Cataluña

Junts dice que la reforma de la sedición perjudica a Puigdemont y apuesta al desgaste de ERC

Los posconvergentes atraviesan una etapa crítica tras la salida del Govern. Apuntan a la reforma penal para chocar con ERC y piden a Xavier Trias que defina su candidatura en Barcelona. El pulso entre Turull y Borràs continúa.

 Los posconvergentes no se reponen de la salida del Govern. La interna entre el sector de Jordi Turull y el de Laura Borràs no se ha saldado con la partida -defendida por la presidenta de Junts y rechazada por su secretario general- y la formación apenas puede salir de la posición reactiva en la que se acomodó desde el pasado 7 de octubre. La postura respecto a la reforma del delito de sedición exhibe la estrategia de confrontación que tiene la marca de Borràs.

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Los principales voceros del partido salieron a cuestionar la proposición de ley y a señalar a sus antiguos socios de gobierno. Miriam Nogueras, portavoz de Junts en el Congreso, sostuvo que la iniciativa solo busca "extraditar a (Carles) Puigdemont para que sea juzgado en España". El mismo guion repitieron el presidente de Junts en el Parlament, Albert Batet, y el portavoz del partido, Josep Rius. Insistir en el mensaje no fue casualidad.

 La portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras.  

Aunque los dirigentes posconvergentes pusieron en duda los números de la última encuesta del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO), están preocupados. Los partidos independentistas se asoman a una pérdida de la mayoría que consiguieron en 2021 y Junts se lleva la peor parte: su bancada quedaría con entre 13 y 8 diputados menos, pasando de los 32 actuales a un total de entre 19 y 24. 

La pérdida de cargos tras el éxodo del Ejecutivo autonómico debería haber bastado para evidenciar cuán necesarios son los recursos de la Generalitat a la hora de emprender una campaña. Hasta octubre, el partido percibía más de 20 millones de euros anuales en virtud de los sueldos de consellers, cargos intermedios y asesores

"Si no hay un giro ya, la cosa se va a poner muy fea. No es lo mismo enfrentar una elección desde el gobierno que desde la oposición", admite a LPO una fuente cercana al sector de Turull, que descree del accionar confrontativo que promueve el ala que responde a Borràs. Las diferencias se profundizan y, reconoce más de un dirigente del partido, no parece haber punto medio entre las aspiraciones separatistas y la senda hacia la gestión como prioridad.

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Autoexcluido del Govern, el municipalismo es la apuesta obvia de Junts, aunque no todos dentro del espacio comprenden la situación en la que se encuentran. La pérdida de cargos tras el éxodo del Ejecutivo autonómico debería haber bastado para evidenciar cuán necesarios son los recursos de la Generalitat a la hora de emprender una campaña. Hasta octubre, el partido percibía más de 20 millones de euros anuales en virtud de los sueldos de consellers, cargos intermedios y asesores.

Xavier Trias busca volver a Barcelona.

Aquellos que quieren devolver a Junts a su posición de partido de gobierno con vocación institucional está en pleno proceso de armado de listas. La formación está pendiente de la confirmación de Xavier Trias como candidato a la alcaldía de Barcelona, que ya dirigió entre 2011 y 2015. Es la carta de los posconvergentes para volver a escena, si bien la demora en el anuncio se debe a las rencillas del partido, algo que genera dudas al exmilitante de PDeCat. 

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A Trias tampoco le sirve que el ala radicalizada del partido, la que insiste con la independencia unilateral y no reconoce al gobierno en Madrid, no solo porque decidió competir en Barcelona, sino porque la etapa de medirse con ERC para demostrar cuál es la fuerza más pura y convocante del campo independentista está agotada. Lo demuestran las encuestas y, por sobre todo, lo rápido que superó Pere Aragonès el portazo de sus exsocios.