demanda al menor costo. La innovación en esta categoría de tecnología tiene como objetivo ayudara enfrentar los desafíos de almacenar, mover y entregar la energía en hidrógeno. Es esencial que se logre un rápido progreso en estas áreas porque la incertidumbre sobre qué medios de almacenamiento y transporte se volverán dominantes es un riesgo importante que enfrentan los inversores y los gobiernos", advierte el informe.

A menos que los llamados combustibles a base de hidrógeno "directos" estén disponibles en el mercado, o que las tecnologías para cambiar el hidrógeno a base de combustibles fósiles sean ampliamente accesibles para los consumidores y las empresas de todo el mundo, la inversión será limitada 

En la actualidad, se detalla, el hidrógeno se almacena en pequeñas cantidades como gas comprimido en tanques en sitios industriales, en estaciones de servicio o en camiones para su distribución. "Para un producto especializado, se pueden tolerar estas formas relativamente caras de almacenamiento", aclara la agencia. Pero para los usos finales proyectados se necesitan "mejoras de costes". 

Una posibilidad: innovar en la reutilización de tuberías, barcos y almacenes de gas natural existentes para manejar flujos combinados de hidrógeno y gas natural: "Se podrían lograr mejoras en el rendimiento si las instalaciones de almacenamiento pudieran cargarse y descargarse más rápidamente, en línea con la variabilidad en el suministro de electricidad renovable".

La AIE adelanta que si la escala crece (en 2021se produjeron alrededor de 94 Mt de hidrógeno en todo el mundo y solo el 1% se produjo utilizando tecnologías de producción de bajas emisiones) se necesitarán "cambios tanto en el lado de la oferta como en el de la demanda". Es decir, "un mayor desarrollo tecnológico para garantizar la competitividad total de los costes" (oferta) y una "penetración en más sectores como el transporte marítimo y la aviación" (demanda).

"La escala proyectada con el hidrógeno verde no parece nada realista"

El informe también aclara que las regiones más desarrolladas, por sus limitaciones de producción, deberán importar hidrógeno. La mitad del total proyectado, en el caso de Europa. La AIE reconoce -sin decirlo en esos términos- que se avecina una etapa de "colonialismo energético".  

Textual del informe: "Si el hidrógeno de bajas emisiones se vuelve más competitivo como vector de energía, se espera que las regiones con costos de producción potencialmente bajos (como América Latina, Medio Oriente o África) puedan abastecer de manera rentable a usuarios distantes (Europa)".