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Sicarios y presidentes bajo amenaza, el regreso de la violencia política en la región

En los últimos meses, Lula sufrió dos atentados, asesinaron a un militante del PT, crece el sicariato en Paraguay y Petro vive bajo constantes amenazas de muerte.

El intento de asesinato en la casa de Cristina abre un debate sobre la situación actual de la democracia en la región. Mientras se esperan las causas por la que el brasileño que le gatilló en la cara a la vicepresidenta, el continente viene enfrentando una serie de hechos vinculados con la violencia política. 

LPO informó en febrero de este año, que el Primeiro Comando Capital de Brasil (la organización delictiva más grande de la región) opera en Paraguay y alienta el flagelo del sicariato en el país vecino. Este fenómeno criminal ya se cobró la vida de candidatos a alcaldes y concejales en las elecciones municipales del año pasado en Paraguay, además del asesinato de una joven influencer paraguaya en medio de un recital de cumbia en San Bernardino.

Exclusivo: Lula sufrió dos intentos de atentados y hay preocupación por su seguridad

 Según datos extraoficiales, entre 2020 y 2021, el número de muertos y heridos por grupos irregulares fueron 179 y 219 respectivamente. La violencia política en Paraguay pone en riesgo la tranquilidad de las elecciones presidenciales de abril de 2023.

La violencia también llegó a Brasil. Como adelantó LPO, Lula sufrió dos atentados en el marco de la campaña electoral. El primer episodio se produjo en Belo Horizonte cuando en un acto con gobernador local, Alexandre Kalil, pasó un dron y tiró materia fecal y orina encima de Lula. 

Lula sufrió dos atentados durante su campaña y fue necesario reestructurar su equipo de seguridad. Petro tuvo que suspenderla sobre el final por las amenazas de muerte y en Paraguay la violencia política, con ejecuciones a manos de sicarios, está desatada.

El segundo ocurrió en Río de Janeiro con un joven vestido de militante del PT que se infiltró entre los seguidores de Lula y arrojó una botella de plástico con un artefacto explosivo casero que, cuando cayó en el suelo exploto, propagó un olor nauseabundo. Esto motivó a reforzar la seguridad del líder del PT en un contexto político muy polarizado que va creciendo en la medida que se acerca la fecha de las elecciones.

Además, también en Brasil, se produjo el asesinato de un militante del PT en Foz Iguazú de un disparo a quemarropa. El asesino fue el policía Jorge José da Rocha Guaranho quien gritó "acá es Bolsonaro" ante de matar al guardia municipal y tesorero del PT Marcelo Aloizio de Arruda, que festejaba su cumpleaños número 50. Frente a todo, como contó en exclusivo LPO, en el equipo de campaña de Lula tuvieron que reforzar la seguridad. 

Por su parte, en Colombia, Petro denunció un plan para asesinarlo y tuvo que suspender varias actividades en campaña frente a constantes amenazas de muerte.

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Fuentes oficiales consultadas por LPO emparentan todos estos hechos con lo ocurrido con la vicepresidenta en Recoleta y, aunque se trate de un "lobo solitario", los vinculan a "los discurso de odio que nacen de la extrema derecha". Se tratan de situaciones en paralelo que se observan en varios países latinoamericanos y combinan la proliferación del crimen organizado y los sicarios y el caldo de cultivo para que se realicen ataques de este tipo. 

Estados Unidos no queda fuera de este cuadro general. El mismo día del ataque, Joe Biden acusó a Donald Trump de defender ideas de extrema derecha y dijo en un reportaje que "durante mucho tiempo creímos que la democracia estadounidense estaba garantizada. Pero no lo está. Tenemos que defenderla". "No todos los republicanos, ni siquiera la mayoría de los republicanos, son republicanos de MAGA. No todos los republicanos abrazan su ideología extrema", enfatizó.