Juntos por el Cambio

Juez se fue al Caribe mexicano y le hunde la gira en Córdoba a Larreta

Tampoco se verá con De Loredo, que también se fue de vacaciones. Sí coincidirá con Gerardo Morales. Gira de tres días y una estrategia clara: no "raspar" a Schiaretti.

Después de la gira surfer por la Costa, Horacio Rodríguez Larreta arribará este fin de semana a Córdoba, aunque no podrá repetir la ‘foto Beatle' con sus socios cordobeses. 

El motivo es simple: tanto el senador Luis Juez como el diputado Rodrigo de Loredo empiezan sus vacaciones en el exterior y no serán de la partida en la escala estival del hombre del PRO. Situación que, a pesar de estar programada con anticipación, generó algunos cortocircuitos en el diálogo entre los cordobeses de la alianza y el entorno de los referentes nacionales del arco opositor. 

La ausencia de Juez hizo más ruido porque dirigentes del oficialismo nacional como Luis D'Elía revelaron que el cordobés se fue de vacaciones al Caribe mexicano, concretamente a la paradisíaca Isla Mujeres. El dirigente acompañó la información con una foto en la que se ve al senador dialogando con una mujer en la playa.

Loredo, en cambio, habría elegido las playas de Brasil para su descanso. 

Las ausencias generaron tensiones porque además de Larreta este fin de semana quien también estará en las sierras cordobesas será el jujeño Gerardo Morales, el compañero del verano que el alcalde porteño eligió para mostrar un armado nacional con pinta de fórmula.

Es cierto que ambos llegan con objetivos propios para mostrarse en una de las vidrieras 2023; como también es real que los cordobeses aún no definieron de qué manera dirimir las candidaturas y eligieron el descanso de cara a lo que será una dura disputa entre De Loredo y Juez para ver quién encabeza la candidatura para la gobernación frente al peronista Martín Llaryora.

Encima, tanto en el entorno de Juez como en el del radical saben que la estrategia en este desembarco de Larreta es no cruzar al gobernador Juan Schiaretti, por estas horas de incipiente armado nacional "por fuera de la grieta", como repiten en el PJ cordobés.

"Horacio no va a ir a Córdoba a decir algo en contra de Schiaretti. Sí va a repetir que Juntos debe gobernar Córdoba y él quiere que así sea, pero no va a personalizar", señalaron desde el PRO a LPO en las últimas horas. Estrategia que genera dudas en una buena porción de los socios cordobeses de Juntos que observan cómo un acuerdo nacional con el PJ mediterráneo puede tener impacto provincial.

Juez no acepta acordar con los radicales y se complica Juntos en Córdoba 

Por eso, un dirigente de la alianza en Córdoba también reconoció a este sitio que no había mucho interés de los candidatos mediterráneos de compartir recorrida con Larreta. "Si nosotros queremos ganar la Provincia no sé hasta qué punto nos conviene mostrarnos con él en lugares que estará lleno de turistas de otras provincias. Eso le sirve más a él que a nosotros", sostuvo un armador de la filial cordobesa.

Esto apuntando a Larreta, quien estará en Jesús María en su primer día, hará una escala en Carlos Paz el sábado y el domingo se mostrará con su artista fetiche: el cuartetero, Carlos ‘la Mona' Jiménez, en un festival organizado por la familia del cordobés más famoso. También tendrá una foto con "el Chaqueño" Palavecino.

En cambio, Larreta no podrá tener una foto con la intendenta de Juárez Celman, Myrian Prunotto, una radical que se acercó al peronista Martín Llaryora. El candidato del PRO quería una foto para volver a acercarla a JxC, pero ayer se volvió a mostrar con Llaryora lo que generó que Mario Negri vetara la reunión. Al final, Larreta no irá a esa localidad.

Larreta en una anterior visita a Córdoba

Sobre Morales, si bien habrá radicales acompañando al jujeño en Carlos Paz el sábado y en Jesús María el domingo, el presidente de la UCR Nacional no genera en Córdoba la expectativa de otros dirigentes de la coalición. Aparte, los radicales cordobeses aún le achacan los guiños al gobernador Schiaretti el año pasado.

Esta semana, en una actividad de la UCR en Mar del Plata, y de la que también participaron correligionarios cordobeses, Morales reiteró que el partido debe apoyar la candidatura de De Loredo. Algo que no cae bien en el entorno del diputado Mario Negri, ni en el del exintendente, Ramón Mestre. El primero controla la presidencia del Comité Provincia; y el segundo, el congreso que define las alianzas.

Sin ninguna de las dos armas en su poder, De Loredo no tiene cómo arrastrar el aparato a su conveniencia. Algo que Juez sabe, por eso es dónde marca la debilidad de su rival interno. La respuesta del radical, por su parte, es la venia de Mauricio Macri y el adoctrinamiento que el expresidente impuso en los amarillos cordobeses para ir con el radical. Algo que, por ahora y en los hechos, tuvo una serie de reuniones en la semana, pero no avances concretos.

El PRO macrista que encarna Gustavo Santos rechaza a Juez; el larretista trata de sostener la alianza y los aliados de Patricia Bullrich, por ahora reportan y reciben directivas. Una de las últimas, enfriar los gestos al senador después de que Juez dijera en TN que su candidato a presidente es Larreta.

"Hace unas semanas, en Deán Funes, dijo que la quería ver a Patricia presidenta. Se tendrá que definir, porque si es así, Patricia debe buscar un candidato a gobernador en Córdoba", disparan desde el entorno de la mujer halcón.

En el medio, la discusión local por la firma del reglamento y la alianza. Tanto Juez como De Loredo dejaron instrucciones a sus alfiles para que haya una charla con Larreta. Juez quiere evitar la interna porque sostiene que es el único que puede derrotar a Llaryora; y el encargado de inclinar la balanza para las pretensiones del hombre del Frente Cívico es el exsenador Ernesto Martínez, el ala moderada y dialoguista del juecismo.

Saben, en el entorno del jefe de Gobierno porteño, que la situación es tensa, que De Loredo empuja la interna, y que, el riesgo de repetir escenarios como el de Mendoza o La Pampa, están latentes. Sobre todo, la fractura expuesta en Cuyo que dejó un nuevo capítulo de fricción entre Larreta y Bullrich; un escenario que, en Córdoba, puede tener correlato.