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En Hidalgo, "neo morenistas" abuchean a Monreal: "Es el inicio de la catástrofe"

El senador de Morena culpó a Abrahán Mendoza Zenteno, delegado de los Programas para el Bienestar en Hidalgo, de los abucheos en su contra.

El senador Ricardo Monreal recibió rechiflas, abucheos y gritos durante su participación en el Primer Informe de Actividades Legislativas el senador Navor Rojas, en Hidalgo. En el acto, el morenista advirtió que iniciar una purga ahora en el movimiento de la Cuarta Transformación sería su "autodestrucción" y a quienes no simpatizan con el zacatecano ("neo-morenistas", los llamó) les pidió que no los "domine la furia".

"Muchos de los que gritan son nuevos, son neo-morenistas y yo digo que deberían tener tolerancia, porque así empiezan las destrucciones de los movimientos sociales que le dan vida al país", dijo Monreal Ávila. "Yo sé quienes son, yo sé quienes los encabezan, pero se sentiría muy triste, esos que gritan, se sentiría muy triste si estuviera aquí Angélica [García Arrieta] y ver a sus seguidores actuar de esa manera".

"No tengo temor, les aseguro, no tengo preocupación. He vivido en la adversidad, he vivido estos gritos en el anonimato y he vivido siempre de frente", agregó. "Lo único que quiero es democracia en mi partido. Es lo único que deseo: participar con honestidad y verticalidad. ¿Les duele mucho eso? ¿Creen que es mucho pedir? Y, ¿creen que esto puede resultar? Porque mañana las notas van a ser: ¡qué dividido está Morena!".

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Monreal culpó a Abrahán Mendoza Zenteno, delegado de los Programas para el Bienestar en Hidalgo, de los abucheos en su contra. "Qué vergüenza que Morena esté así, cuando venimos a informe de actividades legislativas. ¿Qué va a decir mañana la prensa? No sé entienden ni ellos mismos; es el inicio de la catástrofe, cuando tenemos a un gobernador digno que salió de las filas de Morena", dijo en referencia a Julio Menchaca.

A medio discurso, Ricardo Monreal logró rescatar los aplausos sobre los abucheos, y luego bajo el tono de voz para recordar que, como cualquiera, tiene el legítimo derecho de aspirar a la Presidencia de la República, aunque su partido no lo considere enserio.