Guerra en Ucrania

Una fuga múltiple en el gasoducto Nord Stream alimenta la idea de un "sabotaje" ruso

Las pérdidas se registraron en aguas danesas y suecas. Alemania, Polonia y Dinamarca creen que fue un hecho intencional.

 Las sospechas sobre un sabotaje ruso a los gasoductos Nord Stream 1 y 2 crecen minuto a minuto. Según el Centro Nacional de Sismología de Suecia (SNSN), las fugas que se registraron en ambos gasoductos siguieron a una serie de explosiones de "más de 100 kilos de dinamita", por lo que descartó que el accidente se produjera por un terremoto. Por su parte, el director de la Agencia Danesa de Energía, Kristoffer Böttzauw, aseguró que se trataba de "un agujero muy grande". "Las rupturas de gasoductos ocurren muy raramente", sugirió.

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Pero la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, fue más directa al afirmar que "hay tres filtraciones y por lo tanto es difícil imaginar que pueda ser un accidente". De hecho, la fuga del Nord Stream 2 tuvo lugar muy cerca del gasoducto Baltic Pipe, que transportará gas desde Noruega hasta Polonia, pasando por Dinamarca. El proyecto se inició en 2020 y ahora resulta clave para que Europa reduzca su dependencia energética de Rusia. Se inauguró este mismo martes. 

En la Casa Blanca creen que una provocación de este tipo, en caso de haber sido planificada, significaría una escalada con los aliados de Ucrania, es decir, con los países de la OTAN

En la UE siempre estuvieron convencidos de que Rusia iría tras la infraestructura crítica europea. Más allá de las coincidencias de la fuga y la puesta en marcha del Baltic Pipe, el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, aseguró que las pérdidas "no tendrán un impacto significativo en la resiliencia energética de Europa", en un intento por rebajar los temores. En la Casa Blanca creen que una provocación de este tipo, en caso de haber sido planificada, significaría una escalada con los aliados de Ucrania, es decir, con los países de la OTAN.

Esa es la línea del gobierno del presidente ucraniano Volodimir Zelenski, que calificó el escape múltiple de "ataque terrorista", una tesis que comparte el primer ministro polaco. "Podemos ver claramente que es un acto de sabotaje, un acto que probablemente marca la siguiente etapa en la escalada de la situación a la que hacemos frente en Ucrania", disparó Mateusz Morawiecki, quien participó junto a Frederiksen del acto de inauguración del Baltic Pipe.

En verdad, la hipótesis de un ataque planificado es avalada por los expertos en materia energética, para quienes tres fugas simultáneas en dos conductos diferentes en un mismo día es demasiada casualidad. La primera fuga fue registrada el lunes en el Nord Stream 2 en aguas danesas y las siguientes dos en el Nord Stream 1, una a la altura de Dinamarca y la otra en el tramo sueco. En Alemania, principal destinatario de las tuberías -el 1 está paralizado y el 2 nunca fue certificado por Berlín a causa de la guerra-, también creen que el daño fue planificado.

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El Ejecutivo de Olaf Scholz piensa que puede ser una jugada de Putin para disparar los precios del gas y no para provocar una reacción entre los países de la OTAN. En tanto, Moscú dijo que "no se puede excluir ninguna versión", dando a entender que el sabotaje era una opción. De esta forma, se desvinculó de las fugas. El problema es que el daño supera al escape, ya que si bien no están en funcionamiento, los gasoductos del Nord Stream contienen gas a presión.

Eso significa que existe run riesgo real para aquellas embarcaciones que naveguen en el mar Báltico. Las autoridades en Copenhague prohibieron la circulación de barcos en un radio de cinco millas alrededor de las zonas de los escapes y los vuelos en un área de un kilómetro. Lo digan en público o en privado, en Europa el sabotaje apunta a Moscú. Solo Blinken considera que es prudente esperar.