Opinión

Fracaso a nivel mundial

Mientras un cambio estructural no se dé en el futbol mexicano, será muy difícil mejorar la liga local. Se interponen los intereses económicos.

Con el paso de la Selección mexicana en Mundial de Qatar 2022, han surgido muchas voces de inconformidad con el desempeño del equipo que lo llevó a quedar fuera de la ronda de Octavos de final, por primera vez desde la justa de Argentina 1978.

Es menester decir que el descontento fue tal, que incluso la senadora de Morena, Bertha Caraveo, solicitó en redes sociales la comparecencia de Yon de Luisa como presidente de la Federación Mexicana de Futbol y de Mikel Arriola como presidente ejecutivo de la Liga MX ante la Comisión de Juventud y Deporte del Senado para responder por el fracaso de México en este Mundial, pese a lo desproporcionada e improcedente de la solicitud, deja claro que el descontento está en todos lados.

Y por ello es pertinente abordar el tema del desempeño de la Selección Mexicana en los mundiales, pues se debe recordar que a final de cuentas se trata de la representación de México ante el mundo en un torneo oficial.

Pero debemos comenzar diciendo que en el Tri, como comúnmente se le llama a la Selección nacional, cada ciclo mundialista es un negocio de miles de millones de dólares en el que no está involucrado el Gobierno, por ello son los dueños de los clubes de la Liga MX quienes se encargan de la preparación del equipo, desde luego anteponiendo los intereses económicos antes de los deportivos, y es allí donde comienza el camino del fracaso para México en los mundiales.

Hablar de cifras en torno a las ganancias que genera la Selección mexicana, es hablar al aire, pues como anteriormente se comentó, al ser un negocio privado no hay forma de conocer con exactitud las ganancias que se generan, pero créame, son millonarias pese a que México casi siempre arrastre el prestigio en los mundiales.

Pero las fallas primordiales no vienen de este Mundial de Qatar, hay errores estructurales que son claves en el desempeño del combinado nacional, pero que no se escudriña en ellos, porque podrían representar bajas en los ingresos de los hombres de pantalón largo.

De entrada, por ejemplo, podemos ver la estructura que tiene la NFL -la liga deportiva más exitosa del planeta- en la que existe un comisionado que está al frente para cuidar del negocio de los dueños, pero no de la forma en que lo quisieran algunos de los dueños.

Roger Goodell, actual comisionado de la NFL, fue puesto en el cargo con la encomienda de poner reglas claras y parejas -aprobadas por los mismos dueños- para los equipos con la intención de hacer una liga competitiva y espectacular, pero sobre todo lucrativa.

Y eso es algo que no sucede en la Liga MX, pues de entrada, el presidente de la Federación Mexicana de Futbol, Yon de Luisa, es un incondicional de Emilio Azcárraga Jean, dueño del América

De Luisa, así como Mikel Arriola, no están en sus cargos precisamente para generar reglas equitativas encaminadas a mejorar la liga, sino por el contrario, buscan la generación de más dinero, aunque en ello se lleve consigo el nivel que hay en la primera división del futbol mexicano, principal y casi única surtidora de jugadores para la Selección Nacional.

Mientras ese cambio estructural no se dé en el futbol mexicano, será muy difícil que se busque mejorar la liga local, pues es claro que se interponen los intereses económicos para obtener dinero a corto plazo y no con una visión de mejorar el desempeño de la Selección Nacional en los mundiales.

Y ejemplos de lo anterior hay muchos, cosa de ver, por ejemplo, que en la actualidad en la Liga MX de 18 equipos que conforman la Primera División, 12 pueden acceder a la siguiente fase del torneo, sin importar que tengan cosechas de puntos paupérrimas, por lo que se premia la mediocridad de los equipos, pero a la vez se gana mucho dinero en cada torneo por la cantidad de partidos que se generan por repechajes y la Liguillas.

Directamente con la Selección Mexicana también hay diversas aristas por atacar, como lo son los criterios de convocatorias para jugadores en los mundiales, o los partidos de preparación que el Tri tiene en un proceso mundialista, pues muchos de ellos se van directamente a Estados Unidos con selecciones iguales o inferiores en nivel, en lugar de buscar fogueos fuera de norteamérica con selecciones de mayor exigencia. Sin embargo, los llenos en los estadios de EU están garantizados, así como las ganancias.

Y podríamos seguir citando ejemplos de las cosas que se hacen mal en el futbol mexicano y que derivan en fracasos como el que vimos en Qatar, pero es preferible poner el dedo en la llaga de reestructurar el futbol mexicano para que exista una cabeza encaminada al mejoramiento de la liga local y con ello el Tri, que seguir citando yerros por separado.

Pero, ¡oh sorpresa!, por lo pronto el presidente de la FMF ya anunció que pese al fracaso, él no renunciará y ya alista "cambios" para afrontar el próximo mundial que será en Estados Unidos Canadá y México... así, todo apunta a que será "pan con lo mismo".

Twitter: @campudia