Adams envió funcionarios a Texas en medio de otra oleada de inmigrantes que llegan a Nueva York
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, envió una delegación de "investigación" a la frontera sur como parte de la batalla con el gobernador de Texas sobre el envío de inmigrantes ilegales a la Gran Manzana
La delegación de la oficina de Adams se reunió con funcionarios de la Patrulla Fronteriza en Eagle Pass, Texas, a lo largo de las costas del Río Grande, donde cientos de migrantes han cruzado el país cada día. En un comunicado, la oficina de Adams acusó a Greg Abbott de "no responder" y de convertir la situación "en un espectáculo político secundario".
"Hemos enviado a miembros del equipo a una misión de investigación para escuchar directamente a la gente en el terreno a lo largo de la frontera sur y obtener las respuestas reales que no obtenemos de Texas, incluso si están enviando solicitantes de asilo a Nueva York, incluso si prefieren ir a otro lado", dijo el secretario de prensa, Fabian Levy, en un comunicado.
Advierten que la creciente migración de californianos puede teñir de azul a Texas "Aquí en Nueva York, continuaremos recibiendo a los solicitantes de asilo con los brazos abiertos, a medida que aprendamos más sobre el proceso, nos reunamos con socios reales y veamos de primera mano las condiciones supuestamente inhumanas a las que el estado somete a los solicitantes de asilo de Texas", dijo.
Una fuente familiarizada con la visita le dijo a Fox News que el viaje de la delegación incluyó un recorrido por la nueva instalación de procesamiento temporal de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) en Eagle Pass, que actualmente está repleta de inmigrantes y puede albergar hasta 1.000 personas.
Los inmigrantes suelen permanecer en las instalaciones menos de 72 horas durante el procesamiento antes de ser liberados o deportados. Texas confirmó que ha transportado aproximadamente 1.900 inmigrantes a la ciudad de Nueva York desde principios de agosto, así como más de 7.000 a Washington desde abril, y comenzó a enviar autobuses a Chicago la semana pasada.
"La invitación del gobernador Abbott todavía está abierta para que el alcalde Adams visite nuestra frontera sur y vea de primera mano los devastadores impactos de la crisis provocada por Biden en las ciudades fronterizas más pequeñas que un distrito de la ciudad de Nueva York, en lugar de enviar a su personal a un viaje secreto a Texas", afirmó la secretaria de prensa, Renae Eze, dijo en un comunicado.
Abbott ha dicho que la medida está diseñada para brindar alivio a las comunidades fronterizas abrumadas, que han visto más de 200.000 encuentros en los últimos meses y más de dos millones de encuentros este año fiscal. También ha dicho que está diseñado para llamar la atención sobre la crisis en la frontera, de la que culpa a las políticas de la administración Biden.
"Adams habló sobre ser una ciudad santuario: dar la bienvenida a los inmigrantes ilegales a la Gran Manzana con una cálida hospitalidad. Hablar es barato. Cuando se le presiona para que cumpla con políticas tan poco consideradas, quiere condenar a cualquiera que lo presione para que siga el camino", apuntó Abbott en un artículo de opinión del New York Post.
Adams no se quedó atrás. Llamó a Abbott "antiestadounidense" y que "es el peor tipo de política". "Es una política odiosa elevar su perfil nacional y, sabes qué, no deberías hacerlo quitando el respeto y la dignidad de las personas que lo necesitan", sostuvo.