En el PT temen que un aumento de la abstención favorezca a Bolsonaro
Las campañas electorales ultiman detalles para un balotaje que se presenta apretado y de resultado abierto. Las encuestas marcan una diferencia de no más de 5 puntos e incluso algunas hablan de un empate técnico. "Ganamos por 6 millones de votos de diferencia y tuvimos una campaña de derrota. Eso habla de lo incierto del escenario y de la efectividad de la estrategia de Bolsonaro", comentó a LPO una fuente cercana al comando de Lula.
Bolsonaro logró un volumen importante de apoyos en Estados importantes como Minas Gerais y la buena actuación en el debate alimentan una idea de remontada. No obstante, los analistas que trabajan para diferentes encuestas afirman que Lula sigue siendo favorito y por más épica de campaña que el oficialismo instale, revertir la diferencia de votos de la primera vuelta es bastante complejo. "Lo único que podría inclinar la balanza es un récord de la abstención", reconocen en el PT.
La abstención el 2 de octubre fue de 20,9 por ciento (32,7 millones de brasileños), un número que se mantuvo estable en relación al 2018 (que fue de 20,3) pero la más alta desde 1998. El abstencionismo, en las segundas vueltas siempre es más alto, sobre todo entre votantes petistas.
En ese sentido trabajan ambos equipos. Del lado del Partido de los Trabajadores están tomando todos los reparos del caso para no dejar ningún cabo suelto que pudiera perjudicar la asistencia a votar. Por eso, se anotaron una victoria cuando el Tribunal Superior Electoral dio luz verde el pedido de garantizar el transporte público como si fuera un día laboral, algo que en el bolsonarismo estaban intentado evitar.
Finalmente, 24 capitales brasileñas no solo confirmaron que iban a plegarse a esa decisión sino que en algunos casos anunciaron un pase libre. Esto está orientado a los que cobran hasta dos salarios mínimos, base electoral de Lula. Sin embargo, hay alcaldes bolsonaristas que se resisten y hasta proponen cobrar 5 veces más caro.
A su vez, como forma de desincentivar la participación, el parque temático "Beto Carrero" que anunció su apoyo a Bolsonaro, impulsó un descuento de 25 por ciento dirigido especialmente a personas identificadas con el Partido de los Trabajadores solamente si permanecen en el predio de 8 a 17 (el horario para ir a votar). "Es un estrategia malvada y un abuso de poder económico", reprochan en el PT.
Otro de los frentes que preocupan al equipo de Lula es el voto de los trabajadores que están bajo amenaza de empresarios bolsonaristas. Esto siempre fue un secreto a voces pero tras el resultado de la primera vuelta, circularon videos de empresarios presionando a los empleados. La Justicia intervino aplicando multas y el PT usó esos hechos para su propaganda televisiva sugiriendo que los trabajadores no digan a quién votan y hagan los suyo en la maquina de votación.
En este contexto aparece la figura de Steve Bannon que, como reveló LPO, evalúa instalarse en San Pablo para colaborar en el tramo final de la campaña. El modus operandi, según denuncian en el PT, será la propagación de noticias falsas para estimular el abstencionismo.
Bolsonaro necesita remontar Minas Gerais donde la última encuesta de Quaest da una ventaja para Lula de 53-47 y revela que más de un 60 por ciento no cambia el voto a pesar del apoyo del gobernador Romeu Zema a Bolsonaro) y achicar la diferencia en el nordeste para soñar con la reelección. Eso sin un aumento de la abstención prácticamente es imposible.