Presupuesto 2023

Economía podría perder 300 mil millones por la presión de los bancos por el ajuste por inflación

Los bancos quieren evitar que se divida en tres cuotas como planteaba el presupuesto del 2021. Esta opción mejora la recaudación del Estado.

Los diputados están sometido por estas horas en las que empieza a definirse la letra chica del presupuesto, al lobby cruzado de sectores económicos que tienen visiones distintas sobre como debería instrumentarse el ajuste por inflación del impuesto a las ganancias.

Actualmente se permite a los contribuyentes ajustar sus balances por inflación, para descontar de los balances de las empresas las ganancias ficticias que genera la depreciación monetaria, que dispara los números nominales.

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En el Presupuesto del 2022 que se cayó por el rechazo de la oposición a votarlo, se prorrogaba el sistema que rigió hasta el 2021 que permitía deducir de ganancias el ajuste por inflación en tres años consecutivos. Esto permitía al Estado morigerar el impacto fiscal de las medidas y a las empresas productoras que toman deuda en el exterior, como las petroleras, les facilitaba la operación.

Fuentes del Ministerio de Economía confirmaron que según sus cálculos mantener el sistema actual de un sólo debito en lugar de prorratearlo en tres años le genera una pérdida al fisco de unos 300 mil millones de pesos.

Cuando se cayó el presupuesto el ajuste por inflación pasó a debitarse en una sola cuota. Esta opción beneficia a los bancos y son los que despliegan por estas horas un intenso lobby sobre los diputados para que no incluyan en el Presupuesto la modificación que permita el regreso de las tres cuotas.

Fuentes del Ministerio de Economía confirmaron que según sus cálculos mantener el sistema actual de un sólo debito en lugar de prorratearlo en tres años le genera una pérdida al fisco de unos 300 mil millones de pesos.

La diferencia entre los sectores económicos se da porque el impacto del ajuste por inflación tiene efectos diferentes según el tipo de balance que tengan las compañías. Aquellas en la que el activo monetario es mayor al pasivo monetario (como los bancos), están más expuestos en sus balances al impacto de la inflación y esto les genera una pérdida que pueden deducirla del impuesto. Les sirve anticipar el pago y ganarle a la inflación.

Las compañías que tienen más pasivos monetarios que activos monetarios y que realizan inversiones intensivas y tomas préstamos en el exterior, como las petroleras, están obteniendo una ganancia producto de la inflación y deberían pagar más. Por eso, prefieren prorratear en tres cuotas el pago porque les gravan las ganancias generadas por efecto de la inflación.