Elecciones 2023

Ayuso aprovecha la ruptura con Vox para conquistar el voto ultra y frenar a Lobato

En Puerta del Sol aseguran que Monasterio y Abascal se distancian por cuestiones electorales y creen que Lobato es el candidato socialista más competitivo.

 La negociación de los presupuestos madrileños selló la sociedad entre el PP y Vox. El partido ultraderechista facilitó la investidura de Isabel Díaz Ayuso y sirvió como una suerte de escudo ante las críticas de la izquierda en la Asamblea, pero las cosas cambiaron este mes cuando los de Rocío Monasterio se negaron a apoyar las cuentas regionales y obligaron a la presidenta a prorrogar los presupuestos para 2023. La ruptura es un hecho que buscaban las partes hace tiempo.

Las elecciones municipales y autonómicas son un desafío para Vox, una formación con problemas para diseñar las listas y mantener el número de diputados en la Comunidad de Madrid, una plaza que funciona como escaparate político. Las encuestas dan a la baja y Ayuso necesita a los votantes ultraderechistas para ganar una mayoría absoluta. "Lo que ha hecho Vox es insensato y hasta los peores socios de Sánchez han estado a la altura", dijo la dirigente popular en alusión a las cuentas.

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Ayuso y Alberto Núñez Feijóo puede disentir en las formas, pero coinciden en los objetivos. El líder del PP le encomendó a la presidenta madrileña que desgaste a Vox y se haga con sus votos, por lo que este jueves respaldó las declaraciones de Ayuso: "Las personas que han votado a Vox tienen claro que hay una única alternativa al gobierno sanchista. Lo demás es ofrecer oportunidades al gobierno de Sánchez. Entiendo muy bien la sorpresa de muchos votantes de Vox".

Iván Espinosa de los Monteros y Rocío Monasterio a finales de noviembre.  

Lo cierto es que a Vox le ha costado competirle al PP en Madrid porque Ayuso ha tomado buena parte de su discurso e identidad. La presidenta se embarca por momentos en la "batalla cultural" -prometió derogar la autodeterminación de género de la legislación autonómica (aprobada por Cristina Cifuentes) si el Ejecutivo de Pedro Sánchez aprobaba la ley trans-, dice que "cuando te llaman fascista estás en el lado bueno de la historia" y carga contra los partidos independentistas aliados del PSOE.

Ayuso necesita los votos de Vox para esa mayoría absoluta y bloquear la potencial amenaza de Juan Lobato, candidato socialista en Madrid, que según la última macroencuesta del CIS podría desbancar al PP gracias al crecimiento propio y a que Más Madrid y Podemos mantendrían la cantidad de escaños. Lobato está en campaña, de reunión en reunión, y por primera vez en muchos años ha conseguido que los socialistas madrileños se plieguen sin fisuras a su candidatura. 

La presidenta se embarca por momentos en la "batalla cultural" -prometió derogar la autodeterminación de género de la legislación autonómica aprobada por Cristina Cifuentes si el Ejecutivo de Pedro Sánchez aprobaba la ley trans-, dice que "cuando te llaman fascista estás en el lado bueno de la historia" y carga contra los partidos independentistas aliados del PSOE

En Puerta del Sol se ríen del sondeo del CIS, aunque los más cautos entienden que Lobato es un riesgo para los planes de Ayuso. "Es mayoría absoluta o nada", dicen a LPO desde el PP madrileño. Algunos creen que José Luis Martínez-Almeida la tiene más difícil, aunque todavía está a tiempo de cazar los votos que iban para Ciudadanos. Ayuso no tiene margen en el centro, solo puede recurrir a la extrema derecha. Y por sobre todo, el último escenario que quiere la baronesa del PP es un gobierno en alianza con Monasterio.

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Es un panorama poco realista, dicen en el PP de Madrid, porque el año pasado Ayuso ganó en 177 de los 179 municipios y Vox no podrá explicarles ahora a sus votantes por qué dejaron a la comunidad sin presupuestos para ampliar el metro y construir viviendas sociales. "Vox no ha podido mantenerse ni reinventarse", resume un popular madrileño. Vox también dejó sin presupuestos al Ayuntamiento de Madrid y el PP resalta que faltarán 430 millones de euros para los servicios públicos.

El secretario general del PSOE de Madrid, Juan Lobato.

Vox confía en que el divorcio con Ayuso supondrá una oportunidad para radicalizarse y concentrar el voto anti Sánchez más virulento. Feijóo sigue en la línea de la moderación y deja que los de Santiago Abascal se expongan, como con lo de la moción de censura contra el presidente, consciente de que quizás no replique el "modelo de Juanma" y tenga que pactar con ellos, como sugiere la última encuesta de SigmaDos para Antena 3.

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Es un sondeo en el que los populares eligen creer, porque Ayuso consigue el 34,7% en cuanto a la mejor líder autonómica y el 24,2% piensa que Feijóo será mejor presidente que Sánchez, que llega al 18,5%. El dirigente gallego y la presidenta madrileña quieren un Vox lo más debilitado posible en caso de tener que depender del partido ultra para definir el pulso con el PSOE.