Seguridad

Muy debilitado, Encinas ahora habla de renunciar y ser embajador en Cuba

Temor por futuras investigaciones en su contra. Un espía interior. Las pistas en el Conacyt.

 Son las horas más aciagas de Alejandro Encinas en Segob, al frente del caso Ayotzinapa. El subsecretario tiene la relación deteriorada con Alejandro Gertz Manero, Adán Augusto López Hernández y Luis Crescencio Sandoval. Solo resiste en el cargo por pedido de Andrés Manuel López Obrador. Pero en las últimas horas, según pudo conocer LPO, volvió a ofrecer su renuncia atisbó la posibilidad de un retiro diplomático, concretamente en Cuba.

Ya no solo se trata de la dificultad de avanzar en sentencias contra los culpables de la desaparición de los normalistas. Encinas, desde que se conociera, por medio del GIEI, que procedió con pruebas adulteradas, está en riesgo de ser investigado por supuestas irregularidades en el proceso. De ahí la necesidad de un fuero de largo plazo y el foco en Cuba, donde no sería sensible de ser extraditado.

López Obrador, por su parte, ya aplanó el camino para una eventual salida al designar a su hijo en la Secretaría de Economía. 

Encinas todavía no lo dice en público, por los chats adulterados que usó como evidencia los recibió de una persona de la Sedena que le fue recomendada por integrante de su propio equipo.  Un gran trabajo de infiltración de la inteligencia militar en la Comisión de la Verdad y que solo tendría por finalidad la nulidad de lo actuado y un futuro de complicaciones para Encinas.

Por cierto: ¿Qué habrá de realidad en ese dato que manejan cerca de Encinas de que entre los familiares de los normalistas también hay informantes del Ejército? 

Otro detalle: los mensajes de Whatts App que utilizó Encinas fueron puestos en duda meses atrás por un directivo de la DEA en México que cuando fue consultado dijo que eran falsos pero Encinas tenía el mandato presidencial de avanzar.

Este problema se suma a otro más delicado: el de una supuesta unidad de trabajo del caso Ayotzinapa en Conacyt donde se tomaron registros de comunicaciones entre militares sin contar con orden judicial alguna. Esa unidad la creó Enrique Peña Nieto y permaneció en el gobierno actual aunque poco y nada se dice de lo que allí acontece.