Feijóo vuelve a Cataluña para consolidar el despegue del PP y buscar un reemplazo a Fernández
Cataluña se ha convertido en una suerte de obsesión personal para Alberto Núñez Feijóo. Hay plazas que son más que necesarias para ganar una elección general y el líder del PP se está preparando para sacar al partido del ostracismo en territorio catalán. El expresidente de la Xunta viajará este viernes a Barcelona para seguir adelante con su estrategia de distensión y acercamiento con el electorado constitucionalista.
El PP regional permanecerá con su actual estructura hasta 2024, aunque Feijóo ya busca un reemplazo de Alejandro Fernández, el hombre al frente del partido que no ha podido conseguir más de tres diputados en el Parlament. Es el número más bajo para los populares y una caída estrepitosa desde los 19 diputados que Alicia Sánchez-Camacho ganó en 2012. La aplicación del artículo 155 cambió la lógica y en Génova reconocen que es un legado difícil de contrarrestar.
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Eso explica por qué Feijóo se ha trasladado varias veces a Cataluña en lo que va del año. Mañana participará de una actividad de la Fundación Grupo SIFU y se espera que concrete una reunión con la titular del Parlamento Europeo, Roberta Metsola. Es la primera visita a suelo catalán desde que el gobierno de Pedro Sánchez anunció la reforma del delito de sedición. La última fue a finales de octubre, cuando inauguró la serie de convenciones sectoriales con las que el PP presentará su programa electoral en toda España.
El presidente del PP de Cataluña, Alejandro Fernández, a finales de julio.
La elección de Cataluña no fue al azar. La última encuesta del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO) señala que el PP obtendría entre 11 y 16 diputados en el Parlament, lo que llevaría a la formación al cuarto lugar dentro de la cámara, una posición que actualmente ostenta Vox. Feijóo asegura que el crecimiento del partido se debe no solo a la desintegración de Ciudadanos y la caída de Vox, sino al discurso menos confrontativo hacia Cataluña.
El PP también se beneficia del declive del independentismo. El fracaso del procés se tradujo en una implosión de la alianza soberanista en la Generalitat. La salida de Junts del Govern dio más protagonismo al PSC. Feijóo apela a un catalanismo amplio y en diálogo con el resto de España y ahora quiere quitarles a los socialistas la primacía dentro del llamado campo constitucionalista. Por eso busca un relevo para Fernández y proyecta un giro en relación a la política de Mariano Rajoy y Pablo Casado.
Feijóo quiere llevar los augurios del CEO al Congreso de los Diputados e incrementar el número de representantes catalanes en el grupo popular. El dirigente gallego sigue firme en su decisión de gobernar sin tener que pactar con Vox y defiende que centrarse en la gestión y la situación económica en Cataluña ha repercutido en el auge del PP. "Ha dado en el clavo", dice a LPO una fuente del PP catalán. Sin embargo, Feijóo podría ser víctima de un espejismo.
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La crisis de Ciudadanos se extiende por todo el país y la turbulencia en Vox se debe a diferencias en la cúpula. En algún momento Feijóo deberá abordar los temas incómodos para el PP: independentismo, sedición, educación y política lingüística. Sus lineamientos no son compartidos por todos los populares -en particular por los ayusistas- y, en caso de llegar a Moncloa, probablemente tendrá que lidiar con un Govern de corte independentista o algún tipo de coalición con elementos del independentismo.
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el líder del PSC, Salvador Illa.
Por lo pronto, Feijóo se muestra fiel a su estrategia y aumentará la frecuencia de sus viajes a Cataluña. Se apoyará en la dirección regional, aunque está en la búsqueda de caras nuevas y figuras jóvenes. Manu Reyes, jefe del PP Barcelona, es el favorito del gallego, según confirmaron a este medio fuentes conocedoras de la situación entre los populares catalanes.
Se da por descontado que Reyes competirá por la alcaldía de Castelldefells, donde ocupó el cargo entre 2011 y 2015. El PP intentará crecer desde la provincia de Barcelona hasta el resto de la comunidad. Es la apuesta de Feijóo, consciente de los resultados que puede obtener el partido en las municipales en un territorio esquivo como Cataluña. Pero la reconstrucción tiene que empezar por algún lado.