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Adán Augusto cree que el choque con MC lo ayuda a subir en la encuestas y se diferencia de Sheinbaum y Ebrard

Aval en Palacio Nacional y jugada de largo alcance con la candidatura opositora. Los acuerdos locales.

Adán Augusto López Hernández se encuentra en un conflicto total con gobernadores de MC y del PAN a partir del debate sobre la militarización y la seguridad. Hoy miércoles tildó a Samuel García de "hipócrita, egoista e incapaz", siguiendo así una sucesión de ataques que también alcanzaron a los gobernadores Diego Sinhue de Guanajuato y Enrique Alfaro de Jalisco. 

Al interior de Bucareli mencionan que estos choques favorecen al secretario de Gobernación a subir  los niveles de conocimiento en el público general, que es uno de los grandes obstáculos que tiene Adán Augusto frente a Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum. El encargado de la política interna viene de gobernar un estado que solo representa el 4% del padrón. Pero en el transcurso de la semana su nombre ya resuena en entidades de peso electoral como Nuevo León, Jalisco y Guanajuato.

En las tres entidades el secretario de Gobernación tiene aliados que a su vez están absolutamente confrontados con los gobernadores. En Guanajuato tiene mucha relación con la familia Prieto que detesta a Sinhue, en Jalisco sucede algo similar con su aliado, el empresario Carlos Lomelí, que suele contar alegremente sus planes para encarcelar a Alfaro si fuera gobernador. 

En Nuevo León la sociedad es más reciente pero igual de compleja para el gobernador: Adán Augusto tiene mucha relación con el PRI estatal que está confrontado con García por el incumplimiento de un acuerdo destinado a designar al ex alcalde regio Adrían De la Garza como futuro fiscal general.

Adán Augusto muestra así una faceta novedosa: la confrontación. En sus meses en el cargo se ha caracterizado por ser un político accesible y que recibe incluso a aquellos actores que el propio Andrés Manuel López Obrador desprecia, especialmente algunos exponentes del empresariado. Esta faceta lo acerca más al presidente, que apuesta fuerte a la polarización.

Es un atajo además para diferenciarse de Sheinbaum y Ebrard, que en cada ocasión que pueden circulan por el interior del país en una tónica de armonía con los gobernadores que los reciben aunque estos sean de la oposición. Una transversalidad de la que Adán Augusto ahora parece marcar distancia.

El presidente está satisfecho con este giro. Desde que colocó en su conferencia matutina los nombres de los aspirantes a la presidencia de la oposición comenzó a instalar una conversación que pretende moderar y definir. Entiende que los ataques de su Gobierno a MC empujan a ese partido a la coalición opositora.

López Obrador conoce de primera mano que Dante Delgado no quiere compartir escena con el PRI y esa es la jugada de más largo alcance: que MC configure un acuerdo con PAN y PRD y que la moneda de cambio sea la expulsión del PRI de esa liga. Se reiteraría así el tablero del 2018.