Feijóo explicita la intención de absorber a Ciudadanos y calienta la interna entre Arrimadas y Bal
Si algo faltaba para hacer leña del árbol caído en la crisis de Ciudadanos era la palabra de Alberto Núñez Feijóo. El líder del PP pidió este miércoles a los dirigentes liberales despedirse de la manera "más digna posible", dando por terminado el recorrido de la formación centrista. "Creo que en ese partido todavía hay personas que tienen talento, personas que ya no están en Ciudadanos que tenían talento y creo honradamente que son aprovechables para la política", sostuvo.
El expresidente de la Xunta hurgó en la herida de los naranjas y les recordó las sucesivas debacles electorales de los últimos dos años. También dijo que miembros de Ciudadanos tienen "cabida en el PP actual", lo que representa toda una novedad. Por primera vez, el jefe de los populares se pronuncia en público sobre las aspiraciones de Génova de rematar a Ciudadanos e incorporar sus restos al PP.
Aunque el círculo de Inés Arrimadas lo desmienta, las conversaciones entre los populares y cuadros del partido liberal. Muchos ya se pasaron a las filas del PP y otros, lo más cautos, esperan una definición de la dirección para pegar el salto. En los territorios dan un ultimátum a la actual presidenta de la formación y Edmundo Bal, candidato a liderar Ciudadanos. Las divisiones existen, pero los concejales y diputados autonómicos confiaban en que el proceso de refundación sirviera para encarrilar a los naranjas.
Ha sucedido todo lo contrario. El líder de Ciudadanos en Cantabria, Félix Álvarez, le pidió a Bal reconsiderar su decisión porque "no es hora de personalismos y vanidades". Sim embargo, el vicesecretario general acusó a Arrimadas de buscar "la refundación de Luis XIV, del ordeno y mando". Así, Bal se negaba a rectificar, como le exigió la presidenta. Hoy respondió al dirigente gallego. "El proyecto liberal es diferente al conservador que encarna Feijóo porque ser liberal implica mucho más que hablar bajito y no querer moverse", apuntó.
Bal quiere que Ciudadanos sea capaz de pactar a ambos lados del espectro político, una cuestión que lo separa de Arrimadas. El partido busca un plan B, si bien Bal considera que puede reunir los apoyos necesarios. El exnúmero dos de la Junta de Castilla y León y único procurador del partido, Francisco Igea, alineado con Bal, repudió los dichos de Feijóo: "la dignidad consiste en no rendirse al populismo para alcanzar el poder, es verdad que nos faltarán votos Alberto, pero nos sobra dignidad".
El vínculo entre Arrimadas y Bal se ha resentido, aunque fuentes del partido aseguran a LPO que las conversaciones continúan y que ambos dirigentes tienen la voluntad de llegar a un acuerdo para salvar a Ciudadanos. Algo los hermana todavía: la convicción de que un espacio liberal es necesario en la política española. Pero las negociaciones se mantienen en el mayor de los secretismos. Los que están a favor de renovar el proyecto, más allá de quién finalmente se haga con la conducción, se niegan a hablar con la prensa.
Edmundo Bal le disputará el liderazgo a Arrimadas para evitar una desbandada en Ciudadanos
A los naranjas se les agota el tiempo. Los que no quieren sumarse al "bipartidismo" prometen luchar para que en enero inicie el camino a la recomposición y la campaña para mayo. Si la interna no se resuelve en las próximas semanas, el PP podrá explotar la crisis y abrir la puerta para que los cuadros y militantes de Ciudadanos se unan a los populares. Es un temor que ha perseguido al partido en estos meses.