Fuga gasoducto

El impacto ambiental de la rotura de los gasoductos equivale a las emisiones anuales de 2 millones de coches

Es el cálculo que hace un especialista en energía sostenible. Para Greenpeace, el riesgo más grave es que se produzca una explosión que afecte a la fauna marina.

La rotura de los gasoductos Nord Stream mantiene en vilo a la geopolítica mundial. En las últimas horas, la OTAN, la Comisión y Alemania han calificado las fugas como un ataque deliberado contra la seguridad europea. 

La Casa Blanca tiene la misma percepción: una provocación de este tipo, en caso de haber sido planificada, marcaría una escalada con los aliados de Ucrania, es decir, con los países de la Alianza.

El supuesto sabotaje tiene otro fuerte impacto: el ambiental. Según Andrew Baxter, especialista en energía sostenible y director de la fundación EDF, una ONG que ofrece soluciones climáticas, el escape de gas, en términos ambientales, equivale a las emisiones anuales de 2 millones de coches de gasolina o al funcionamiento de 2,5 centrales eléctricas de carbón.

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¿Cuánto metano se ventilará a la atmósfera?, se preguntó en su cuenta de Twitter. E hizo los siguientes cálculos. La tubería dañada tiene 1,153 m de diámetro interno; 1.250 km de longitud, y 1.305.144 m3 de volumen.

Según Andrew Baxter, especialista en energía sostenible y director de la fundación EDF, el escape de gas, en términos ambientales, equivale a las emisiones anuales de 2 millones de coches de gasolina o al funcionamiento de 2,5 centrales eléctricas de carbón

El experto aclara que "los gases son compresibles" y que la "densidad cambia con la presión y la temperatura". Las tablas de ingeniería permiten estimar una circulación próxima de 128 millones de kg de gas (105 bares y 5°C).

Como la presión del gasoducto cayó a 7 bares tras las explosiones, Baxter calcula que la circulación descendió a solo 6,5 millones de kg de gas natural. Siguiendo esta línea, 121 millones de kg de gas natural acabarán en la atmósfera, es decir, 115.000 toneladas de metano, lo que equivale a 9,6 millones de toneladas de CO2.

Pedro Zorrilla, coordinador de campaña de cambio climático y energías fósiles en Greenpeace, explica que "un impacto ambiental directo son las emisiones de CO2", ya que el gas natural que transporta el gasoducto es metano, "que tiene un poder de calentamiento 84 veces mayor que dióxido de carbono" y, por lo tanto, lo hace muchísimo más propenso a explosiones.

 El ministro de Defensa de Dinamarca, Morten Bødskov. 

A juicio de este especialista, otro "impacto directo" es el que sufrirá la fauna marina. La magnitud de esta consecuencia dependerá "de la cantidad de gas que se haya vertido y del tiempo que esté fluyendo". Zorrilla aclara que "el mayor impacto tendría lugar si hubiera una explosión, en cuyo caso "en ese área la vida marina podría verse muy afectada".

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Por su parte, el científico Javier Peña, de la Fundación Hope Acción Climática, aclara que "las fugas de gas de pozos abandonados o mal gestionados, y de gasocudtos representan el 6% de las emisiones de efecto invernadero globales".

El ministro de Defensa de Dinamarca, Morten Bødskov, ha adelantado que ve difícil un "arreglo veloz". Reconoció que puede hacer falta entre una y dos semanas para que las tres zonas en las que se han producido las fugas de gas en los gasoductos sean seguras y los inspectores puedan acercarse a investigar cuál ha sido el motivo de las mismas.