Uruguay

Malestar en Estados Unidos por el acercamiento de Lacalle Pou con China

La embajada de Estados Unidos en Uruguay manifestó su rechazo a la compra de patrullas chinas del gobierno de Luis Lacalle Pou.

La cercanía del gobierno de Luis Lacalle Pou con China y su defensa a irrestricta para avanzar en un acuerdo de libre comercio con el gigante asiático está generando ruido en Estados Unidos. Las tensiones ya se vieron en el Mercosur en donde Uruguay no tuvo ni siquiera el apoyo de Brasil. Ahora, la embajada de Estados Unidos en Montevideo rechazaron la compra de patrullas marinas chinas. 

El medio El Observador difundió que un alto funcionario de la embajada de Estados Unidos le comunicó al senador Carlos Camy, presidente de la Comisión de Defensa del Senado, su rechazo a que Uruguay comprara tales patrulleras. LPO confirmó esa versión.

Washington no quiere el avance de China en la región y por eso, como reveló LPO, acelera presencia económica y militar en la obra de la hidrovia del lado paraguayo y en la Triple Frontera. 

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LPO conversó el economista uruguayo Gabriel Papa, quien dijo que  "hay que tener presente que China es, desde hace ya una década, el primer socio comercial de Uruguay, y que son muchos los acuerdos bilaterales que nos vinculan. De hecho, el Senado acaba de votar un "Acuerdo Marco de Cooperación en materia de Defensa", acuerdo que fue enviado al Parlamento por el gobierno frenteamplista en 2019. Resta su aprobación en Diputados, para la que no se prevén obstáculos".

"En septiembre de 2021 se anunció el comienzo de un Estudio Conjunto de Factibilidad con miras a un eventual TLC bilateral. El Estudio se terminó, recién, en julio y el gobierno informó que en septiembre se iniciarían las negociaciones comerciales. A la fecha de hoy no se tienen noticias, al menos a nivel público, del comienzo de las negociaciones y, cabe agregar, que la oposición reclamó conocer el famoso Estudio", agregó.

Sobre la compra de patrullas chinas, Papa expliciten que "en diciembre de 2021 se lanzó un proceso para la compra de dos "patrulleras oceánicas" -Offshore Patrol Vessels (OPV)-, para lo que se presentaron tres propuestas, siendo la de la china Shipbuilding Trading Co (CSTC) la que, según trascendió, estaría mejor posicionada. En su momento el ministro de Defensa, Javier García, dijo que a operación "rondaría los 100 millones de dólares", aunque las cifras que se han conocido posteriormente son muy superiores".

"Hay varios elementos en este panorama. Por un lado, la insatisfacción de Uruguay con el estado de su situación en el Mercosur, una insatisfacción que tiene fundamentos y argumentos reales y que sería un error circunscribir exclusivamente al oficialismo. Por otro, una relación con China que viene de tiempo atrás, y que este gobierno dice proponerse profundizar en el plano comercial. Y, por cierto, cómo juega todo esto en la región y en la relación con Estados Unidos. Y, finalmente, todo esto en el marco de la "rivalidad estratégica" entre las dos superpotencias que caracteriza este momento histórico", detalló el economista uruguayo. 

Hay varios elementos en este panorama. Por un lado, la insatisfacción de Uruguay con el estado de su situación en el Mercosur, una insatisfacción que tiene fundamentos y argumentos reales y que sería un error circunscribir exclusivamente al oficialismo. Por otro, una relación con China que viene de tiempo atrás, y que este gobierno dice proponerse profundizar en el plano comercial. Y, por cierto, cómo juega todo esto en la región y en la relación con Estados Unidos

De todas formas, Papa aclara que "el actual gobierno está políticamente alineado, por así decirlo y para simplificar, con Estados Unidos. Alcanza con mencionar que, por ejemplo, durante la transición, en enero de 2020, el entonces presidente electo Lacalle Pou le propuso a Mike Pompeo, entonces Secretario de Estado de la administración Trump, "estudiar la posibilidad de avanzar en un TLC con Estados Unidos, ya sea bilateral o vía Mercosur". "O el duro choque que tuvo el presidente Lacalle Pou con el presidente de Cuba, Díaz-Canel, durante la reunión de la CELAC, en setiembre de 2021. O, en otro plano, las muy buenas relaciones de Lacalle Pou con otro expresidente cercano a Estados Unidos, me refiero al colombiano Iván Duque, al que visitó luego de su derrota política, no habiendo concurrido posteriormente a la asunción de Gustavo Petro. Y podría seguir mencionando otros hechos, como votaciones en la ONU", añadió.

Sobre la relación con China, el especialista en Finanzas afirma que se produce en paralelo y mencionó como ejemplo que "frente al notorio retraso que tuvo nuestro gobierno en comprar vacunas contra el Covid, fue una donación de vacunas chinas la que permitió amortiguar la debacle sanitaria que vivimos en marzo-abril-mayo de 2021".

"En definitiva, el análisis de los temas de relaciones internacionales, para Uruguay como para el resto, no admite enfoques binarios. De hecho, harían muy mal nuestros gobiernos, me refiero a los latinoamericanos, en ingresar en esquemas de alineamiento automático con una u otra superpotencia. Se equivocan quienes plantean que transitamos, a nivel global, una nueva "guerra fría", pero aún así es necesario tener presente el daño que aquello produjo en nuestros pueblos, y en nuestras democracias", apuntó.

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Biden, como anticipó LPO, viene acercándose a los gobiernos progresistas e incluso apuesta a una victoria de Lula en Brasil para las elecciones del 2 de octubre, con quien coincide en agendas globales pero, por sobre todas las cosas, los adversarios de ultraderecha y alineados a Donald Trump.

En este aspecto, Papa planteó que "tiendo a pensar que los gobiernos estadounidenses son bastante pragmáticos.... Y todos esperamos que Trump haya sido un episodio puntual. De hecho, bien haría la administración Biden en enviar una señal clara de que el próximo resultado electoral en Brasil deberá ser respetado por Bolsonaro".

"En todo caso, lo que sé es que la administración Biden no parece tener una agenda potente para la región, como quedó demostrado en la reciente "Cumbre de Las Américas". Y eso es un problema para la región: el combate al narcotráfico, los movimientos migratorios, el tema ambiental, la propia recuperación económica pos-Covid requerirían de una agenda mucho más cooperativa y potente de Estados Unidos para con América Latina. Pero sin caer en la trampa de que se nos ponga, a nuestros países y a nuestras economías, en la situación de tener que optar entre una u otra superpotencia", finalizó.