Crisis energética

Europa limita el precio del petróleo ruso y estudia hacer lo mismo con todas las importaciones de gas

La medida solo aplica al crudo que llega por mar. La intervención europea en el mercado del gas divide a los gobiernos. Alemania le reprocha a EEUU el precio del GNL que le compra.

 La crisis energética es la prioridad de Bruselas y los países del bloque aprobaron este jueves un tope al precio del petróleo ruso transportado por mar, dentro de un paquete de sanciones más amplio contra Moscú. Aún no se ha fijado el precio máximo, pero la intención de la UE es clara: golpear las arcas que financian la guerra de Vladimir Putin en Rusia e impactar en el mercado internacional del crudo. Con todo, se trata solo el primer paso.

Las medidas que repercuten en la provisión de los Veintisiete son celosamente revisadas por cada uno de los gobiernos. En el caso del tope al petróleo ruso, solo afectará al que llegue por vía marítima, no al que es transportado a través de oleoductos. Fue un pedido expreso del primer ministro húngaro Viktor Orbán y una concesión de Bruselas, sobre todo después de que el dirigente ultraderechista amenazara con convocar una consulta popular para definir si Budapest se bajaba de las sanciones.

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En tanto, un grupo d países trabaja en una iniciativa para establecer un "corredor dinámico de precios" que aplique "a todas las transacciones al por mayor, sin limitarse a la importación desde jurisdicciones específicas y sin limitarse al uso específico del gas natural". El corredor "no está destinado a suprimir los precios a un nivel artificialmente bajo", dice el borrador de la propuesta redactado por Bélgica, Italia, Grecia y Polonia.

La medida va en sintonía con la invitación que hizo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para discutir límites a todas las importaciones de gas. La idea es fijar un precio de referencia alternativo al del índice de referencia europeo, conocido como TTF (Title Transfer Facility) holandés. Pero si Von der Leyen está pisando el acelerador sobre la intervención del mercado energético es porque los líderes europeos se lo exigieron. 

Los gobiernos de estos países confían en que la dimensión de Europa tendrá un efecto sobre los precios internacionales. Mañana viernes los líderes de la UE lo discutirán en Praga

La titular de la CE cree que los europeos están pagando muy cara la energía e insiste con extender la "excepción ibérica" de España y Portugal como mecanismo comunitario. En eso coinciden los países que proponen el corredor y Bulgaria, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, España, Francia, Letonia, Lituania, Malta, Portugal y Rumanía. En conjunto, los gobiernos de estos países confían en que la dimensión de Europa tendrá un efecto sobre los precios internacionales. Mañana viernes los líderes de la UE lo discutirán en Praga.

El límite al precio "es la única medida que ayudará a todos los Estados miembros a mitigar la presión inflacionista, a gestionar las expectativas y proporcionar un marco en caso de posibles interrupciones del suministro, y a limitar los beneficios extraordinarios del sector", dicen los países que apoyan el tope. El gas es un recurso clave para la generación de energía eléctrica.

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Aunque no esté totalmente convencida, Von der Leyen habilitó la discusión ante la desesperación de los gobiernos. Por otro lado, Alemania, Países Bajos, Suecia, Irlanda y Chipre se oponen a la limitación porque podría desalentar a los proveedores de energía que buscarían mercados más rentables. Berlín desalienta esta medida que se quiere adoptar de "forma unilateral" porque pronostica que "el gas irá a parar a otros consumidores y podría haber una escasez en el suministro". Noruega coincide con el grupo en minoría pero respalda el debate. 

Sin embargo, Alemania, el país más dependiente del gas ruso, apuntó a EEUU por el aprovechamiento de la crisis energética. " Algunos países, incluso amigos, obtienen a veces unos precios astronómicos", dijo el ministro alemán de Economía, Robert Habeck, en alusión al gas natural licuado (GNL) que compra a Washington para reemplazar al gas proveniente de Rusia, mucho más caro.