América Latina

Biden refuerza su vínculo con Petro y Boric y espera una victoria de Lula en Brasil

El gobierno demócrata refuerza lazos con los gobiernos progresistas de la región. Las razones de este cambio. El temor del avance chino.

Lejos de lo que se esperaba, Estados Unidos está recibiendo con buenos ojos la llegada de gobiernos progresistas a la región. Las victorias de Gabriel Boric en Chile, Gustavo Petro en Colombia y la posible victoria de Lula en Brasil en las elecciones octubre marcan un mapa al que se le debe sumar el Frente de Todos de Argentina, Luis Arce en Bolivia, el peruano Pedro Castillo y los viejos regímenes de Venezuela y Nicaragua que han persistido a base del refuerzo del autoritarismo y la persecución a opositores que les valieron denuncias en la OEA. 

Pero esta etapa tiene un rasgo significativamente diferente al de ciclo iniciado a principios de siglo: los progresismos se presentan moderados que sus antecesores y buscan construir una relación virtuosa con Estados Unidos, algo que sorprende a propios y extraños. 

Petro recibirá una delegación de Biden y renegocia el acuerdo de libre comercio con EEUU

Esta semana, la Jefa del Comando Sur, Laura Richardson visitó Colombia y se reunió con Gustavo Petro y su vice Francia Marquez. El encuentro fue publicitado por el organismo militar estadounidense en donde destaca a Colombia como "aliado clave" pero no así por las redes de las autoridades colombianas. Independientemente de eso, lo que está a la luz es la buena recepción de Washington con el nuevo gobierno de Colombia y el apoyo, por citar un ejemplo, a la apertura de fronteras con Venezuela que será oficial el próximo 26 de septiembre. 

Una fuente en Washington que sigue de cerca el proceso de normalización que Estados Unidos intenta llevar a cabo con Venezuela dijo a LPO que "Benedetti (nuevo embajador de Colombia en Venezuela) es un gran operador y sabe que no esta pisando callos sino lavándole la cara a los nuevos socios/relaciones de los gringos. Colombia es el vehículo de los EEUU, están muy contentos con Petro". 

La voluntad de Biden de pasar la pagina con Venezuela es notoria y abrió un nuevo capítulo a partir de la invasión de Rusia a Ucrania donde la Casa Blanca envió una comitiva liderada por Juan González para empezar a configurar una nueva relación comercial en medio de la necesidad de sumar jugadores al mercado energético. 

Benedetti (nuevo embajador de Colombia en Venezuela) es un gran operador y sabe que no esta pisando callos sino lavándole la cara a los nuevos socios/relaciones de los gringos. Colombia es el vehículo de los EEUU, están muy contentos con Petro

En la misma línea, como reveló en exclusivo LPO, EEUU pone sus fichas a la victoria de Lula en Brasil. La relación con Bolsonaro ha sido difícil desde el principio por su alineamiento con Trump y su negacionista a las políticas de cambio climático, entre otras miradas disonantes con Washington. Para Jake Sullivan, Lula sería un buen interlocutor con la región y un aliado en temas claves en ámbitos multilaterales a diferencia de AMLO. 

Laura Richardson, Jefa del Comando Sur.

La especialista en Estados Unidos, Valeria Carbone, dijo a LPO que "América Latina no es una prioridad en una agenda de política exterior con temas urgentes y acuciantes (Ucrania, Rusia, la OTAN, China, ciberterrorismo, guerra comercial, alianzas en la región Asia-Pacífico, Taiwán, Medio Oriente), pero no por eso deja de ser importante". "Hay temas de política exterior que son clave para EEUU y que tienen enorme peso en la agenda electoral, como ser el de la inmigración y la estabilidad regional. Estados Unidos está tratando de recuperar la iniciativa en una región donde si bien su poder sigue siendo hegemónico, no es un poder ni disputado ni indiscutido, y en donde, del sur al norte, viene perdiendo terreno con China", añadió.

 Para Carbone, la aparente preferencia del gobierno Demócrata con la "nueva izquierda" radica en que "gobiernos como el de Boric son percibido más como progresista que de izquierda. Argentina es más considerado de izquierda que progresista. Esa es una sutil diferencia". "En relación a Brasil tiene que ver con la postura de Bolsonaro de inclinarse hacia Trump. No es que Brasil cambió su política exterior pero sí son claras las inclinaciones ideológicas. Eso no pasa con Lula, en su gobierno tuvo excelente relación con Estados Unidos, eran aliados. Ese antecedente lleva a Biden a tener más afinidad que se sume a la agenda del cambio climático en donde Bolsonaro se expresa en contra y Lula, no. Bolsonaro es el epítome de los liderazgos fascistas en la región y se asemeja al discurso de los republicanos duros con quien Biden está confrontando", agrega. 

Gobiernos como el de Boric son percibido más como progresista que de izquierda. Argentina es más considerado de izquierda que progresista. Esa es una sutil diferencia

A su vez, esta fuente que opera en Washington asegura que esta nueva mirada respecto de América Latina es producto de una combinación entre el ala socialista de Bernie Sandres, el progresismo de Elizabeth Warren y la historia de Biden como sindicalista. La nueva doctrina de EEUU "vis-a-vis" con América Latina se basa en que los años de la intervención de la era Kissinger son cosa del siglo pasado y por eso, Biden participó y apoyó directamente el proceso de Paz en Colombia y la normalización de relaciones con Cuba. 

"Por otro lado la posición de la nueva social-democracia latinoamericana (incluido el Frente de Todos) es más constructiva y pragmática que la posición ideologizada de la "ola rosada" de Chavez y compañía. En DC ven con muy buenos ojos a Boric, Petro, Castillo, Arce, Fernandez y tienen una gran relación con AMLO, aunque con tensiones", afirma. 

La posición de la nueva social-democracia latinoamericana (incluido el Frente de Todos) es más constructiva y pragmática que la posición ideologizada de la "ola rosada" de Chavez y compañía. En DC ven con muy buenos ojos a Boric, Petro, Castillo, Arce, Fernandez y tienen una gran relación con AMLO, aunque con tensiones

Asimismo, destacan que "Maduro es una arruga que se puede planchar, Cuba un legado que los radicales floridianos no dejan morir y Ortega una piedra en el zapato (como lo es Bukele, del El Salvador,  que les cae hasta peor que Ortega)". Respecto de Lula, plantean que "hay más cercanía con Lula que con Bolsonaro" pero aclara que  "los brasileños viven mirándose el ombligo". Cabe destacar, como publicó LPO, el inédito documento de ocho ex secretarios de Defensa y cinco ex jefes militares donde destacan la necesidad de un control civil de las Fuerzas Armadas, en un mensaje claro a Bolsonaro.

"La relación con Fernandez es muy buena por la "ruptura" con las ideas kirchneristas, de allí el facility del FMI y de Boric están enamorados, el chileno es muy querido", culmina.

Hay un factor común, las nuevas izquierdas no defienden una retórica antiimperialista tradicional y Estados Unidos observa en la defensa de las democracias, el cambio climático y agenda que puede ser virtuosa en el litio y otros minerales como la posibilidad de una relación sin confrontación frente a alternativas de derecha que expresan posturas más radicales y en muchos casos (Colombia, Chile y Brasil) se alinearon con Donald Trump. Sin embargo, las tensiones se concentran en la relación con China y la necesidad de financiamiento de muchos de estos gobiernos que lo ubican en la esfera de Pekín.