Cómo se mueve Atkins, la activista que convirtió a California en Estado santuario para el aborto
La presidenta del senado de California, Toni Atkins, es una pieza clave de una política que distingue al estado demócrata en todo el país. Sin embargo, su nombre es mucho menos conocido que sus políticas. Atkins consiguió convertir a su estado en "santuario para el aborto" con la firma del gobernador Gavin Newsom de un paquete de más de una docena de nuevas leyes que garantizan el derecho reproductivo de las mujeres.
Las nuevas leyes que impulsó Atkins llegan en solidaridad a las mujeres de otros estados, al aprobar, por ejemplo, fondos para que las pacientes que viajen de cualquier lugar del país se hospeden en California y reciban la atención médica y emocional que necesiten. Si son madres con hijos pequeños, el estado cuidará de sus menores mientras reciben atención.
Desde que la Corte Suprema decidió anular el derecho al aborto a nivel federal y dar marcha atrás con una política que llevaba medio siglo, el protagonismo de Atkins no hizo más que crecer. Pero su mensaje fue siempre de reconocimiento a Newsom.
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Hace 10 días, Atkins le agradeció al gobernador que refrendara particularmente una ley que autoriza a las enfermeras a practicar abortos para enfrentar la falta de médicos en California. "Permitir que las enfermeras practicantes calificadas brinden abortos en el primer trimestre sin la supervisión de un médico es un gran paso adelante en la expansión del acceso a la atención de la salud reproductiva asequible y de calidad en todo el estado y es fundamental dada la escasez de médicos", dijo. "El aborto es atención médica, atención médica oportuna y esencial que las pacientes no deberían tener que luchar para obtener", agregó.
La primera presidente del senado abiertamente lesbiana en California fue la primera en advertir el proceso que se abría. Ya en diciembre del año pasado, cuando vio que la Corte Suprema con mayoría conservadora se disponía a tomar el tema del aborto, decidió encabezar una movilización de legisladoras y organizaciones civiles para defender el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo.
Atkins con el gobernador Newsom.
Atkins y la Bancada de Mujeres Legisladoras de California elaboraron por lo menos 40 recomendaciones para preservar el aborto en caso de que, como después sucedió, el Tribunal Supremo terminara con el derecho de medio siglo de elegir libremente el aborto.
De las recomendaciones, las legisladoras elaboraron 13 leyes que firmó el gobernador Newsom, en apoyo a la salud reproductiva de las mujeres pero también en su antagonismo liberal frente a sus colegas conservadores republicanos.
"Un número alarmante de estados continúa prohibiendo el aborto y criminalizando a las mujeres, por lo que ahora es más importante que nunca luchar por aquellas que necesitan estos servicios esenciales", dijo Newsom en un comunicado al anunciar la forma de nuevas leyes.
Como santuario California tiene ahora las leyes más protectoras del derecho al aborto en el país y Oregon le sigue los pasos, frente a estados con las leyes más restrictivas, como la de Texas.
Mientras que otros estados impondrán penas de cárcel a quienes practiquen abortos después de las 6 semanas de la gestación, o a quienes ayuden a las mujeres a buscar esa práctica, por ejemplo al llevarlas en sus vehículos, California se dispone a proteger incluso la identidad de las mujeres que lleguen de otros estados y de quienes las ayuden a llegar.
En California las aseguradoras médicas ahora tendrán prohibido proporcionar fuera de California información sobre prácticas de aborto de sus aseguradas, las autoridades de otros estados tienen prohibido venir a investigar abortos, los médicos y enfermeras de California están protegidos si los criminalizan en otros estados.
Toda esa protección del aborto en California se debió principalmente a Atkins que previó proteger ese derecho. Cuando la Corte Suprema falló contra el derecho al aborto, la senadora declaró compartir "la furia abrasadora que siente la mayoría de las estadounidenses que están enojadas y asustadas por lo que significa esta decisión de la Corte Suprema: por la vida de sus hijas, nietas y seres queridos".
Dijo que "con esta sentencia, el Tribunal Supremo ha dado la espalda a la seguridad y la igualdad. Pero en California, esos valores siguen firmemente arraigados. Aquí, las personas embarazadas y sus familias siempre tendrán derecho a la dignidad, la comprensión y la elección reproductiva".
Atkins refleja en parte en su posición sobre el aborto su historia. Nació en Virginia en condiciones pobres, su padre era minero, su madre costurera, en su casa no había agua potable. Pero pudo estudiar hasta graduarse en Ciencias Políticas con especialidad en organización comunitaria en el Colegio Emory & Henry.
En 1985, la hermana de Toni Atkins, una oficial de la marina, tenía que embarcarse y dejar en puerto a su hijo, así que la actual legisladora se mudó a San Diego para hacerse cargo del menor. Desde entonces trabajó en el Centro de Cuidados de la Salud de la Mujer, mientras ayudaba a la primera regidora lesbiana, Christine Kehoe.
En el año 2,000 reemplazó a Kehoe y en ocho años como regidora fue alcaldesa interina. Ganó la elección del 2009 y llegó a la cámara baja al año siguiente, pero en el 2014 fue la presidenta de la Asamblea Legislativa, con iniciativas siempre en apoyo a mujeres y a la comunidad LGBTQ.
Dos años después fue elegida senadora, y en el 2018 y desde entonces presidenta del senado de California e impulsó también iniciativas de protección ambiental, salud y ahora en particular para enfrentar la escasez de vivienda.
Atkins vive en San Diego con su esposa, Jennifer.