Economía

Por la inflación, los latinos se "ajustan el cinturón" y dejan de consumir $80.000 millones

Los hispanos son los que más sufren la elevada inflación y los que tienen que reducir el consumo. El 80% de los latinos están tomando medidas para administrar sus gastos.

 Sobre llovido, mojado. La pandemia de COVID-19 golpeó duramente a los latinos y la inflación, si bien se está desacelerando, está agravando el impacto. En la época de "ajustarse el cinturón", los hispanos sufren más y dejan de consumir por el aumento de los precios, más teniendo en cuenta que los gastos del hogar se llevan (en el segmento de los latinos más vulnerables) gran parte de los ingresos. Es, además, un golpe a la economía en su conjunto ya que el peso del consumos latino en el PBI es cada año más elevado. 

¿De cuánto es el ajuste? McKinsey calculó que la caída en el gasto por parte de los latinos podría ascender a $ 80.000 millones, cerca del efecto esperado de reducción del consumo entre los blancos no latinos (en torno a $100.000 millones) a pesar de que los blancos no latinos tienen seis veces más consumo agregado de los latinos.

Olvidados: los latinos tienen un consumo insatisfecho que alcanza los $ 660.000 millones

Esto se explica porque casi el 80% de los latinos están tomando medidas para administrar sus gastos debido a la inflación, en comparación con dos tercios de los consumidores no latinos. 

Los latinos forman un grupo de consumidores clave en los EE. UU. con un tamaño de mercado de $1 billón por año: a pesar de una brecha de gastos en parte debido a los niveles de ingresos más bajos, como grupo, los latinos están aumentando su consumo más rápido que los blancos no latinos

"Esto puede incluir reducir ahorros, aumentar los saldos de tarjetas de crédito, asumir más horas en el trabajo o un segundo trabajo, y saltarse facturas o pagar menos del mínimo adeudado", acota el estudio de McKinsey.

El comportamiento en la reducción del consumo de los latinos se ha visto exacerbado por la alta inflación. De hecho, una quinta parte planea recortar aún más el gasto. Esto incluye ajustar la cantidad o el tamaño de las compras o directamente retrasarlas; cambiar a un marca más barata o endeudarse aún más mediante el uso de servicios de "compre ahora, pague después" (una estrategia que es más prevalente entre latinos que en la población general).

Según el estudio, se espera que el consumo general caiga en todos los ámbitos, y los latinos reduzcan más que los blancos no latinos. Pronostican, además, que el consumo total caerá un 7% entre los latinos en comparación con solo el 1% en los blancos no latinos.

"Hacia adelante, se prevé que los latinos reduzcan sus gastos a una tasa tres veces superior a la de la población general para categorías esenciales, y cinco veces para los no esenciales. Es probable que reduzcan el gasto no esencial en un 10% pero solo reducirán el gasto en un 3% para los elementos esenciales", afirma McKinsey.

Sea como fuere, los latinos forman un grupo de consumidores clave en los EE. UU. con un tamaño de mercado de $1 billón por año: a pesar de una brecha de gastos en parte debido a los niveles de ingresos más bajos, como grupo, los latinos están aumentando su consumo más rápido que los blancos no latinos.

Si bien el gasto general de los latinos ha aumentado significativamente en la última década, todavía está por debajo de su participación de la población: los latinos representan el 19% de la población de EE.UU., pero manejan solo el 13% del ingreso total del hogar, con más gasto en artículos esenciales como alimentos en el hogar, atención médica, y vivienda.

Si bien los hispanos gastan más de lo que corresponde a su población en alojamiento de alquiler, ropa y calzado, todavía hay una brecha de $554 mil millones en el consumo que podría cerrarse si el gasto de los latinos igualara su parte de la población de EE.UU.

Así, no sorprende que -según la última encuesta de UnidosUS, el 46% de los latinos dijera que la inflación y el aumento del costo de vida es un problema importante que los funcionarios electos deben abordar, lo que lo convierte en el principal problema general más apremiante identificado.

Susana Barragán, analista de UnidosUS

Incluso, se detectó que el 85% de los latinos preocupados por la inflación dijeron que están preocupados por el aumento de los alimentos y los gastos básicos de subsistencia; mientras que el 29% de los latinos identificaron los empleos y la economía como un tema importante que los funcionarios electos deben abordar, lo que lo convierte en el tercer problema identificado más apremiante en general. 

Casi el 80% de los latinos están tomando medidas para administrar sus gastos debido a la inflación. Según McKinsey, esto puede incluir reducir ahorros, aumentar los saldos de tarjetas de crédito, asumir más horas en el trabajo o un segundo trabajo, y saltarse facturas o pagar menos del mínimo adeudado

"El empleo sigue siendo una prioridad. La economía y el trabajo es una de las prioridades de los grupos de latinos, porque suelen ser empleos donde no pagan bien, no tienen acceso a beneficios, etc.. Desafortunadamente gastan mucho de su mensualidad en gastos del hogar, y la inflación ha golpeado mucho. Por ejemplo, la renta subió hasta el 40% en algunas ciudades, y el gas también. La inflación afectó mucho a los hogares latinos", explicó a LPO, Susana Barragán, analista de UnidosUS. 

Además, casi 7 de cada diez latinos están preocupados porque los trabajos no pagan lo suficiente y deben tomar un segundo trabajo; y al 36% le preocupa que se avecinan despidos o que se les reduzcan las horas.