Por el fraude de un funcionario ítalo uruguayo, América podría quedarse sin legisladores en Roma
Por el poco sofisticado fraude de un funcionario ítalo-uruguayo, Italia podría anular las elecciones de América Meridional, la región que agrupa a los residentes italianos de países de América del Sur. El continente aporta dos diputados y un senador al parlamento italiano.
Las elecciones de América Meridional están al borde de otro escándalo. El año pasado un senador argentino que había sido electo en 2018 por la región debió renunciar a su escaño cuando se comprobó que varios de sus votos habían sido completados por la misma persona.
El hermano de Felipe Miguel es candidato para las elecciones italianas con un puntero de Angelici
En un insólito tutorial que subió a redes sociales, Aldo Lamorte pretendía mostrar la forma en que se deben enviar los votos por correo. Lo peculiar es que en la hoja que utilizó el funcionario figuraba el nombre una persona que no era él.
Un periodista uruguayo descubrió que la papeleta que Lamorte utilizaba para la demostración pertenecía a una persona real. La buscó en la guía y descubrió que Valeria De Bellis no había recibido su sobre y no había votado.
Cuando la denuncia se hizo pública el candidato intentó quitar el video de las redes sociales pero ya era tarde. Lamorte es miembro del Consejo General de los Italianos en el exterior y representa al MAIE, un partido que no tiene peso en Roma, pero muy importante en América del Sur. Además es ex diputado uruguayo de la Unión Cívica.
El senador brasileño Fabio Porta ya denunció el fraude. Una de las posibilidades es que a las puertas de otro desastre, los partidos mayoritarios pidan anular la asunción de los representantes de América Meridional, un reclamo que también harán los partidos que se queden sin bancas. Por el momento la atención está puesta en el cierre de la campaña.
Para las elecciones de ciudadanos italianos en el exterior se utilizan sobres que el consulado de cada país envía a los residentes. Para evitar el fraude existe una hoja con un nombre y un código para cada elector.
Los residentes deben devolverlo directamente por correo al consulado. Sin embargo desde algunos partidos se ofrecen a trasladar los sobres al consulado, algo que es un delito. Tienen éxito porque muchos de los votantes son de avanzada edad y llevar los sobres al correo resulta una complicación.
Otra vía para falsificar los votos es rastrear los sobres que no llegan a sus destinatarios porque cambiaron el domicilio y no lo notificaron o cuestiones semejantes.