Se agrava la crisis de los Sin Techo en Nueva York y el demócrata Adams apela a la recetas de Giuliani
Con la llegada del duro invierno a Nueva York, la ciudad vive inmersa en una crisis de inseguridad que, en la narrativa mediática, aparece ligada a las personas sin hogar. El alcalde de la ciudad, Eric Adams, enfrenta un fuerte rechazo después de avanzar con una serie de cambios enérgicos en relación a la población sin hogar de la ciudad.
El hecho que funcionarios municipales puedan hospitalizar a personas sin hogar brindando atención involuntaria a quienes se considere que están en una "crisis psiquiátrica" abre una cuestión ética ante uno de los grandes temas de debate en las principales ciudades del país.
"Durante demasiado tiempo, ha habido un área gris donde la política, la ley y la responsabilidad no han sido claras, y esto ha permitido que las personas necesitadas pasen desapercibidas. Esta cultura de incertidumbre ha llevado a un sufrimiento incalculable y una profunda frustración. No puede continuar", dijo Adams.
Durante meses, el alcalde demócrata y su administración han buscado evitar que las personas sin hogar se refugien en el metro, a pesar de los recortes presupuestarios pendientes que eliminarán los servicios que la ciudad les brinda. Según los informes, al menos 470 personas fueron arrestadas este año por "estar tumbadas" o por ocupar más de un asiento en un vagón de tren.
Las políticas de Adams generaron críticas de los defensores de las personas sin hogar. "El alcalde Adams continúa equivocándose cuando se trata de su dependencia de la vigilancia ineficaz y el transporte o tratamientos involuntarios de personas con enfermedades mentales", dijo Jacquelyn Simone, directora de políticas de la Coalición para las Personas Sin Hogar.
Una de las instituciones más emblemáticas que trabajan para ayudar a los Sin Techo en Nueva York es Bowery Mission, que celebró recientemente sus 150 años de historia. Su presidente, James Winans, en conversación exclusiva con LPO, confirmó que hay 80 mil personas en situación de falta de hogar en la ciudad, para los que se ofrecen recursos desde su organización con sede en Manhattan.
¿Le parece una buena iniciativa que la ciudad de Nueva York pueda llevar a los hospitales a personas sin hogar aunque sea contra su voluntad?
Lidiamos en Nueva York con el problema de la salud mental y eso va a requerir que el gobierno trabaje con organizaciones. Creemos que no es suficiente con que la ciudad lleve al hospital a personas sin hogar, pues luego cuando salgan de allí, el problema seguirá siendo el mismo y seguirán dependiendo de organizaciones como la nuestra. Por eso tiene que haber colaboración entre los agentes y no acciones únicas por parte del ayuntamiento.
¿Es el invierno un momento crítico para los Sin Techo en Nueva York?
En este momento del año vemos mucha más gente que viene por comida o albergue. Trabajamos para ayudarles a encontrar una nueva vida. El invierno es especialmente complicado y viene con sus propios retos, más dolencias. Pero es también peligroso estar en las calles en verano y todo el año hay violencia, todas las estaciones son complicadas.
¿Le preocupa cómo últimamente en los medios se asocia a la violencia con los Sin Techo?
No son preocupaciones nuevas. Experimentamos en este lado de la pandemia un nivel más alto de ansiedad y si no hay recursos para lidiar con esa ansiedad se manifiesta de maneras alarmantes. Pero las personas sin techo son más probablemente víctimas de violencia que perpetradores de ella, tenemos que romper con ese estigma de que los sin techo son violentos.
Otra de las voces críticas con el alcalde Adams es el abogado público Jumaane Williams, quien afirmó que la ciudad necesita invertir millones en su enfoque de la actual crisis de salud mental.
La cantidad de centros de cuidado de relevo, que la ciudad usa para albergar a las personas en crisis, se redujo a la mitad en los últimos tres años. Solo se han creado dos centros de acogida para adultos que enfrentan una crisis de salud mental desde 2019. Había más de 60,000 personas sin hogar, incluidos 19,310 niños sin hogar, durmiendo en el principal sistema de refugio municipal de la ciudad de Nueva York, hasta septiembre, según la Coalición para los Desamparados. "El cálculo continuo de cómo definimos y producimos seguridad pública también ha puesto de relieve la necesidad de abordar esta crisis de manera integral como un problema de salud, en lugar de simplemente hacer cumplir la ley", dijo Williams en un comunicado.
El problema de los Sin Techo en Nueva York se vio agravado en Junio con las llegadas masivas de inmigrantes procedentes de la frontera con México. El alcalde Adams ha pedido esta semana al gobierno federal 1 billón de dólares para manejar la avalancha de inmigrantes que han llegado a la Gran Manzana este año. La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias confirmó que la Junta Nacional de su Programa de Alimentos y Refugio de Emergencia recibió la solicitud de financiamiento de la ciudad y la estaba revisando.
Adams planteó por primera vez el precio de mil millones de dólares por proporcionar refugio y otros servicios cuando declaró el estado de emergencia por la crisis migratoria de la ciudad en octubre. La población migrante estimada de la ciudad entonces era de alrededor de 17.400. Hasta el domingo pasado, ese número se había disparado a más de 30,300, con más de 20,900 viviendo en refugios financiados por los contribuyentes, según el Ayuntamiento.
Adams, al igual que otros colegas en otras ciudades destacadas del país como Los Ángeles, tienen el foco en la crisis de los Sin Techo, aunque con acercamientos bien distintos. El alcalde neoyorquino tiene una postura más autoritaria, incluso muy parecida según sus detractores a las formas de actuar del exalcalde Rudy Giuliani, un republicano que en la década de 1990 criminalizó dormir en la calle. El impulso que le dió Adams en primavera, para despejar campamentos de Sin Techo, recuerda la represión de Giuliani hace más de dos décadas.
Giuliani desplegó a la policía de Nueva York para arrestar a cualquiera que se negara a refugiarse, diciendo que las personas sin hogar no tenían derecho a dormir en la acera. Adams no ha ido tan lejos, reconoce el derecho de las personas a dormir en las calles, pero aún así se ha fijado la línea en los refugios improvisados en base al Código de Saneamiento de la ciudad, y usó policías para despejar los campamentos. "No estamos echando a la gente de la calle", dijo Adams. "Tienes derecho a dormir en la calle. No tienes derecho a construir una casa en miniatura sentenció el alcalde.