Relación bilateral

Marruecos niega la soberanía española en Ceuta y Melilla y deja expuesto a Sánchez

Rabat calificó a Melilla de "presidio ocupado" en una carta enviada a la ONU. Exteriores no respondió y el PP le exigió a Sánchez defender la integridad territorial.

El gobierno marroquí volvió a poner en duda la integridad territorial de España tras afirmar que "no cuenta con fronteras terrestres" con el país. Pero Rabat redobló la apuesta y calificó a Melilla de "presidio ocupado". Estas consideraciones aparecen en una carta que el reino alauita envió al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que investiga la muerte de al menos 23 personas -los relatores de Naciones Unidas hablan de 37- el pasado 24 de junio, cuando un grupo de migrantes intentaba cruzar la valla de Melilla.

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"El Reino de Marruecos no cuenta con fronteras terrestres con España y Melilla sigue siendo un presidio ocupado y, por este motivo, no se puede hablar de fronteras, sino de simples puntos de paso", dice la carta. La respuesta marroquí, sin embargo, contradice lo que el presidente Pedro Sánchez había asegurado en el Congreso de los Diputados unas pocas semanas antes de la represión en Melilla: "La soberanía española sobre Ceuta y Melilla está fuera de toda duda".

Después de que Sánchez respaldara el plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental, en Moncloa esperaban una distensión en el vínculo bilateral. La decisión del presidente había sido criticada tanto por el PP como por los socios de coalición de Unidas Podemos. Incluso dentro del PSOE hubo descontento por el giro que, según pudo saber LPO, muchos interpretaron como un arreglo negociado por Sánchez y José Manuel Albares.

El presidente Pedro Sánchez junto al rey Mohamed VI de Marruecos, en Rabat. 

España no ha ahorrado gestos hacia Marruecos. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, definió a lo sucedido en la ciudad autónoma como "un episodio de intento violento de entrada irregular" y defendió además el accionar de las autoridades marroquíes y de la Guardia Civil y la Policía Nacional. La semana pasada, el representante de España ante el Comité de Descolonización de la ONU se llamó a silencio al momento de discutir la situación del Sáhara. 

Incluso dentro del PSOE hubo descontento por el giro que, según pudo saber LPO, muchos interpretaron como un arreglo negociado por Sánchez y José Manuel Albares

El acercamiento a Marruecos resintió la relación con Argelia, abastecedor privilegiado de gas a la península. El PP le sigue pasando factura al gobierno por las consecuencias de la política de Sánchez y Albares. Este jueves la portavoz de los populares en el Congreso, Cuca Gamarra, le pidió al presidente que fuese contundente a la hora de ponerle límites a Rabat. Sin embargo, Moncloa quiere privilegiar la normalización de la circulación de personas y bienes en Ceuta y Melilla.

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"Nosotros no aceptamos que se hable de Ceuta y Melilla como ciudades ocupadas porque son territorio español, son territorio europeo internacionalmente reconocido", dijo Sánchez luego de la declaración conjunta con el rey Mohamed VI, "pero también hemos de entender que Marruecos merece la misma consideración cuando hablamos de los asuntos que a ellos les preocupan". Esa declaración firmada en abril no menciona la integridad territorial de España que, para Albares, es reconocida de forma implícita por Marruecos con la reapertura de los pasos fronterizos.

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De acuerdo a EFE, el Ministerio de Exteriores marroquí desmintió el contenido de la carta remitida a la ONU, pero hasta el momento la rectificación no fue pública ni pronunciada por un alto cargo diplomático, lo que abona a la teoría del secretismo y la ambigüedad de las negociaciones y las dudas respecto a los compromisos de Rabat. Desde que Marruecos revelara en marzo la carta que le escribió Sánchez a Mohamed VI, al presidente le cuesta aclarar los motivos del giro y el trato preferencial por Rabat.