Sindicalización

Ante una feroz oposición empresaria, Newsom analiza un nuevo veto contra los trabajadores de McDonald's

Un proyecto que tiene sanción de las dos cámaras llevaría el salario de los empleados a $ 22 la hora. La medida beneficiaría a 700 mil personas, pero la industria presiona para que el gobernador rechace una ley que antes promovía.

El gobernador Gavin Newsom tiene en sus manos proyectos de leyes que, de refrendarlos, podrían sentar precedente para movimientos sindicales en el país de trabajadores de comida rápida y campesinos.

El senado de California aprobó y envió a consideración del gobernador una iniciativa que permitirá que hasta 700.000 trabajadores de restaurantes de comida rápida por primera vez se sindicalicen y mejoren sus condiciones laborales.

Si el gobernador firma la ley, en California se crearía un Consejo del Sector de la Comida Rápida, que agruparía a cuatro representantes de los trabajadores, cuatro representantes de esa industria y dos representantes del gobierno de California.

Los funcionarios del Departamento de Relaciones Laborales tendrían autoridad para negociar salarios, horarios de trabajo, reglamentos o guías de trabajo y prestaciones o beneficios para los trabajadores, según índices de inflación y circunstancias del mercado.

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Si se firma el proyecto, la comisión entrará en funciones a partir del primero de enero próximo, cuando el salario de los trabajadores de restaurantes de comida rápida aumente de 16 a 22 dólares por hora trabajada.

Los empleados de restaurantes de comida rápida fueron los principales impulsores de que en California se alcanzara un salario mínimo de 15 dólares por hora, con una movilización estatal llamada "pelea por los 15". Si Newsom promulga la ley y no la veta como quiere el sector empresario, la iniciativa beneficiaría a los empleados de la multinacional Mc Donalds y franquicias de comida como Jack In the Box, Wendy's, Carl's Jr, Taco Bell, Domino's, Pizza Hut, Subway, Popeye's, El Pollo Loco o WaBa Grill.

El proyecto de ley fue aprobado en el senado estatal con votación dividida 21-12 en la que algunos demócratas se unieron a sus colegas republicanos para rechazar la propuesta de ley AB 257.

Los opositores a la iniciativa creen que mejorar los salarios y las condiciones laborales de los trabajadores conducirá a aumentos en el precio de la comida rápida. La senadora republicana Shannon Grove declaró que, si se convierte en ley, "aumentará los precios de los alimentos para decenas de miles de establecimientos, desde tiendas de yogur hasta bares de ensaladas, hamburgueserías y restaurantes frecuentados por familias que luchan contra una inflación sin precedentes".

Al rechazo de los republicanos se sumó en los últimos días una fuerte ofensiva de las cámaras empresarias que agrupan a los dueños de locales de comida rápida. Según público The Wall Street Journal, los propietarios de franquicias denuncian mayores costos bajo los aumentos salariales mientras los partidarios dicen que la legislación es necesaria como modelo para otros estados.

Es lo que sostiene la presidenta del sindicato Unión Internacional de Trabajadores de Servicios, Mary Kay Henry. En conferencia de prensa, la dirigente destacó que la iniciativa "es una de las leyes laborales más importantes que se ha aprobado en generaciones" en Estados Unidos. Dijo que la propuesta será ley y "al ganar los trabajadores asientos en la mesa de negociaciones, advierte a todas las corporaciones globales ricas: es hora de que se reúnan con los trabajadores a negociar".

Es una de las leyes laborales más importantes que se ha aprobado en generaciones. Al ganar los trabajadores asientos en la mesa de negociaciones, advierte a todas las corporaciones globales ricas: es hora de que se reúnan con los trabajadores a negociar.

El proyecto inició en la asamblea o cámara baja de California después de que una investigación determinó que los trabajadores de restaurantes de comida rápida, especialmente si son mujeres inmigrantes, están propensos a que los restaurantes les roben parte de su salario.

Entre los trabajadores de restaurantes de comidas rápidas se incluye a los de los tradiciones establecimientos que venden hamburguesas en California y también de cadenas que venden sándwiches, pollo, comidas mexicana y china, entre otros.

Esta semana un estudio conjunto de las universidades de California en San Francisco y de Harvard encontró que los trabajadores de restaurantes del sector en este estado ganan por lo menos tres dólares menos que los de otros sectores con trabajo similar.

La otra iniciativa que tiene en sus manos el gobernador permitiría a cerca de 500 mil campesinos en California votar para sindicalizarse sin enfrentar represalias. La propuesta autorizaría a que los campesinos voten desde la privacidad de sus hogares sin que los capataces o contratistas, que representan a los agroindustriales, observen las votaciones, amenacen o impongan represalias a los trabajadores del campo. Ha sido una demanda de más de una década del sindicato campesino en el país, Unión de Trabajadores Agrícolas.

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La propuesta también permitiría que los campesinos que lo requieran, tengan ayuda para votar, por ejemplo si es que no saben leer o les parece compleja la forma en que se redactan las proposiciones para votar para sindicalizarse.

Cientos de campesinos marcharon este mes de Delano a Sacramento, capital del estado, para demandar que el gobernador firme la ley. Los trabajadores mantienen un punto de vigilia para continuar la demanda.

El gobernador, que ya viene de vetar una ley en consonancia con los planteos republicanos, tiene como plazo hasta finales de septiembre para firmar o rechazar con una explicación cada una de esas propuestas. Si Newsom falla en decidir, las iniciativas se convierten automáticamente en leyes el primero de enero.