Bolivia

Alarma en Bolivia porque gracias a Vaca Muerta, Argentina podría cancelar el contrato de gas dos años antes

El gobierno de Luis Arce teme que Argentina cancele dos años antes el contrato de compra de gas que se extiende hasta el 2026. Además, Massa ya anunció que se buscará reemplazar a Bolivia como proveedor de Brasil.

La posibilidad que Argentina suspenda dos años antes de su conclusión el acuerdo de compra de gas a Bolivia, encendió las alarmas en el gobierno de Luis Arce. La versión trascendió a los medios y fue negada oficialmente por ambas administraciones, pero el propio Sergio Massa afirmó públicamente que gracias a Vaca Muerta la Argentina incluso puede ir un paso más allá y reemplazar al país andino como principal proveedor de gas de Brasil. Sería un golpe letal para Bolivia que perdería de dos de sus principales mercados.

El diario El Deber de Bolivia, el más importante del país vecino,  destapó el tema este martes en su portada, con el título: "Argentina negocia concluir el contrato de suministro de gas boliviano dos años antes". 

Moneda común y gas: Viaje relámpago de Massa a San Pablo para negociar con el ministro de Economía de Lula

El contrato de provisión de gas se firmó en 2006 y se extiende hasta el 2026, pero por los reiterados incumplimientos de Bolivia, que cuando le convenía por precio desviaba gas hacia Brasil, fue necesario renegociarlo cinco veces. La última fue este año, donde acuciado por la falta de gas en el invierno, la administración de Alberto Fernández tuvo que aceptar pagar el precio récord de 20 dólares por millón de BTU, un tratamiento que dolió al gobierno argentino que ofreció asilo a Evo Morales luego del golpe y acompañó políticamente el regreso de su partido al poder con Arce como candidato.

Ahora que Arce y Evo entraron en una brutal interna, Alberto Fernández se inclinó por el ex presidente.

Argentina podría duplicar en 2026 su PBI energético si hacemos el primer y segundo tramo del gasoducto para inicios del 2025 y junto con el reversal del gasoducto del Norte, nos daría la oportunidad de abrir el mercado de exportación a Brasil, que va a dejar de abastecer Bolivia por declino.

Si bien la posibilidad de cortar antes de tiempo el contrato con Bolivia fue desmentida a LPO por allegados a la secretaria de Energía, Flavia Royón, en su entorno no dejaron de subrayar que el contrato "tuvo que ser corregido en cinco oportunidades debido a las insuficiencias en los compromisos asumidos por Bolivia". 

Lo que permitió pasar a la Argentina de una posición de comprador condicionado a posible exportador fue el crecimiento exponencial de la producción del megayacimiento de Vaca Muerta, la segunda reserva de gas del mundo. Crecimiento que coincide con el declino de los campos gasíferos de Bolivia.

La fecha del 2024 para terminar el contrato no es antojadiza. Para finas de ese año se prevé que podrían terminarse los dos tramos del gasoducto de Vaca Muerta, que permitirán reemplazar al gas boliviano. Y si se suman a la reversión del gasoducto del NEA, exportar a Brasil. Lo dijo con todas las letras el ministro de Economía, Sergio Massa, en un encuentro con el CEO de Techint, Paolo Rocca (ver video).

"Argentina podría duplicar en 2026 su PBI energético si hacemos el primer y segundo tramo del gasoducto (de Vaca Muerta) para inicios del 2025 y junto con el reversal del gasoducto del Norte, nos daría la oportunidad de abrir el mercado de exportación a Brasil, que va a dejar de abastecer Bolivia por declino", afirmó Massa en ese encuentro.

Como reveló LPO en exclusiva, el tema fue central en el encuentro que tuvieron en San pablo en la víspera de Nochebuena, Massa y el designado ministro de Economía de Brasil, Fernando Haddad.

El embajador de Argentina en Bolivia, Ariel Basteiro, coincidió en señalar que una vez finalizado el gasoducto de Vaca Muerta, la Argentina dejará de necesitar importar gas de Bolivia e incluso sostuvo que la cancelación anticipada del contrato está prevista, a pedido de Bolivia.

"En la última adenda hay un acuerdo para Bolivia que pidió dejar de vender a partir de 2024, durante 2023 se va a vender seguramente y en 2024 cesa el contrato", afirmó.

"A partir de junio próximo Argentina va a tener volúmenes suficientes como para poder cubrir con producción propia, con lo cual se supone que a partir del año que viene ese contrato va a dejar de tener vigencia", agregó Basteiro.

En la última adenda hay un acuerdo para Bolivia que pidió dejar de vender a partir de 2024, durante 2023 se va a vender seguramente y en 2024 cesa el contrato. A partir de junio próximo Argentina va a tener volúmenes suficientes como para poder cubrir con producción propia, con lo cual se supone que a partir del año que viene ese contrato va a dejar de tener vigencia.

El gas es el principal componente de la matriz energética de Argentina y representa más del 50% del total de la energía. De la oferta total de gas, casi un 23% es para uso residencial, un 31% se destina a industrias y comercios y un 37,7% se utiliza en centrales térmicas, que producen energía eléctrica. 

La tensión por la provisión de gas boliviano lleva varios capítulos y radica en la incapacidad de Bolivia de cumplir con la demanda de gas acordada en el contrato del 2006, por la declinación de sus campos. Fue necesario firmar cinco adendas que modificaron el contrato original, la última de ellas a inicios de este año.

Cuando se firmó el contrato, Argentina consumía 39 millones de metros cúbicos diarios de gas, volumen que en diciembre de 2021 aumentó a 41 millones de metros cúbicos diarios, con en pico en 2015 de 60 millones de metros cúbicos diarios. Ahora, el compromiso es garantizar 14 millones de metros cúbicos diarios a 13 dólares promedio. De todas formas, incluso este rango ajustado, Bolivia lo viene incumpliendo en una escala tan grande, que en algunos tramos llegó a bajas diarias de 2 millones de metros cúbicos.

Para el Gobierno, la falta de gas boliviano para abastecer al norte del país donde no llega el gas de Vaca Muerta, es un problema importante porque lo obliga a salir a buscar el faltante en el mercado a precios más alto y con un desembolso inmediato de los dólares.

Una fuente del gobierno argentino que participa activamente de las negociaciones y conoce en profundidad la cuestión expresó con cierto enojo: "El problema no es el declino de la producción de hidrocarburos en Bolivia, lo que sucede es que ellos están privilegiando la relación comercial con Brasil".

En este mismo sentido, según el ex secretario de Energía del gobierno de la Alianza, Emilio Apud, Bolivia está en condiciones de garantizar esos envíos sólo si prioriza las ventas a la Argentina frente a la demanda de Brasil.