Preocupación en el entorno de Llaryora por el impacto del "González gate"

Envuelta en una polémica por los múltiples privilegios que tenía Oscar González, la tragedia vial que protagonizó el cacique del oeste cordobés opacó el lanzamiento de Martín Llaryora para la Gobernación. Lo reconocen en la mesa chica del intendente capitalino, donde se lamenta la falta de reflejos para postergar el acto al que asistió el peronismo (casi) en pleno, con Juan Schiaretti a la cabeza.

Un breve repaso de ese cúmulo de privilegios que desnudó la tragedia vial en la que falleció una mujer y dos adolescentes resultaron gravemente heridas cuando, de acuerdo con las primeras pericias, González habría cruzado de carril embistiendo con su vehículo al que viajaban las víctimas: la camioneta BMW le había sido cedida para sus funciones por el Poder Judicial, pero la usaba para cuestiones personales; además de ésta, tiene bajo su guarda otros tres vehículos a disposición; su carné de conductor lo obtuvo pese a tener impagas una serie de multas; y su pareja, en un audio que se hizo viral, dijo que tenía intenciones de "quedarse" con el vehículo siniestrado.

Tras el trágico choque, Oscar González pidió licencia en la Legislatura

Mientras en distintas esferas del peronismo se espera que González dé una señal -hasta ahora sólo pidió licencia hasta el 21 de noviembre- que frene el escándalo, la oposición tiene la cancha liberada para desplegar su artillería e involucrar en las críticas a Llaryora, el único candidato a gobernador confirmado hasta ahora.

Luis Juez se lanzó al acecho: "Es un tipo que se compró un castillo que era de una baronesa chilena en la localidad San Javier. Es el dueño del oeste cordobés y todo eso lo acumuló con la política", dijo el senador nacional sobre González. "Los conozco a todos estos tipos. No tenían para comer y hoy son millonarios", agregó Juez.

"Hay fin de ciclo en la provincia de Córdoba", fue el escueto tuit que escribió Rodrigo de Loredo, ya en rol de candidato de Juntos por el Cambio.

Mario Negri, por su parte, agregó, con una alusión directa a Schiaretti: "En Córdoba duelen síntomas de la enfermedad de 24 años en el poder. Violencia institucional, muertes de bebés en el Hospital Neonatal, privilegios que salen a luz por una tragedia vial. El ocultamiento se cae a pedazos. Se necesita la palabra de la máxima autoridad de gobierno".

El silencio del oficialismo alcanza al propio Llaryora, que ahora debe administrar los dos trajes, el de intendente y el de candidato a suceder a Schiaretti. "Sería inapropiado que haga un juicio de valor sobre información periodística", dijo cuando habían pasado 60 horas del siniestro vial y González ya estaba imputado por homicidio culposo agravado.

El impacto tiene tal magnitud en la estrategia del peronismo que la presentación de 50 ómnibus 0 km con aire acondicionado no tuvo trascendencia en la agenda periodística. "Tampoco hay nadie que ponga la cara y frene este escarnio", se quejó ante LPO un llaryorista duro que considera que es el Gobierno provincial el que debe buscar una salida a la crisis.