Por presión de un documental de Netflix, la Corte libera tres presuntos secuestradores
Después del estreno de la serie, "Duda Razonable", la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó la liberación inmediata de Gonzalo García, Juan Luis López y Héctor Muñoz, protagonistas del documental que se encuentran encarcelados en Tabasco desde 2018 por un supuesto delito de secuestro.
La SCJN deliberó que las pruebas de la Fiscalía de Tabasco fueron insuficientes para condenarlos por tentativa de secuestro y han concedido un amparo que implica su liberación inmediata y con el objetivo de: "Corregir una grave injusticia", sentenció la corte.
En la producción se relata la historia de Héctor Muñoz, quien en el año 2015 sufrió un percance automovilístico, después de una disputa con el otro conductor y de recibir un impacto de bala en la mano derecha fue acusado de intento de secuestro.
El ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, señaló que el juez que llevó originalmente el caso, entregó una ventaja indebida a la fiscalía de Tabasco al otorgarle la suplencia de la queja, permitiéndole presentar como pruebas testimonios de los policías, ninguno de los cuales fue testigo directo de los hechos, fundando todo el caso en simples sospechas o intuiciones, además de que la corporación policíaca nunca entregó los videos de los hechos.
"Es un cúmulo de irregularidades, considero que esta Suprema Corte no puede quedar callada ante la violación de su derecho a la libertad, no podemos guardar un cómplice silencio, fueron falsamente inculpadas. Propongo el más alto grado de reparación posible y dar vista a las autoridades para que se abran las indagatorias para esclarecer las responsabilidades administrativas y penales que procedan", sentenció la jueza Esquivel Mossa.
Otro de los argumentos que presentó la corte para tomar su decisión fue que durante el proceso se violó la presunción de inocencia, así lo aseguró el ministro presidente de la corte, Arturo Zaldivar:"Es un derecho humano, que impone al Estado la obligación de acreditar, más allá de toda duda razonable, la culpabilidad de un acusado, lo cual no ocurrió en este caso".
"Es un típico caso donde simplemente tres personas estuvieron en el lugar equivocado, en el momento equivocado, donde la arbitrariedad y el abuso de poder se hace patente, donde se tortura, donde se fabrican pruebas, donde se fabrican culpables y donde la justicia no importa, lo único que importa es satisfacer un deseo, no sé si estadístico o de qué otro tipo de la autoridad", remató Zaldivar.