Arrimadas llega a Andalucía para apuntalar a los candidatos de Ciudadanos en medio de las críticas de Marín
Después de la debacle electoral en Andalucía, que terminó con la desaparición de Ciudadanos del Parlamento autonómico, las bases y los cargos en los territorios discutieron una vuelta al municipalismo. Por eso Inés Arrimadas tiene previsto viajar este sábado a Sevilla para respaldar a los candidatos naranjas a las municipales de mayo. Sin embargo, el desembarco de la presidenta de Ciudadanos se da en medio de las críticas del ex número dos del gobierno andaluz y antiguo líder del partido en Andalucía.
Juan Marín dijo en entrevista con EFE que "hay tres ignorantes de turno que están llevando al partido a la ruina", un duro cuestionamiento a Arrimadas, que todavía no ha dado indicios de su continuidad al frente de Ciudadanos, y la dirección nacional. Fuentes de la formación aseguran a LPO que los comentarios de Marín buscan golpear al partido en pleno proceso de refundación y señalan la mano del exsecretario de Organización del partido, Fran Hervías.
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, con Juan Marín en julio pasado.
Hervías estaría detrás de los grupos disidentes que exigen la dimisión de Arrimadas. La cúpula naranja intenta desactivar a los díscolos y desconfía de Marín por el acceso del PP andaluz al censo de afiliados de Ciudadanos: el exvicepresidente de la Junta fue designado por Juanma Moreno titular del Consejo Económico y Social de Andalucía. Los de Arrimadas ven a los populares por la labor de cooptar a los cuadros de Ciudadanos. Primero comienzan por los disconformes, luego van por indecisos y por último apuestan por desmantelar al partido.
Marín apuntó además a las dificultades de Ciudadanos para mantenerse en los territorios. Ese talón de Aquiles fue detectado rápidamente por Arrimadas, que a mediados de octubre fue a Santa Coloma a respaldar a Dimas Gragera, candidato a la alcaldía. La nueva estrategia es de "abajo hacia arriba", un intento por recuperar terreno para el especio liberal, y Cataluña, que supo ser el feudo del partido, es una plaza importante para la propia Arrimadas.
En Sevilla, la presidenta del partido respaldará al candidato al Ayuntamiento, Miguel Ángel Aumesquet, quien aseguró que Ciudadanos "sigue siendo el mismo partido de siempre, que no roba, que no es corrupto y que no utiliza las instituciones como una oficina de colocación de sus amiguetes, familiares o afiliados". Era una alusión a Marín y a otros exdirigentes de la formación como la antigua presidenta del Parlamento Marta Bosquet, que ahora ocupan cargos en instituciones de Andalucía por decisión de Moreno.
Arrimadas se reunió el jueves con el primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte.
La renuncia de Marín supuso la descomposición del partido en Andalucía, por lo que el viaje de Arrimadas busca dar un espaldarazo a los naranjas allí. En Sevilla destacará a los cabezas de listas en los municipios de Alcalá de Guadaíra, Bormujos, Benacazón, Utrera, San Juan de Aznalfarache, Camas, Marchena, Gines, Lantejuela, Alcalá del Río y Huévar del Aljarafe. En paralelo, Arrimadas intenta mostrar que mantiene el liderazgo y puede rescatar al partido.
Arrimadas apenas se pronuncia respecto a la conducción del partido, que se resolverá en enero durante la asamblea general extraordinaria, cuando se renueven las autoridades partidarias. Pero en la última semana ha levantado el perfil, no solo en el plano doméstico y desde el Congreso de los Diputados. Después de reunirse en julio con el líder del Partido Democrático Libre (FDP) y ministro de Economía alemán, Christian Lindner, la líder naranja viajó a Países Bajos.
Allí se reunió con el primer ministro Mark Rutte y miembros de su formación, el Partido Popular por la Libertad y la Democracia, y Demócratas 66, que integra el gobierno neerlandés. Arrimadas muestra sintonía con fuerzas liberales de Europa y lleva el mensaje de la necesidad de mantener con vida a Ciudadanos en España. En dos meses comenzará a develarse si alcanza para recuperar músculo o es el fin del camino.