Migración

Meloni arremete contra Macron por la llegada de migrantes y abre una crisis con Francia

La líder del gobierno italiano condenó la "reacción agresiva" de París por negarse a que el Ocean Viking atracara en aguas propias. Mattarella la respaldó. Meloni cree que Macron busca exponerle ante Bruselas.

 La cuestión migratoria se convirtió en el primer punto de tensión entre Italia y Europa. Después de que Giorgia Meloni, la presidenta del gobierno italiano, cerrara los puertos del país al Ocean Viking, con 230 personas a bordo, Francia prometió represalias. Por empezar, París congeló la acogida de 3500 refugiados que permanecen en territorio italiano y anunció que reforzará los controles en los puntos fronterizos.

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"Cuando se trata de represalias, algo en la dinámica europea no funciona", dijo Meloni este viernes tras admitir que estaba "muy impresionada por la reacción agresiva" del gobierno francés. También apuntó que Italia "ha hecho entrar a casi 90.000 migrantes en su territorio nacional" este año. Ocean Viking atracó finalmente hoy en el puerto militar francés de Toulon: un tercio de los migrantes permanecerán en Francia y el resto será recibido por Alemania Bulgaria, Croacia, Portugal, Rumanía, Lituania, Irlanda, Malta y Luxemburgo.

 Gérald Darmanin, ministro del Interior de Francia. 

"Es a título excepcional que acogemos este barco, teniendo en cuenta los quince días de espera en el mar que las autoridades italianas han hecho sufrir a los pasajeros", disparó ayer el ministro francés del Interior, Gérald Darmanin. El argumento de París es que, según el derecho internacional, una embarcación como Ocean Viking debe atracar en el puerto más cercano e Italia debería haberle recibido.

"No creo que sea justo acusarnos de no haber sido responsables. La única solución común, y lo hablé con Macron, Alemania y la UE, es la defensa de las fronteras exteriores de la UE, bloqueando las salidas, abriendo centros", respondió Meloni. El ministro de Relaciones Exteriores de Italia, Antonio Tajani, con buena llegada a Bruselas, se alineó con Meloni y pidió a la UE más comprensión con su país que, junto a Malta, son los destinos donde primero llegan los migrantes que parten de Libia. 

Cuando se trata de represalias, algo en la dinámica europea no funciona

El par italiano de Darmanin, Matteo Piantedosi, también se mostró sorprendido por la reacción del gobierno francés. Darmanin anunció que tenía previsto impulsar una reunión de la Comisión Europea para definir una respuesta conjunta contra Roma. El ministro francés aplaudió a Alemania y los otros ocho países del bloque que demostraron la "solidaridad europea" frente a la indiferencia italiana. Meloni piensa que el gobierno de Emmanuel Macron quiere exponerla en Bruselas.

Meloni y Macron en su primer encuentro en Roma, el pasado 23 de octubre. 

En un gesto curioso, el presidente Sergio Mattarella salió en defensa del gobierno italiano al declarar que los inmigrantes necesitan "opciones compartidas de la UE" y el continente precisa definir "criterios de solidaridad entre los países miembros". Meloni parece inmutable ante el pulso con Macron. "Los ciudadanos nos han pedido que defendamos las fronteras italianas y este gobierno no traicionará la palabra dada", tuiteó el martes.

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La dirigente posfascista se reunió con el presidente francés el pasado 23 de octubre en la capital italiana, días después de que Meloni se convirtiese en la primera mujer en liderar un Ejecutivo en la historia de su país, también el primero de extrema derecha desde la segunda guerra mundial. Si bien mostraron cordialidad y destacaron la importancia de la relación bilateral, Macron desconfía de Meloni y sus socios de coalición. La disputa por el Ocean Viking le dio la oportunidad de fijar sus posiciones a Roma.