Biden llega tarde a California tras las inundaciones y en el Estado lo ven como un operativo para mejorar su imagen
Después de tres semanas de las fuertes inundaciones que afectaron a California, el presidente Joe Biden viajará este jueves al estado del Sol en lo que se espera sea un reencuentro con el gobernador Gavin Newsom y la oportunidad para hacer anuncios.
La Casa Blanca no proporcionó detalles ni identificó en específico la zona, pero informó que el presidente vendrá a recorrer en forma personal "áreas afectadas fuertemente" por las tormentas en la costa central de California, El mandatario declaró la semana pasada "desastre mayor" en tres condados, incluido Santa Cruz, que tiene entre sus características la de ser costa central del estado y una de las regiones más impactadas.
La visita se da en medio del escándalo por los documentos clasificados encontrados en las que fueron sus oficinas durante el tiempo en que el actual presidente era vicepresidente de Barack Obama. Es por eso que sus detractores sostienen que se trata de una estrategia para mejorar su imagen.
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De acuerdo a la información que trascendió, Biden aparecerá en escena con rescatistas desde una de las zonas más devastadas por las tormentas. Se espera que dialogue en el lugar con rescatistas, con funcionarios y encargados de refugios. Además, la expectativa en California está puesta en los planes de recuperación que la Casa Blanca puede anunciar para responder al azote de lo que los climatólogos llamaron un desfile de tormentas y ríos atmosféricos. Newsom enfrenta este año un déficit monumental -que supera los $22,000 millones- y necesita como nunca la asistencia federal.
El gobernador Newsom, durante una recorrida por las zonas afectadas.
Por ahora se desconoce si el mandatario va a hablar desde el sitio de desastre, pero los analistas consideran que el viaje a California es parte de un operativo para recuperar imagen. La presencia de Biden en la zona, afirman, puede dar un sentido de seguridad en medio del escándalo porque se le hayan encontrado documentos clasificados de hace más de una década.
El anuncio de la visita presidencial fue proporcionado dos días después de que el mandatario declarara a California como zona de "desastre mayor", un nivel más elevado que la declaración de emergencia emitida en forma previa. Esa medida solo implicaba que la contingencia rebasó la capacidad institucional de respuesta del estado.
La Casa Blanca informó que la asistencia podría incluir subvenciones para viviendas temporales y reparaciones de hogares, préstamos de bajo costo para cubrir pérdidas de propiedades no aseguradas y otros programas para ayudar a las personas y propietarios de negocios a recuperarse de los efectos del desastre.
El norte de California ha resistido poco más de tres semanas consecutivas de fuertes tormentas invernales. Por lo menos 20 personas perdieron la vida, incluido un niño de 5 años cuyos restos siguen sin localizarse.
El temporal tuvo serias consecuencias para la población. Cubrió las montañas con mantos de cerca de un metro de profundidad, causó desbordamientos, deslaves, desprendimientos de rocas, hundimientos de caminos y transformaron en ríos calles y bulevares. "California está agradecida por la rápida aprobación del presidente Biden con este apoyo crítico a las comunidades que se tambalean por estas tormentas", declaró Newsom, un gobernador zigzagueante en su relación con el líder demócrata.
Las diferencias existen pero permanecen por lo general en segundo plano. Así como el presidente precisa de manera urgente recuperar la imagen de estabilidad y de rescate en medio del desastre, Newsom se ha cuidado de mantener un bajo perfil a la espera de que el mandatario visite el estado.
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Por el escándalo de los documentos, el 46 por ciento de los electores estadounidenses aprueba el desempeño del presidente y el 52 por ciento lo desaprueba, de acuerdo con resultados divulgados este martes de una consulta de las encuestadoras Rasmussen-Pulse que se aplicó a 1,500 votantes registrados entre el 10 y el 12 de enero.
Así y tras los resultados electorales de noviembre, Biden perdió seis puntos porcentuales con respecto a otra consulta similar aplicada entre el 5 y el 9 de enero. Entre todas las encuestas en conjunto, el presidente tiene un 43.5 por ciento de aprobación y el 51 por ciento de desaprobación, una perspectiva poco favorable con vistas a las contiendas electorales del 2024. El mismo conjunto de encuestas encuentra ahora que aumenta la popularidad del gobernador de Florida, Ron DeSantis.
La búsqueda de imagen favorable del presidente en su visita a la zona devastada de California coincide con un llamado de la Casa Blanca a que los republicanos "se sinceren" y mencionen políticas que habrían acordado con Kevin McCarthy para concederle este mes la presidencia del Congreso.
La Casa Blanca parece pasar a la ofensiva. "Los republicanos en el congreso aún tienen que aclararle al pueblo estadounidense sobre los acuerdos secretos que Kevin McCarthy hizo con la mayoría de los miembros de Maga de su conferencia para poner fin a su debacle electoral de liderazgo", dijo la Casa Blanca en un comunicado.
"Pero a medida que aprendemos más sobre lo que se discutió a puerta cerrada, se hizo evidente que estos acuerdos ocultos podrían afectar la vida de todos los estadounidenses", advirtió.