BID

De la O criticó la votación del BID que dejó fuera a Esquivel: "Es más de lo mismo"

El candidato de López Obrador recibió apenas dos votos. Estados Unidos y Argentina cerraron filas con Brasil.

 El triunfo del economista brasileño Ilan Goldfajn al frente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) no fue bien recibido por la 4T, que se manifestó a través de un escueto comunicado en un tono bastante crítico ante la decisión que dejó fuera la propuesta mexicana, Gerardo Esquivel, que en un sonoro fracaso diplomático de López Obrador, recibió apenas dos votos.

"Lamentamos que en las elecciones del BID continúe la política de más de lo mismo", señaló este domingo la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) que dirige Rogelio de la O, en un comunicado de apenas dos párrafos. "Se eligió la propuesta del gobierno de Brasil, apoyada por el de Estados Unidos", agregó, en lo que pareció responsabilizar a la administración Biden por la derrota.

Alberto aprovechó la votación del BID para tomar distancia de AMLO y alinearse con Brasil

Goldfajn, quien fue impulsado por la administración de Jair Bolsonaro, contó con el respaldo de Estados Unidos, Canadá y Argentina, con lo que una vez más, el gobierno que encabeza Alberto Fernández mostró su creciente distanciamiento con el gobierno de López Obrador.

Argentina es socio estratégico de Brasil en el Mercosur y sólo la frontal agresividad de Bolsonaro con Alberto Fernández logró que ese país tomara distancia de su aliado estratégico para acercarse a México. Lula es además amigo personal de Alberto y Cristina Kirchner, de manera que el reposicionamiento geopolítico de Argentina estaba descontado.

El giro del argentino era previsible desde que Lula triunfó en las elecciones de Brasil. Argentina es socio del gigante sudamericano en el Mercosur y sólo la frontal agresividad de Bolsonaro con Alberto logró que ese país tomara distancia de su aliado estratégico para acercarse a México. Lula es además amigo personal de Alberto y Cristina Kirchner, de manera que el reposicionamiento geopolítico de Argentina estaba descontado.

En este turno Argentina primero exploró un apoyo de México para insistir en la pelea por la presidencia, como reveló en exclusiva LPO, pero cuando vio que esta vez México no iba a bajar su candidato, decidió presentar su propia candidata, la economista Cecilia Todesca, para alargar una definición que se preveía: el apoyo la candidato de Brasil.

Goldfajn es un ex presidente del  Banco Central de Brasil y el actual director para el Hemisferio Occidental del FMI. Desde ahí tiene a su cargo supervisar el pesado programa al que está sometida la Argentina. pese a las presiones del ala de izquierda del PT, Lula no hizo nada para objetar su candidatura. 

En la anterior elección, López Obrador apoyó al argentino Gustavo Béliz en la anterior votación, pero sobre el final Alberto retiró su candidatura cuando vio que iba a perder ante Mauricio Claver-Carone, candidato del entonces presidente Trump. Ese fue un primer punto de fricción entre emboas presidentes. El segundo fue cuando el argentino acompañó la decisión de AMLO de no asistir a la Cumbre de las Américas de Los Angeles porque no invitaban a Venezuela, Cuba y Nicaragua, para en el último momento hablar con el demócrata y sumarse al encuentro, dejando a López Obrador en soledad.

Vale recordar que Esquivel fue nominado en el límite del plazo que tenían los países para enviar sus propuestas, luego que AMLO retirara la candidatura de Alicia Bárcena, que adujo una enfermedad de su marido para retirarse de una pelea, que acaso ya sabía perdidosa.

El triunfo sudamericano de Biden

La nominación del subgobernador del Banco Central de México (Banxico), parece sugerir que López Obrador no tiene intenciones de renovarle su mandato, que vence en diciembre, aunque de momento, el presidente tampoco a nombrado una terna para sustituirlo en enero. Se trata de un momento crucial para la institución que lucha ante la creciente inflación y las dudas del mercado de que pueda regresar al objetivo de 3% en 2024.

Como sea, con esta decisión, será la primera vez que un brasileño presida el BID, lo que refuerza la idea que la administración Biden de muy mala relación con Bolsonaro, quiere que Lula sea su principal interlocutor en la región, por encima de López Obrador.