Camioneros: la fuerza de choque de Bolsonaro para condicionar a Lula
Los camioneros brasileños pusieron en jaque el orden público de Brasil. Llevan tres días cortando los accesos de las rutas de 22 estados y perjudicaron el turismo interno en las vísperas del feriado de este miércoles, como reacción negativa al resultado de las elecciones que dieron ganador a Lula.
No se trata de un reclamo gremial por aumentos salarios y condiciones de trabajo, actuaron como fuerza de choque del bolsonarismo y pidieron intervención de las Fuerzas Armadas para llevar a cabo un golpe que impida la asunción del presidente electo. La rueda de prensa de Bolsonaro, en la que les pidió que levanten los bloqueos, no calmó los ánimos dado que la interpretación del discurso tuvo lecturas diferentes y en algunos casos fue leído como una señal para continuar en las calles.
Lo que muestra situación es la sociedad estratégica de los camioneros y Bolsonaro. La lógico habría indicado que la relación más estrecha seria con el Partido de los Trabajadores, pero no, fueron un pilar para sustentar los cuatro años de gobierno bolsonarista.
Los camioneros jugaron muchas veces este rol. En los últimos dos aniversarios de la independencia lotearon Brasilia como forma de presión al Congreso y el Supremo Tribunal Federal, y en las vísperas de la primera vuelta amenazaron hasta último momento con realiza una acción de corte golpista. Esa posibilidad estuvo presente entre los pasillo del comando del PT en la conferencia prensa de Lula antes del primer turno. Finalmente no sucedió.
Lo que explica la armonía de los hombres del volante con el jefe de estado es la connivencia con la patronal del agronegocio, base fundamental de Bolsonaro sobre todo en la zona sur del país. De alguna manera, muchas de las acciones camioneras están orquestadas de forma conjunta con el sector empresarial. En ese sentido, el periodista Bruno Fonseca publicó en el sitio Agenda Pública que los bloqueos fueron organizados la semana previa a las elecciones y contaron con la participación de militares de reserva.
La relación con Bolsonaro comenzó en 2018, cuando llevaron a cabo una brutal huelga general que puso en crisis al gobierno de Michel Temer en un contexto de más de 50 por ciento de aumento de los precios de los combustibles. La medida dejó hospitales desabastecidos, supermercados vacíos y cancelación de vuelos nacionales e internacionales. En ese entonces, también pidieron una intervención de las Fuerzas Armadas y eso los acercó al entonces candidato Bolsonaro.
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Un ex funcionario que trabajó en la Secretaría de Transportes de Brasil explicó a LPO que "los camioneros son críticos en la matriz de transporte y logística de Brasil" y agregó "las distancias son grandes, el 60 por ciento de lo que transportamos de carga es por camiones".
"Brasil tiene solo 29 mil kilómetros de ferrocarriles, es una carencia grande para equilibrar el poder de los camioneros, por eso, siempre fueron relevantes para la economía. En los últimos cuatro años, desde la huelga de 2018, tienen una importancia política muy grande porque le pararon el país a Michel Temer durante doce días", agregó el ex ministro.
La fuente agregó que los camioneros empezaron a tener representación política desde su acuerdo con Bolsonaro. "Los camioneros tienen un salario de entre 3 y 6 mil reales, es una renta media, son dueños del camión o tienen más de uno y defienden la agenda muy de costumbres y familias de Bolsonaro. Intentaron paros contra los opositores y se crearon nuevos liderazgos más radicalizados", señaló.
Brasil es el país quinto más grande en extensión geográfica del planeta y el más dependiente en sus rutas. Si bien el gremio integra la Confederación Nacional de Transportes (CNT), la base bolsonarista en ese sector son empresarios medianos y cuentapropistas. Es importante aclarar que ni el jefe oficial de los camioneros, Wanderlei Alves, ni el presidente del la CNT Plínio Dias, expresaron apoyo a las protestas y pidieron levantar los bloqueos y aceptar los resultados de las elecciones.
En 2022, Camioneros fue también receptor de los subsidios que Bolsonaro entregó durante la pandemia y especialmente en plena campaña electoral. Se trató de un plan social de 70 dólares mensuales para 2022, que benefició a 750.000 camioneros autónomos propietarios de vehículos como compensación por el aumento del precio del gasoil.
La alianza de Bolsonaro con los camioneros es clave para reforzar la capacidad de movilización en esta nueva etapa. El bolsonarismo dejó en claro que hará una oposición radicalizada y agresiva donde los camioneros le adicionan capacidad de presión y la posibilidad de la paralización total de la actividad económica y genera problemas de gobernabilidad.