Guerra en Ucrania

Un informe revela que las sanciones afectan a Rusia más de lo que reconoce el Kremlin

Un informe interno revela la preocupación por la falta de insumos importados, desinversión extranjera y reducción de los volúmenes de producción. El ministro ruso de Desarrollo Económico desestimó el documento, pero una funcionaria clave había adelantado el escenario.

 Rusia lleva meses desmintiendo el impacto de las sanciones sobre su economía. Pero cuando desde el Kremlin aseguran que el flujo de gas a través del Nord Stream I se reanudará solo si se levantan las restricciones impuestas por Occidente, las declaraciones de los funcionarios rusos se vuelven más dudosa. La desaceleración que experimenta la economía rusa se ve atemperada por los altos precios del gas y el petróleo, pero el verdadero problema es la falta de acceso a insumos importados y la desinversión extranjera. Y esto según funcionarios y expertos consultados por Moscú.

La agencia Bloomberg dice haber obtenido una copia de un informe interno el gobierno ruso en el que reconocen los desafíos urgentes a los que se enfrenta: 200.000 trabajadores del sector tecnológico podrían dejar Rusia para 2025 y el 70% de las máquinas herramienta se produce fuera del país. Como señaló el analista Esteban Actis a LPO a principios de junio, Rusia "se ha mostrado sensible, no vulnerable", ya que "la desconexión del capitalismo y del doing business tendrá un impacto muy fuerte". Ahora parecen reconocerlo los propios funcionarios rusos.

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El documento publicado por Bloomberg resalta que Rusia ya no puede acceder a tecnología occidental y tampoco podrá detener la caída en los volúmenes de producción del sector metalúrgico o petroquímico -las empresas metalúrgicas están perdiendo unos 5.700 millones de dólares al año- o revertir la sustitución de importaciones críticas: el 95% de la flota aérea rusa es fabricada en el exterior y los repuestos lógicamente tienen que importarse.  

A diferencia del crudo, que está siendo redirigido a países como China o India, prescindir del mercado europeo en cuanto a la exportación de gas puede costarle a Moscú 6.600 millones de dólares

Por otro lado, a diferencia del crudo, que está siendo redirigido a países como China o India, prescindir del mercado europeo en cuanto a la exportación de gas puede costarle a Moscú 6.600 millones de dólares. El experto en temas energéticos Adolfo Núñez Sarompas dijo a este medio que "los pozos de gas y petróleo no se pueden parar porque colapsan y Rusia tendría que vender más y hacer nuevas inversiones". No parece que Moscú esté en condiciones de realizar esas inversiones o ingresar a mercados ya saturados.

 Elvira Nabiullina, gobernadora del Banco Central de Rusia.  

Después de perder su principal mercado, resulta difícil de creer que no haya una reducción en la producción de gas. A finales de agosto, la BBC subrayaba que Rusia estaba quemando gas en una planta cerca de la frontera con Finlandia por un valor de 10 millones de euros al día, es decir, al no poder vender el gas a otro lugar que no sea Europa, el país tiene que deshacerse de él. La otra cara de la crisis energética que está acorralando a los gobiernos europeos.

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El informe interno reconoce lo que en abril pasado apuntaba Elvira Nabiullina, gobernadora del Banco Central de Rusia. A dos meses de iniciada la invasión a Ucrania, la funcionaria advertía el golpe al sector financiero y posibles "restricciones a la importación, a la logística del comercio exterior y a la exportación de productos rusos". El superávit por cuenta corriente podría ser un espejismo: los precios de los hidrocarburos pueden bajar o las exportaciones rusas pueden quedarse sin mercados, y los efectos de la disminución de las importaciones se verán más temprano que tarde. 

El superávit por cuenta corriente podría ser un espejismo: los precios de los hidrocarburos pueden bajar o las exportaciones rusas pueden quedarse sin mercados, y los efectos de la disminución de las importaciones se verán más temprano que tarde

Nabiullina también señaló que "el periodo en el que la economía puede vivir de las reservas es finito". Dos meses más tarde, en una edición desolada el Foro Económico Internacional de San Petersburgo, la gobernadora indicó que "las condiciones externas han cambiado para siempre". Bloomberg no ha indicado si Nabiullina participó del documento interno, si bien recoge sus preocupaciones. Rusia ha sido apartada del sistema SWIFT, buena parte de las compañías occidentales -y de países como Australia y Japón- dejaron de operar en suelo ruso y las sanciones afectan desde el comercio hasta la aviación.

Vladimir Putin y el ministro ruso de Desarrollo Económico, Maxim Reshetnikov, en una imagen de archivo. 

Los problemas en las cadenas de suministros son tan reales como las perspectivas de una recesión. Pero el ministro ruso de Desarrollo Económico, Maxim Reshetnikov, desestimó este martes el informe revelado por Bloomberg,y sostuvo que el PBI caerá un 2,9 % este año, aunque comenzará a crecer en 2023. Uno de los escenarios del informe ruso considera que la economía no volverá a los niveles pre guerra sino hasta finales de esta década.

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Mientras tanto, el presidente Vladimir Putin sigue insistiendo con su doctrina del "Mundo Ruso", un giro hacia los países eslavos y de África, América Latina y Asia. El desacople con Occidente es total. Pero el giro geoestratégico también es una vía de escape para la economía rusa a mediano plazo.