Perú

El nuevo gobierno de Perú choca con AMLO por su apoyo al destituido Castillo

"Las expresiones de las autoridades mexicanas constituyen una injerencia en los asuntos internos del Perú", afirmó el gobierno de Boularte, en rechazo a la intención de AMLO de dar asilo al detenido ex presidente Castillo.

 El embajador de México en Perú, Pablo Monroy, fue convocado por la cancillería de Perú para transmitirle su rechazo a las recientes declaraciones de las autoridades mexicanas sobre la delicada situación política que atraviesa el país andino.

La queja se da un día después de que el depuesto ex presidente, Pedro Castillo solicitara refugio político en México: "Las expresiones de las autoridades mexicanas constituyen una injerencia en los asuntos internos del Perú, y no resultan consistentes con los acontecimientos que se han sucedido en días recientes". se puede leer en el comunicado.

AMLO reveló que ya había autorizado dar asilo a Pedro Castillo antes de su detención

Cabe recordar que el presidente López Obrador admitió que ya había autorizado dar asilo a Pedro Castillo antes de su detención: "Habló aquí a la oficina para que me avisara de que iba hacia la embajada y que iba a solicitar el asilo. Busqué a Marcelo Ebrard para que se le habría la embajada, pero al poco tiempo tomaron la embajada con policías y ciudadanos y él ya ni siquiera pudo salir", comentó durante su conferencia mañanera de jueves.

La caída de Castillo fue un golpe muy duro a la política regional de la 4T, pues AMLO apadrinó desde siempre al depuesto presidente, lo que le significó una alineación de Perú a las políticas mexicanas. La nación andina estaba dispuesta a funcionar como una base mexicana para funciones de inteligencia y supervisión de grupos delictivos.

La cancillería peruana no tardó en reaccionar: "Con relación a las declaraciones de dichas autoridades respecto al derecho de asilo invocado por el expresidente Pedro Castillo, se señaló al Embajador Monroy la necesidad de que los estados se ciñan a las normas contenidas en los tratados internacionales vigentes sobre la materia y cumplan con todos los requisitos que los mismos establecen".

Pese al conflicto la nueva presidenta del Perú, Dina Boluarte, intentó poner paños fríos en la tensión diplomática: "Esperemos que, como el presidente Andrés López Obrador había ofrecido venir al Perú, se pueda cumplir. Acá lo esperamos con los brazos abiertos, si no, haremos vía zoom esta entrega de la presidencia pro tempore al Perú".

El comunicado de la cancillería peruana termina resaltando la importancia de no perder las relaciones de amistad entre las dos naciones: "El Gobierno del Perú desea reiterar su más amplia voluntad para continuar profundizando, en el marco del respeto mutuo y de las normas de Derecho Internacional, las tradicionales relaciones de amistad, cooperación y voluntad de integración que unen a los pueblos del Perú y México, las que cumplirán doscientos años en enero de 2023, especialmente en aquellos ámbitos que inciden en el desarrollo social".

La captura de Castillo fue un golpe muy duro a la política regional de la 4T, pues AMLO apadrinó desde siempre al depuesto presidente, lo que le significó una alineación total de Perú a las políticas mexicanas. La nación andina estaba dispuesta a funcionar como una base mexicana para funciones de inteligencia y supervisión de grupos delictivos.