Recesión

A un mes de las elecciones, la suba de tasas de Powell provoca una fuerte baja en el empleo

Las ofertas de trabajo fueron un millón más bajas a las del mes pasado y registraron el mayor descenso desde el inicio de la pandemia. Yellen tuvo que desmentir su renuncia.

Jerome Powell lo sabía mejor que nadie y lo advirtió. Pero Joe Biden tal vez no lo haya entendido. El titular de la Reserva Federal había anticipado que la suba de tasas récord que ordenó como parte de su intento por bajar la inflación iba a generar dolor en la economía. El presidente de Estados Unidos lo avaló con su silencio sin pensar que el impacto recesivo iba a dar de lleno en la actividad económica en la antesala de las elecciones de medio término. Es lo que está pasando.

Una de las primeras alertas vino con los datos oficiales de agosto: según la Oficina de Estadísticas Laborales, las ofertas de empleo se desplomaron en más de 1,1 millones en agosto. Fueron en total 10,05 millones de empleos ofrecidos, un 10% menos que los 11,17 millones reportados en julio y mucho menos de lo esperado por la estimación de FactSet.

El golpe es fuerte: es la primera vez desde el otoño que se registra un índice tan bajo y marcó el descenso más profundo de un mes a otro desde abril de 2020, cuando se inició la pandemia. El Resumen de Ofertas de Empleo y Rotación Laboral (JOLTS por sus siglas en inglés) mostró que el número de contrataciones aumentó ligeramente, mientras que los despidos aumentaron en 182.000. Por su parte, las personas que dejaron sus trabajos voluntariamente aumentaron en 100.000 para el mes hasta llegar a 4,16 millones.

La nueva suba de tasas que ordena Powell pegará de lleno sobre la economía de Biden cuando llegue la hora de votar

El titular de la Reserva Federal había dejado entrever este resultado, a fines de agosto pasado, cuando una de las subas en las tasas. "Mientras que una mayor tasa de interés, un crecimiento más lento y unas condiciones del mercado laboral más blandas reducirán la inflación, traerán algo de dolor a los hogares y las empresas. Estos son los costos desafortunados de reducir la inflación, pero el fracaso en restaurar la estabilidad de precios significará un dolor mucho mayor", dijo Powell.

A un mes de las elecciones en las que se juega gran parte de su futuro, Biden está entre la espada y la pared. La inflación lo daña pero la recesión también. No es casual que Janet Yellen haya tenido que salir a desmentir su renuncia en medio de crecientes rumores sobre su salida del gobierno. Un informe publicado la semana pasada por Axios señalaba que el personal de la Casa Blanca se estaba preparando para ese escenario.

El golpe es fuerte: es la primera vez desde el otoño que se registra un índice tan bajo en la oferta de empleo y se trata del descenso más profundo de un mes desde que se inició la pandemia, hace 28 meses. 

La caída en las ofertas de trabajo es interpretada como una temprana señal de que la brecha laboral masiva en los Estados Unidos está comenzando a cerrarse. Entre los analistas del mercado prevalece la idea de que la inflación más alta de las últimas cuatro décadas tiene entre sus causas profundas el ajustado mercado laboral, que potencia la demanda de aumentos salariales. Los sindicatos, en cambio, sostienen que el proceso es inverso y la alta inflación de alimentos y la energía dispara las demandas de mayores sueldos.

Desde hace varios meses, Powell busca revertir la inflación con una serie de cinco aumentos de tasas de interés que, hasta el momento, han totalizado 3 puntos porcentuales. Los mercados todavía esperan que la Fed siga adelante con una cuarta subida consecutiva de tipos de interés de 0,75 puntos porcentuales en su próxima reunión.

El titular de la Fed había anticipado que su receta causaría "dolor". 

La Reserva Federal sigue de cerca las cifras de vacantes laborales y rotación laboral. Un área de interés principal para Powell ha sido un mercado de trabajo que había llegado a mostrar alrededor de dos vacantes por cada empleado disponible. Junto con la menor oferta de empleo, esa proporción se contrajo de 1,67 a 1 en agosto.

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Las estadísticas que dan cuenta del enfriamiento de la actividad económica son varias. El índice manufacturero ISM cayó en septiembre al 50,9 %, lo que representa el nivel más bajo desde la primavera de 2020. Se trata de la peor cifra de los últimos 28 meses y confirma que las fábricas estadounidenses entraron en un proceso declinante debido al combo de alta inflación y rápido aumento de las tasas.

Empieza a repetirse entre los dueños de empresas una consigna que hace mucho no se escuchaba: "No necesitamos tantos empleados".

El aumento de las tasas frena el crecimiento y cada vez son más los fabricantes que están congelando las contrataciones en previsión de que la demanda se debilite aún más. De hecho, más del 50% de los directores ejecutivos de Estados Unidos dice que está considerando eliminar puestos de trabajo en los próximos 6 meses, según un informe del martes de KPMG sobre las perspectivas empresarias. De acuerdo al reporte, nueve de cada diez directores ejecutivos estadounidenses (91 %) creen que llegará una recesión en los próximos 12 meses.

La desaceleración de la economía puede ser una buena noticia para el titular de la Fed. Entre sus consecuencias, también se destaca que los precios que pagan las empresas por los suministros se hundieron por sexto mes consecutivo y tocaron el nivel más bajo en más de dos años.