Presupuesto bonaerense

Los intendentes pulsean con Kicillof para que la inflación no licúe los fondos para obras

Alcaldes peronistas y opositores ensayan una postura común en la negociación del presupuesto de la provincia.

La negociación del Fondo de Infraestructura Municipal (FIM) será el eje de la discusión por el presupuesto que la semana pasada Axel Kicillof envió a la Legislatura. Más allá del número que se acordará para ese fondo -por estas horas estiman negociar unos 50.000 millones de pesos- los alcaldes peronistas y opositores quieren cambiar la burocracia que arrastra ese esquema y que les hizo perder durante este año buena parte de lo acordado a fines del año pasado.

Actualmente el monto global se baja los distritos a través de un índice de distribución. Los intendentes proyectan las obras y arranca una compleja burocracia con el ministerio de Infraestructura que les aprueba los proyectos. Recién después el gobierno empieza a girar el dinero.

Los intendentes plantean que el esquema actual es inviable con los porcentajes de inflación actuales. Recién en estos últimos meses comenzaron a recibir el monto acordado en diciembre pasado. "La plata no alcanzó, quedamos muy lejos", aseguran.

La idea que vienen conversando entre alcaldes peronistas y opositores es eliminar el complejo proceso de presentación de carpeta a Infraestructura. Quieren que el dinero baje mes a mes a los municipios y que se elimine la burocracia.

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En julio, varios intendentes opositores se reunieron con el Gobernador para pedirle una actualización del fondo para obras municipales. Kicillof les dijo que no. Fue tajante y generó malestar en el PRO. "Axel dejó en claro que no quiere consensuar nada", dijeron.

Fernando Espinoza.

Pero el problema no impacta sólo sobre los municipios de la oposición. Los intendentes del Frente de Todos tampoco pueden hacer frente a las obras proyectadas. Por caso, este lunes mantuvieron un encuentro con Alberto Fernández y Sergio Massa en la Casa Rosada exclusivamente pautado para conversar ese tema.

La idea que vienen conversando entre alcaldes peronistas y opositores es eliminar el complejo proceso de presentación de carpeta a Infraestructura. Quieren que el dinero baje mes a mes a los municipios y que se elimine la burocracia.

Además de los 50.000 millones para obras municipales, los alcaldes negocian otros 32 mil millones para un fondo de seguridad, más otros 4.8 mil millones de aportes del Tesoro Nacional para recuperar fondos perdidos por la inflación de 2022.

El proyecto de presupuesto enviado por el Ejecutivo provincial a la Legislatura prevé gastos por más de 6,9 billones de pesos, con un déficit primario de 81.000 millones y un déficit financiero de 249.000 millones.

Como en los años anteriores, la mayor inversión estará en infraestructura, educación, salud, seguridad y empleo. El texto del proyecto plantea una inversión de capital total de 553.635 millones, lo que significa una suba del 24,9% respecto de 2022 y de 123,3% en términos reales respecto a 2019, llegando a representar el 8,0% del gasto total previsto para el año que viene. El 83% de estos fondos serán destinados a áreas clave como Educación, Salud, Seguridad, Vivienda, Vialidad, e Infraestructura hídrica y energética.

En el mismo paquete, el gobernador envió la ley Impositiva para 2023 que prevé subas por debajo de la inflación. Según trascendió, los alcaldes quieren que se establezca un tope a la actualización de las categorías más altas del impuesto inmobiliario.