Manuel Tagle

"Después del dólar soja, Massa va a tener que devaluar para otros sectores"

Manuel Tagle es el más amarillo del círculo rojo cordobés. Preside la Bolsa de Comercio de Córdoba, pero sobre todo interpreta al entramado de relaciones por donde circula el dinero.

Es el más amarillo del círculo rojo cordobés. Manuel Tagle preside la Bolsa de Comercio, pero sobre todo interpreta a ese entramado de relaciones por donde circula el dinero. Macrista, dice que su relación con el ex presidente no es tan lejana, sino que comenzó por el golf y se profundizó por compartir "las ideas de la libertad, el orden fiscal, la integración de Argentina al mundo y el respeto por las instituciones".

"Macri hizo una transformación importante en la estructura de la sociedad argentina, en la mentalidad de la sociedad argentina. Inculcó la necesidad de un equilibrio fiscal y de un control de la emisión de moneda. No alcanzó, quizás porque le faltó tiempo o se demoró al comienzo con una actitud más gradualista", dice Tagle del ex presidente, con quien no tiene "un amistad profunda, sino respeto por su capacidad". "Para lo que viene, él sigue siendo la persona indicada", es la apuesta del líder de la Bolsa cordobesa.

Macri hizo una transformación importante en la estructura de la sociedad argentina, en la mentalidad de la sociedad argentina. Inculcó la necesidad de un equilibrio fiscal y de un control de la emisión de moneda. No alcanzó, quizás porque le faltó tiempo o se demoró al comienzo con una actitud más gradualista.

-¿Macri tiene que ser candidato a presidente?

-Él necesita convalidar su liderazgo desde el punto de vista democrático. Dentro de su mismo partido hay referentes muy importantes como Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, María Eugenia Vidal. Creo que Mauricio va a tener que dilucidar esta duda que tiene la sociedad, si él está en condiciones de asumir un nuevo periodo. Yo creo que sí. Pero tampoco es bueno que asuma un nuevo presidente sin un adecuado respaldo interno.

-En un escenario polarizado y de núcleos electorales muy consolidados, ¿no es una trampa postular candidatos de grieta extrema?

-Creo que él y el partido en general van a tener la grandeza suficiente como para pensar más en el país que en los intereses personales. Hay muy buenos candidatos y habrá que analizar qué es lo más conveniente. Es un proceso que hay que transitarlo.

-¿Qué sintió cuando se enteró del atentado contra Cristina y cómo vivió las primeras horas de la crisis?

-Fue un acontecimiento desgraciado y deplorable el hecho de que haya habido un atentado contra la vicepresidenta. Todos debemos rechazarlo y lo hemos repudiado. Nadie puede estar con la violencia ni mucho menos de esta forma. Sí creo que después de sucedido ese acontecimiento, el partido que gobierna o el gobierno en sí adoptó algunas actitudes que están reñidas con los principios institucionales básicos y que le significan al país un deterioro ético y moral. El hecho de que el presidente haya decretado un feriado innecesario en un país que necesita producir, es muy discutible. Sí creo que en su discurso, al señalar a la oposición, los medios de comunicación y la Justicia como los responsables de esta escalada de violencia que vive el país, es un desacierto preocupante. El presidente pierde credibilidad, seriedad, ante la sociedad. Tampoco ayudan otros interlocutores del oficialismo, como el senador Mayans que pide abiertamente a la Justicia someterse a presiones. Es muy peligroso para el país porque alimenta la descomposición social.

Si el gobierno nacional no hace una verdadera autocrítica sobre los hechos de corrupción y lo que sucede en el país será imposible desarticular la grieta.

-Usted describe dos países irreconciliables. ¿Es posible desarticular la grieta tras años de disputa?

-Es imposible desarticularla mientras el actual gobierno no tenga una verdadera autocrítica sobre lo que ha hecho, sobre los hechos de corrupción y lo que le está sucediendo al país. No se puede dejar fuera del análisis el hecho de que el actual presidente ha dado muestras elocuentes, en declaraciones anteriores, de que el kirchnerismo fue un gobierno corrupto. Una persona, en particular un presidente, no puede cambiar de pensamiento de la noche a la mañana.

-Para el círculo rojo, ¿cuánto pesa hoy la palabra de Alberto Fernández?

-Está muy devaluada porque él pensaba de una forma y opinaba sobre la vicepresidente antes de asumir como presidente y después cambió su actitud. Es una demostración clara de que él no tiene convicciones firmes, no tiene ideas claras y cuando dice algo es posible que al día siguiente se rectifique o lo cambie por completo, y esto por supuesto no le hace bien a un país. No le hace bien a una sociedad que necesita tener un líder que la guíe, pero no desde la irracionalidad, sino desde la sensatez.

-¿Cuál es la valoración de la gestión de Sergio Massa?

-Massa es un reflejo del espíritu de un gobierno sin convicción para tomar las medidas correctas. Y cuando deben hacerlo obligados por las circunstancias, lo hacen de manera tibia y eso conspira contra los resultados. Por los desequilibrios que generaron en los últimos dos años, requiere medidas casi heróicas para cambiar las expectativas. Massa, por su personalidad, generó algunas expectativas. Pero esa personalidad también tiene una carga histórica de volatilidad, y no sabemos si lo que piensa hoy lo va a sostener.

-¿Y a qué obedece esta tranquilidad?

-Un poco a eso: a que ha anunciado medidas con una orientación correcta. Pero estas decisiones parciales son una demostración de que el gobierno no confía en los cambios profundos que el país necesita. Este parche por 29 días del dólar soja busca dilatar las verdaderas medidas. No son medidas sustentables y perdurables. Porque después de transitar el camino de la post devaluación de la soja, vamos a tener que ir a una devaluación en los otros sectores.

Por los desequilibrios que generaron en los últimos dos años, se requieren medidas casi heróicas para cambiar las expectativas. Massa, por su personalidad, generó algunas expectativas. Pero esa personalidad también tiene una carga histórica de volatilidad y no sabemos si lo que piensa hoy lo va a sostener.

-¿Habrá más devaluaciones sectoriales, cuál sería la lógica?

-Hay que entender que la escasez de dólares es porque hay un cepo cambiario y esto no sólo se resuelve devaluando sino liberando el mercado. El país tiene que volver a una liberalización de los mercados, para que éstos encuentren sus propios equilibrios. En ese contexto de liberación tiene que haber medidas firmes de disciplina fiscal y monetaria para que realmente no se escape el valor del dólar. Si el Gobierno no está dispuesto a hacer esas correcciones, una verdadera búsqueda de los equilibrios, solamente va a poder hacer devaluaciones parciales: hoy será la soja y después tendrán que devaluar para otros sectores, quizá en un esquema de dólar comercial y dólar financiero, que será el blue.

-¿Esta devaluación de la soja puede derramar hacia otros sectores como el de los desarrollistas inmobiliarios, que se beneficia cuando el campo liquida granos en grandes cantidades?

-Sí, puede haber algo esporádico. Cada vez que un sector recibe, en este caso no es subsidio, pero sí un monto adicional, produce una especie de reactivación, pero insisto: las medidas necesarias son de orden fiscal y monetario.

-En este marco de disciplina fiscal que usted reclama, ¿qué rol juegan los planes sociales?

-Quien piense que se puede sostener como están, no solamente se equivoca, sino que va a generar mayores daños a la sociedad: mayor pobreza, mayor necesidad de nuevos subsidios. Para resolverlo hay que cambiar el sistema. Creo que el país tiene que ir a un seguro de desempleo en donde quien no encuentra trabajo tenga una protección hasta que la economía y los cambios que estamos proponiendo comiencen a generar los resultados positivos; pero también que ese beneficio de los seguros de desempleo no sea eterno. En este proceso no puede haber seguros ni subsidios para embarazos. Yo creo que eso alienta a que chicas de 14 ó 15 años abandonen los colegios y decidan tener hijos por el hecho de percibir subsidio. No digo que esto esté sucediendo, pero puede estar sucediendo. Esto es lo ha que construido el cristinismo, y es uno de los grandes desafíos del próximo gobierno: derribar ese dique de subsidios, teniendo en cuenta los aspectos sociales, porque nadie puede ignorarlos, pero hay que hacerlo si queremos realmente iniciar un proceso de crecimiento y recuperación económica consistente y sustentable.

Si el Gobierno no está dispuesto a hacer esas correcciones, una verdadera búsqueda de los equilibrios, solamente va a poder hacer devaluaciones parciales: hoy será la soja y después tendrán que devaluar para otros sectores, quizá en un esquema de dólar comercial y dólar financiero, que será el blue.

-¿Piensa que Schiaretti puede proyectarse a nivel nacional?

-Creo que tiene una imagen en general positiva en la provincia de Córdoba. No sé cuán positiva y tan conocida es en el resto del país. Él ha tenido un desenvolvimiento razonable, con superávit fiscal y orden en las cuentas públicas, con una cantidad razonable de empleados públicos. Sin embarho, todavía faltan muchos deberes por hacer: Cordoba tiene que bajar los impuestos y las tarifas.

-¿Cuál es la expectativa del empresariado ante el cambio generacional en la política cordobesa?

-Siempre estos cambios son positivos. La oxigenación de una nueva figura siempre genera expectativas positivas. Creo que Martín Llaryora cumple con esas expectativas positivas por la gestión que ha hecho la Municipalidad, por su capacidad de trabajo. Indudablemente también la cumplen los referentes de Juntos por el Cambio, que tienen que encontrar una definición interna para ver quién va a ser el candidato. Si es Luis Juez o Rodrigo de Loredo.

-¿Usted a cuál prefiere para que represente a Juntos por el Cambio?

-Juez tiene una llegada importante en sectores de la sociedad que necesitan que la política los considere y los escuchen. De Loredo tiene una formación sólida desde el punto de vista técnico. Juez también está pidiendo cierto apoyo para poder armar un equipo de gestión sólido y estos son indicios razonables. Yo diría que no tengo preferencia, pero sí, creo que ambos candidatos pueden ser personas que cumplan adecuadamente con el rol que Córdoba necesita.