Crece la imagen de Lilly Téllez y Durazo culpa a Arreola por recomendarla para Morena
Primero lo hizo con el senador José Narro tras bambalinas y al tener más éxito del que buscaba Lilly Téllez se lanzó en tribuna contra las bancadas aliadas de la 4T en el Senado de la República, llamando a sus integrantes "hienas", "narcos" y "corruptos", y tratando a un senador más como un "perro" al que le daría "sus croquetas". Este comportamiento con cierta brutalidad hacia el oficialismo ha tenido como consecuencia un aumento en los sondeos en favor de su aspiración presidencial.
Incluso, con los primeros números sin que haya concluido la semana, en Palacio Nacional ya se reporta que las preferencias y la popularidad de Lilly Téllez entre la oposición podría empatar con Ricardo Anaya. Y la pregunta que se hacen ahora es: ¿de quién es responsabilidad de que sea senadora? Y en el círculo rojo voltean a ver al gobernador Alfonso Durazo, cuyos operadores han lanzado la bolita a otra persona, como pudo saber LPO.
Desde el Gobierno de Sonora se señala al periodista Federico Arreola de haber acercado a Téllez al presidente López Obrador, durante la temporada en la que la sonorense se vinculó a SDP Noticias con videocolumnas. Una de las más célebres fue aquella dedicada al matrimonio de los Calderón-Zavala. Según la misma fuente, este apadrinamiento de Arreola Castillo no es nuevo y en cada ocasión ha sido públicamente errático.
Entre quienes lo conocen -así puedo rastrearlo esta redacción-, la historia de Arreola como susurrador que busca el control y la mayor influencia de un equipo político comienza con Luis Donaldo Colosio, con quien intentó por primera vez alcanzar el poder. Pero fue rechazado por el grupo de colosistas más cercano al entonces candidato presidencial (José Luis Soberanes, Memo Hopkins, Marco Bernal, Adalberto Villaescueza, entre otros priistas).
Este capítulo en su vida que pasó sin pena ni gloria fue contado como una victoria en la serie-documental 1994, dirigida por uno de sus protegidos cuando fundó Milenio. Y en ella Arreola figura como el consigliare de Colosio, al grado de tener su propia explicación sobre el magnicidio. "Nada más falso", refiere un colosista histórico al que consultó LPO, y quien insiste en la impostura como la identidad del periodista que finalmente lo eyectó de El Norte, y acabó con la poca simpatía que le tuvo alguna vez Alejandro Junco por su campaña contra Manuel Camacho Solís.
Más tarde, con la cola entre las patas, se acercó al mismísimo Andrés Manuel López Obrador, para quien creó el Sendero del Peje (SDP). Pero la experiencia, y sobre todo la sospecha que siempre ha generado entre la izquierda dura un arribista como Arreola, nunca le permitió entrar al círculo de confianza del tabasqueño, el cual en un acto de desdén terminó por entregar toda comunicación con la prensa a César Yáñez.
Pero Federico Arreola no quiso reconocer sus desventuras y como su audiencia se lo reclamó en su momento, transformó a SDP en el "Sendero de Peña". Un nuevo fracaso a su deseo de poder, de convertirse en el susurrador que dice sí o no a tal o cual aspiración o candidatura. Y en el caso del expresidente Peña Nieto fue el publicista estrella que venía de Televisa, Alejandro Quintero, el que le dijo que no e incluso lo bloqueó de la campaña presidencial de José Antonio Meade.
Autoexiliado, ahora se fue a vivir a Suiza, alejado de la Presidencia y de una 4T que nunca lo ha reconocido como uno de los suyos. Y, por el contrario, se le responsabiliza por darle forma a las aspiraciones políticas de la senadora sonorense que ya es calificada como quien lidera la lista negra del obradorismo, por encima de Mario di Costanzo, los Chuchos del PRD o Miguel Ángel Mancera. El periodista prepara ya su respuesta, lo único con lo que cuenta para lavarse las manos.