Feijóo busca una alianza amplia para llegar a Moncloa y frenar al ayusismo
Alberto Núñez Feijóo es un dirigente acostumbrado a las mayorías absolutas. En Galicia, el líder de los populares ha gobernado en solitario y aspira a diseñar un esquema similar en caso de llagar a Moncloa. Hace meses que el expresidente de la Xunta y su equipo mantienen reuniones con partidos regionalistas para encontrar puntos en común que le permitan al PP proyectar una próxima legislatura como alternativa a Pedro Sánchez. Y en ese esquema, Feijóo quiere un Ejecutivo puramente popular y con el apoyo externo de formaciones como PNV y UPN, es decir, un gobierno moderado.
Feijóo ya ha tomado la decisión y por eso Génova hizo pública la reunión que mantendrá con el titular del PNV, Andoni Ortuzar, con quien avanza en la reconstrucción del vínculo, dañado después de que los jeltzales precipitaran la caída de Mariano Rajoy en la moción de censura que terminaría catapultando a Sánchez. Luego vino el respaldo del PNV al gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos. Dentro del PP hay sectores que recelan de los nacionalistas vascos, a los que perciben como oficialistas "crónicos" a cambio de recursos y prerrogativas para Euskadi.
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El PNV es un partido de poder que suele escindir la gestión en el País Vasco de la relación con el gobierno central a través del Congreso de los Diputados, si bien se trata de una dinámica que interactúa constantemente. La otra opción de Feijóo es recurrir a Vox, aunque el político gallego la congeló de momento. Eso explica por qué le bajó el precio al cara a cara que mantuvo con Santiago Abascal y que salió a la luz por pedido del propio líder de Vox. La formación ultraderechista se envalentonó tras el triunfo de Giorgia Meloni en Italia e intenta aferrarse a los buenos números que manejan las encuestas internas que maneja Génova.
Alberto Núñez Feijóo, líder del PP.
Con todo, el plan de Feijóo para gobernar en solitario no es simple costumbre o capricho. El líder del PP tiene un perfil institucional, dialoguista y europeísta. No ve un Ejecutivo a la italiana para España y apenas se imagina compartiendo el poder con un partido afín a Meloni, Marine Le Pen o Viktor Orbán. Como lo indicó LPO, en Bruselas le han exigido a Feijóo que evitara la tentación de normalizar a la extrema derecha e incluirla en un hipotético gobierno de derechas. Pero ahora Feijóo se enfrente a las presiones internas, sobre todo de las demandas del ayusismo.
La presidenta de la Comunidad de Madrid declaró recientemente que "hay algunas partes del discurso" de Meloni que no comparte, dando a entender que no descartaba todos los postulados de los neofascistas Hermanos de Italia. A continuación, Ayuso pidió sin ambages a Feijóo que si accedía a Moncloa en 2023 se encargase de "defender un modo de ver la vida" en sintonía con valores conservadores, y derogase la legislación que responde a "intereses sectarios y de odiadores profesionales de España", en clara alusión a la izquierda.
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Ayuso no ha incorporado a Vox al Ejecutivo madrileño, pero sí ha recurrido a los diputados ultraderechistas para frenar o confrontar con las bancadas progresistas en la Asamblea. También vio acertada la coalición del PP con Vox en Castilla y León. Un sector más radicalizado de los populares, que coincide con la tesis del PP de Madrid bajo control de Ayuso, piensa que Vox es un potencial aliado más confiable que los partidos regionalistas. Esteban González Pons, vicesecretario institucional del PP, cree que el partido ha conseguido domar a los de Abascal. La línea de Ayuso seguirá tensionando con los planes de Feijóo.
Andoni Ortuzar, presidente de la Ejecutiva del PNV, se reunirá con Feijóo.
El líder de los populares empuja un pacto con PNV, Teruel Existe, Coalición Canaria, Partido Regionalista Cántabro y UPN, con quien busca reeditar Navarra Suma -ya sin Ciudadanos- y fortalecer a los populares en los territorios donde se ha retraído en el último lustro. El ala madrileña del PP sospecha de las formaciones regionalistas, a las que ven demasiado escoradas hacia los nacionalismos y posiciones soberanistas, algo que para Feijóo, procedente de Galicia, no es incompatible con una alianza que saque a Sánchez de Moncloa. Fuentes interiorizadas sobre los planes de Feijóo aseguran a este medio que será su posición la que prevalezca dentro del partido porque "él es el líder" y encabezará el Ejecutivo.
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Está claro que Feijóo no quiere depender de Vox, así como Sánchez aceptó pactar con UP solo cuando se vio sin alternativas, por lo que tendrá que esperar a las elecciones autonómicas y municipales de mayo. El jefe de los populares sueña con una remontada contundente que golpee tanto a Sánchez y las izquierdas como a la ultraderecha. El affaire Olona y los números de las últimas encuestas indican que ese podría ser el escenario para Vox. Ese panorama despejaría el camino para que Feijóo prosiga con su estrategia de un gobierno en el que el PP decida a sus anchas.