Melilla

Unidas Podemos avisa al PSOE que investigarán a Marlaska, pero Sánchez se niega a entregarle

Los socios del PSOE quieren impulsar la comisión en el Congreso. El titular de Interior sigue sin reconocer que hubo un muerto en territorio español. El presidente no quiere exponerle y teme que el PP apoye investigarle.

 Pese a las investigaciones que desmienten su gestión del asalto a la valla de Melilla, Fernando Grande-Marlaska insiste con que no hubo muertes en territorio español. Desde que se produjo la masacra en la ciudad autónoma el pasado 24 de junio, el ministro del Interior se ha mantenido fiel a su versión y consiguió que el PSOE bloqueara la comisión de investigación gracias al apoyo del PP. Pero la situación es distinta en estos momentos.

Diputados de Unidas Podemos y de la oposición vieron las imágenes de la tragedia el viernes pasado, unos días antes de que se publicara la investigación del consorcio periodístico Lighthouse Reports que confirmaba el accionar de los agentes marroquíes y la muerte de al menos uno de los migrantes del lado controlado por Madrid. Si en un principio los populares buscaban proteger a la Guardia Civil, al igual que Vox y Ciudadanos, ahora cargan toda la responsabilidad en Marlaska.

Una nueva investigación desmiente a Marlaska y el PP exige a Sánchez que le eche 

El PP quiere la cabeza de Marlaska, pero lo que más preocupa al PSOE es el fuego amigo. Jaume Asens, jefe del grupo parlamentario de UP en el Congreso, aseguró este miércoles que la comisión de investigación está "más cerca que ayer". "Pensamos que lo que tiene que hacer es rectificar y el PSOE permitir la comisión de investigación", advirtió Asens, para quien "Marlaska debe aceptar la dura realidad de lo que sucedió en Melilla o la dura realidad acabará con Marlaska".

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en el pleno del Congreso. 

La comisión ya cuenta con el apoyo de UP, EH Bildu, ERC, Junts, PDeCat, Más País, Compromis, CUP y BNG, un grupo lo bastante amplio como para atraer al PP, cada vez más inclinado a esa opción, como adelantó LPO. Por eso Marlaska apuntó a los populares y les instó a que rectificasen por el pedido de dimisión. "No hay otros hechos, por mucho que moleste a quienes, desde su sesgo y su verdad preconcebida, querrían otra verdad, que quieren construir pero que no existe", lanzó. 

Para UP y los partidos de izquierda, Marlaska debe rendir cuentas y reconocer la orden dada para que los gendarmes arremetieran contra los migrantes, aunque los morados han dejado en claro que no están por la dimisión del ministro. El PSOE no quiere arriesgarse a abrir esa puerta

Para UP y los partidos de izquierda, Marlaska debe rendir cuentas y reconocer la orden dada para que los gendarmes arremetieran contra los migrantes, aunque los morados han dejado en claro que no están por la dimisión del ministro. El PSOE no quiere arriesgarse a abrir esa puerta, ya que la permanencia de Marlaska en el gabinete podría tornarse insostenible. Interior es una cartera sensible y Sánchez aprecia el vínculo construido por Marlaska con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

La vicepresidenta Nadia Calviño aseguró hoy que Marlaska cuenta con el respaldo de todo el gobierno, aunque en la comparecencia de hoy se le ha visto solo frente a las interpelaciones de los diputados. Alberto Núñez Feijóo señaló que Sánchez y el titular de Interior son cómplices y consideró que "al menos el ministro debería de irse para intentar que el presidente no siga erosionado como está también en los ámbitos de Interior". El líder del PP quiere ser el árbitro entre el PSOE y las formaciones que quieren investigar la masacre.

Acusan a Marlaska de mostrar las imágenes de la masacre de Melilla para "quitar presión" de aliados y el PP

La defensa de Marlaska ha decepcionado a UP y la base aliada del gobierno en el Congreso. Los socios menores del Ejecutivo avisaron que si Marlaska no reconoce los hechos, entonces tendrán que impulsar la comisión y negociar con el PP. Pero Sánchez respondió que tiene la obligación de proteger a sus ministros. Resta esperar hasta dónde llegará Marlaska con su versión y Sánchez con el blindaje.