Para el Gobierno, el PP y el Poder Judicial intentan consumar un "golpe blando a la democracia"
A petición de los cinco magistrados progresistas, el presidente del Tribunal Constitucional (TC), Pedro González-Trevijano, resolvió finalmente aplazar al próximo lunes el debate previsto para el Pleno extraordinario de este jueves sobre el recurso que ha presentado el PP para frenar la tramitación parlamentaria de la reforma del propio tribunal, dando vía libre al Congreso de los Diputados para que pueda votar la medida este mismo jueves.
La postergación rebajó la tensión en el Hemiciclo -que comenzó a sesionar sin saber si los diputados iban a poder levantar sus manos-, pero confirmó la inédita crispación política que, por estos días, vive la democracia española.
La suspensión de la tramitación de una ley en el Parlamento por una sentencia del TC, lo que pretendió lograr el PP con la presentación de su recurso de amparo- es algo que nunca ha ocurrido en democracia.
Al conocer la postergación, Génova admitió que le habría gustado una "respuesta rápida" del Tribunal Constitucional para poder paralizar la votación, aunque expresó su "respeto" a la decisión del tribunal de garantías y anunció que seguirá combinando la acción política y judicial para frenar los "desmanes legislativos" de Pedro Sánchez.
Del otro lado, el Gobierno respondió con munición gruesa a lo que considera un claro "intento de golpe blando" orquestado por la derecha política y judicial.
La ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, tildó de "atropello institucional sin precedentes" el recurso del PP ante el Tribunal Constitucional para paralizar su propia reforma legislativa.
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En su opinión, la actitud del PP "pone en duda" la democracia. "Nunca se había dado un hecho de esta naturaleza desde un grupo parlamentario". La ministra criticó que el principal partido de la oposición "quiera cercenar" la labor del poder legislativo que "representa al pueblo español".
La ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez.
En la misma sintonía, la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, consideró de "gravedad" que el Tribunal Constitucional esté "intentando entrometerse" en el Poder Legislativo.
Unidas Podemos e Izquierda Unida, socios de coalición, también rechazaron esa "inédita ofensiva conservadora" contra "la soberanía popular".
"Se paró un posible 'golpe blando' del TC contra la democracia y la soberanía popular. De aquí al lunes, el Tribunal Constitucional tiene tiempo de leerse el artículo 10 de la Ley Orgánica del TC para estudiar sus competencias e inadmitir el recurso del PP", tuiteó el portavoz adjunto del grupo confederal, Enrique Santiago.
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"Nos encontramos ante un hecho prodemocrático, de sectores ultras atrincherados en instituciones, que están intentando frenar a instituciones democráticas. Sacaremos del Constitucional a los que hace tiempo que deberían haberlo abandonado, claro que sí", agregó Jon Iñarritu, diputado de EH Bildu. Y concluyó: "Se ha producido el hecho más grave en términos democráticos después del 23F".