Bolsonaro prepara un duro discurso contra la Corte y convoca a sus seguidores a movilizarse armados
La relación entre Jair Bolsonaro y la Corte Suprema de Justicia volvió a tensarse a dos días del día del 200 aniversario de la independencia de Brasil. Como ocurrió en 2021, la fecha será utilizada por el Presidente para movilizar a su base electoral y profundizar un narrativa contra el sistema de votación y seguir instalando la idea un fraude electoral.
En ese marco y ante la posibilidad de una eventual situación de violencia política, el juez de la Corte Suprema Edson Fachin decidió suspender el decreto de Bolsonaro que autorizaba la portación de armas para civiles. Ese fue uno de los ejes de campaña de 2018 y significó uno de los cortocircuitos con el entonces ministro de Seguridad y Justicia, Sergio Moro. Ante la demora del ex juez de avanzar con una ley, Bolsonaro terminó implementando el decreto.
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La suspensión responde a tres pedidos que hay en el Supremo Tribunal presentados por el PSB y el Partido de los Trabajadores de Lula y aclara que solo podrán portar armas los demuestren "efectiva necesidad" y los integrantes de las fuerzas de seguridad.
Esto ocurre luego de la investigación ordenada por el presidente del Tribunal Electoral y juez de la Corte, Alexander De Moraes, a empresarios bolsonaristas que apoyaron en un grupo de WhatsApp un golpe de Estado para evitar la vuelta de Lula al poder.
Bolsonaro reaccionó y acusó de "hipócrita" y "vagabundo" a De Moraes anticipando lo que puede ser parte de su discurso del miércoles. A su vez, el diputado e hijo menor del jefe de estado, Eduardo Bolsonaro tuiteó una foto de declaraciones de Lula a favor de la medida y convocó a los militantes de su padre a portar armas y ofrecerse como voluntarios. "¿Compraste un buen arma? ¿Tienes un club de tiro o asistes a uno? Así que tienes que convertirte en voluntario de Bolsonaro. Pídele a tu candidato a diputado federal calcos y estampitas del Presidente, repártelos", escribió.
Además, la hipótesis de conflicto aumenta porque los movimientos sociales y la Central Única de Trabajadores aliados al PT afirmaron que "no dejarán las calles en manos de la extrema derecha" y confirmaron que se movilizarán. De todas formas, el PT movilizará con fuerza en San Pablo mientras que el bolsonarismo enfocará su movilización en Río de Janeiro, su bastión electoral.
Una fuente del Centrao, aliado del gobierno, dijo a LPO que el bolsonarismo considera una provocación el accionar de la Corte Suprema y por eso se espera un discurso duro que continúe con esta saga de tensiones. "Si el STF no permite la portación de armas, lo más probable es que ocurre lo contrario", afirmó.
Bolsonaro invitó a los empresarios investigados y quiere mostrar una fuerte presencia militar. No obstante, los comandantes de las Fuerzas Armadas dicen en privado que no quieren mezclan un acto patrio con un mitin de campaña. Con lo cual, aún no queda claro si dirán presentes en el momento del discurso. "Quiere mostrar que no está aislado", dicen algunos de sus aliados.
Por su parte, desde el PT dicen que esa agenda es exclusiva del bolsonarismo y "los ataques de Bolsonaro a Fachin o De Moraes puede servirle a Lula como para ubicarse como la antítesis de la versión violenta del Presidente". "Bolsonaro puede crecer gracias al populismo económico que está desarrollando pero cae si se muestra antidemocrático", reflexionan.
La última encuesta de IPEC para la cadena Globo ubica a Lula en primer lugar con el 44 por ciento de los votos contra el 31 de Bolsonaro. Por su parte, en una segunda vuelta, el líder del PT se impondría con el 52 por ciento. Los números coinciden con el trabajo de Datafolha y otras encuestadoras que concluyen que hay un escenario de estancamiento en el que Bolsonaro dejó de achicar distancia, favoreciendo a Lula a menos de un mes de las elecciones.