Independentismo

Se agudizan las diferencias entre Junts y ERC y Aragonès responsabiliza a sus socios por hablar de ruptura

El presidente de la Generalitat pidió a los posconvergentes que resolvieran la interna. Turull apura la estrategia para quitarle poder territorial a los pro Borràs. No hay acuerdo sobre amnistía y una declaracion unilateral.

 Las exigencias de Junts a ERC son imposibles de cumplir en el corto plazo. Los republicanos insisten en que una nueva declaración unilateral de independencia es inoportuna y que convertir a la mesa de diálogo en una instancia que gire en torno a la amnistía es contraproducente para Cataluña. La reunión que mantuvieron la semana pasada Pere Aragonès, Jordi Turull y Laura Borràs apenas destrabó la parálisis en el Govern y, en los días que siguieron, solo sirvió para exacerbar las discrepancias. Pero ahora es el presidente de la Generalitat quien mete presión a sus socios.

"Si hay un sector de Junts que quiere salir del Govern, esta es una cuestión que debe resolver internamente Junts", disparó Aragonès, metiéndose por primera vez en la disputa de los posconvergentes. El presidente de ERC, Oriol Junqueras, también apuntó Junts y, en concreto, a Borràs tras defender que Cataluña "es más importante que los intereses de algunas personas concretas que quieren tapar sus casos de corrupción". "No se dejen arrastrar", les pidió Junqueras a militantes de Junts.

Aragonès rompe el consenso independentista por la Diada y presiona para que Junts opte por Borràs o el Govern

Marta Rovira, secretaria general de la formación, aseguró que no es momento de dimisiones y reconoció que los republicanos están preocupados porque la interna de Junts podría desestabilizar al Ejecutivo autonómico. Una fuente cercana a la dirección de ERC señala a LPO que Aragonès dio el visto bueno a incluir a asociaciones como ANC y Òmnium Cultural en una dirección estratégica independentista ampliada y con un peso semejante al de los partidos. Sin embargo, el mandatario catalán rechaza una declaración unilateral de independencia para el primer semestre del 2023. No será una prioridad al menos hasta que promedie la legislatura.

 La presidenta de Junts, Laura Borràs, y el secretario general de la formación, Jordi Turull.  

En privado y en público, Aragonès insta a sus socios a dejar de presionar con el ultimátum. El presidente quiere avanzar en la discusión de los presupuestos y enfocarse en las candidaturas para las municipales de mayo, algo que aplica también para los posconvergentes. Para eso Turull viene aplicando una estrategia para lastrar la influencia de Borràs dentro del partido y ganar espacio para sus leales en las estructuras territoriales. De esta forma, el secretario general de Junts busca que prevalezca el ala moderada que postula la permanencia en el Govern. 

Turull viene aplicando una estrategia para lastrar la influencia de Borràs dentro del partido y ganar espacio para sus leales en las estructuras territoriales. De esta forma, el secretario general de Junts busca que prevalezca el ala moderada que postula la permanencia en el Govern

Para ello, Turull cuenta con un hombre que ha ocupado su cargo con anterioridad, Jordi Sànchez, que ha apoyado la investidura de Aragonès y respalda la permanencia en el Govern. Esta semana se llevarán adelante las postergadas elecciones para definir la composición de las ejecutivas locales y los órganos sectoriales e ideológicos y los afines a Turull intentarán desbancar a los sectores más radicalizados. Borràs tiene a los sectores que responden a Carles Puigdemont de su lado.

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En la pulseada interna, el equilibrio de fuerzas es clave para decidir el futuro del partido en la coalición: las bases deberán ser consultadas sobre el cumplimiento del acuerdo de Govern, paso previo a la salida o no del Ejecutivo. Los más pragmáticos e institucionales, entre quienes se destacan los consellers, piden presionar desde dentro. Es el caso de Artur Mas, quien afirmó días atrás a El País que Junts tiene "que apretar pero sin romper". Este sentido de realismo lleva la delantera en la formación.

Oriol Junqueras apuntó contra los posconvergentes y les instó a permanecer en el Govern.

A las fuerzas independentistas les preocupan que el PSC y los comuns sean competitivos de cara a 2023. Para Borràs no es un asunto menor, por eso apura una serie de condiciones más aceptables para los republicanos y salvar la legislatura en caso de que las bases respalden la permanencia en el Govern. La presidenta de los posconvergentes necesita retener poder interno y exhibir logros ante sus seguidores. En ese sentido, una posibilidad es acordar una hoja de ruta para las bancadas de Junts y ERC en el Congreso de los Diputados y otorgarle mayor volumen político a la dirección independentista unificada. 

El debate de política general de la semana próxima es la fecha tope para Junts. Los de Borràs creen que ERC cederá a ciertas condiciones porque prescindir de Junts equivale a la caída del Ejecutivo

El debate de política general de la semana próxima es la fecha tope para Junts. Para los posconvergentes de Turull será difícil abandonar el gobierno y presentar esa decisión como una postura principista guiada por un presunto purismo independentista. Los de Borràs creen que ERC cederá a ciertas condiciones porque prescindir de Junts equivale a la caída del Ejecutivo. Queda poco tiempo para salvar la legislatura. Pero si Aragonès resuelve seguir adelante, significa que lo haría con socialistas y comuns. Un golpe certero al campo independentista que ni republicanos ni posconvergentes quieren.