Independentismo

Aragonès rompe el consenso independentista por la Diada y presiona para que Junts opte por Borràs o el Govern

El presidente catalán criticó a la ANC y señaló a Junts el giro extremista de Borràs. El sector de Turull apoya a la presidenta del partido pero quiere evitar la caída del Govern. Aragonès confía en que la interna posconvergente será ganada por los moderados.

 La relación entre los republicanos y los posconvergentes se deteriora día a día. La negativa del presidente catalán a participar de la Diada convocada por ANC escenifica la ruptura en el campo independentista y siembra dudas sobre la continuidad del Govern. Después del ultimátum de Jordi Turull acerca del futuro de Junts en la coalición, Pere Aragonès busca revertir la situación y profundizar las divisiones internas de sus todavía aliados. "Lo que la ciudadanía nos pide es que todo el mundo siga asumiendo sus responsabilidades", sostuvo.

Aragonès evita escalar la tensión en público, pero en privado le reprocha al sector de Turull que se están dejando arrastrar por la prédica extremista y los maximalismos de la expresidenta del Parlament. Los consellers de Junts, a diferencia de los de ERC, acudirán a la manifestación de la ANC, un grupo que ha encontrado a una sus mejores interlocutoras en Laura Borràs. Fuentes cercanas a las filas posconvergentes aseguraron a LPO que no todos dentro del partido aprueban la participación en la Diada.

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El principal temor es llegar a un "punto de no retorno". La línea dura de ANC no ayuda a suavizar las diferencias entre Junts y ERC, ni a la imagen misma de los posconvergentes, golpeada por el respaldo a la presidenta de la formación de un grupo que boicoteó el acto que conmemoraba a las víctimas de los atentados del 17-A en Barcelona. Al igual que el presidente de la Generalitat, los moderados de Turull saben la caída del Govern y la consecuente llamada a elecciones adelantadas abre la puerta a lo incierto.

Jordi Turull, Laura Borràs y el presidente de Junts en el Parlament, Albert Batet. 

Los partidos se preparan para las municipales de mayo y aquellos que pertenecen al campo del independentismo no atraviesan su mejor momento. En ERC pronostican que un giro hacia las cuestiones de la gestión diaria y un perfil más institucional se traducirá en réditos electorales. Lo mismo piensa el sector que responde al secretario general de Junts. Pero Borràs defiende que hay que diferenciarse y para ello es central volver a los postulados del procés. Esa vía solo puede llevar al fin del Govern. 

 Los cargos en juego retendrán a los posconvergentes, y como reconocieron al menos dos fuentes preguntadas por este medio, Turull está conteniendo las discrepancias al interior del partido. La relación entre el secretario general y la presidenta es buena en pública y tirante puertas adentro

Por otra parte, Aragonès pone en suspenso una consulta secesionista y aboga por la mesa de diálogo. Borràs no le perdona a ERC que no le haya apoyado frente a su destitución y ahora llama a recuperar la unilateralidad en los planes independentistas. Dolors Feliu, presidenta de la ANC, dijo que prevé la independencia de Cataluña para 2025. Este objetivo de máxima es una plataforma atractiva para la jefa de Junts porque le permite mantener la centralidad política e inclinar la balanza dentro de la formación a su favor.

Para Aragonès la situación le beneficia. En los cálculos del presidente catalán, habrá una ruptura en Junts antes que en el Govern. Los cargos en juego retendrán a los posconvergentes, y como reconocieron al menos dos fuentes preguntadas por este medio, Turull está conteniendo las discrepancias al interior del partido. La relación entre el secretario general y la presidenta es buena en pública y tirante puertas adentro.

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"Debemos recordar cuándo hemos sido capaces de avanzar: cuando partimos de la pluralidad y la transversalidad, hemos dado la bienvenida a todo el mundo, hemos trabajado en positivo y hemos trabajado para sumar y para dejar los reproches atrás", apuntó este miércoles Aragonès en referencia a la ANC, aunque en Junts leyeron estas declaraciones como un tiro por elevación a los sectores más radicales entre los posconvergentes.