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Advierten que la creciente migración de californianos puede teñir de azul a Texas

El costo de los alquileres empuja a los los habitantes de California a mudarse a tierra de Abbott. Según un sondeo reciente, 1 de cada 10 migrantes internos proviene del Estado Dorado. Los que llegan: ¿son conservadores o progresistas?

La migración creciente desde California a Texas está transformando la vida de un lugar y otro con consecuencias todavía impredecibles. El índice de inflación más elevado de las últimas cuatro décadas impacta en el Estado que gobierna Gavin Newsom más que en ningún otro. Aunque el precio de la gasolina empezó a ceder en los últimos dos meses, el costo de la vivienda es letal para quienes quieren alquilar en California. Eso explica la elevada proporción de californianos que llegan todos los días a Texas, el estado en el que Greg Abbott pretende lograr en noviembre el aval electoral para su tercer mandato.

Según un estudio reciente del Centro de Investigación de Bienes Raíces de Texas en la Universidad Texas A&M, 1 de cada 10 personas que se mudan a Texas proviene de California. Se trata de una tendencia que lideran a nivel corporativo empresas como Charles Schwab, Tesla y Oracle -que ya trasladaron su sede de un Estado a otro- y alimentan también las nuevas generaciones de migrantes y latinos. Todos son parte de un flujo que en los últimos años dejó de ser neutro para pasar a resultar negativo para California.

La población se mueve en ambas direcciones entre los dos estados. Sin embargo, tal como publicó LPO, los datos de la Oficina del Censo estadounidense son elocuentes: tan solo en 2019, más de 80.000 californianos se fueron a Texas mientras que menos de la mitad -aproximadamente 35.000 texanos- se mudaron a California.

Newsom pierde una batalla crucial con Abbott: cada vez son más los californianos que se mudan a Texas 

El traslado masivo de habitantes que abandonan el Estado progresista gobernado por los demócratas y deciden ir a vivir al Estado republicano que conduce uno de los mandatarios más conservadores del país abre paso a una guerra de interpretaciones.

El cambio golpea el orgullo de un gobernador como Newsom que pretende presentarse como alternativa nacional y ve cómo parte de su población decide iniciar el éxodo. Sin embargo, la llegada de californianos a Texas también puede impactar a Abbott de manera negativa. 

La disparidad se debe a la diferencia en el costo de la vida, principalmente en vivienda, y a políticas de salud, medio ambiente, de acuerdo con un reciente estudio conjunto de las universidades de Texas en Austin y Stanford.del Estado Dorado al Estado de la Estrella Solitaria.

El precio promedio de una casa en el sur de California ahora es de 945.000 dólares en Los Ángeles y 826.000 dólares en San Diego, de acuerdo con la consultora especializada Zillow. Pero esos precios eran de antes de que la Reserva Federal aumentara dos veces consecutivas las tasas de interés, lo que disparó en más de medio millón adicional al final de la compra.

En Texas en cambio las casas son por lo general más amplias y el promedio es de 420.000 dólares. En California el salario mínimo oscila en los 15 dólares por hora y en Texas se mantiene el federal de 7.25 dólares por hora.

Como en otras situaciones que permanecían solapadas, la pandemia aceleró un proceso que ya se advertía de manera subterránea y provocó que una ola de habitantes de la costa oeste se fueran a ciudades con precios más accesibles como Dallas.

La tendencia es reciente pero tiene dos consecuencias muy concretas que afectan de manera distinta a demócratas y republicanos. En primer lugar, golpea el orgullo de un gobernador como Newsom que pretende presentarse como alternativa nacional y ve cómo parte de su población decide iniciar el éxodo debido a la carestía de vida.

"Ser latino y ser demócrata en Texas no significa ser progresista"

En segundo lugar, aparece ahora una nueva interpretación, que hasta el momento había sido ignorada: el impacto político que puede tener la llegada de californianos a Texas. En una entrevista con Dallas Morning, el encargado de ponerla sobre la mesa fue Cullum Clark, director de la Iniciativa de Crecimiento Económico del Instituto Bush-Universidad Metodista del Sur. Considerado un estudioso en las razones del crecimiento explosivo de Texas, Clark hizo una investigación y descubrió que los californianos se están mudando casi exclusivamente a las cuatro grandes áreas metropolitanas de Texas: Dallas-Fort Worth, Houston, San Antonio y Austin.

Lo que sabemos es esto: moverse a través de largas distancias, especialmente por razones de trabajo, sesga a los jóvenes. La gente que viene a Texas es más joven. Y los jóvenes, en promedio, tienen puntos de vista más progresistas sobre una serie de cuestiones sociales.

Clark tiene 55 años, creció en Dallas y advierte una transformación gigantesca en los últimos años. El especialista que trabajó en la industria de inversiones durante 25 años antes de obtener su doctorado, coincide en que el principal motivo de la migración a Texas es el costo de la vivienda en California pero sostiene que hay algo más. "Si las personas estuvieran enfocadas únicamente en bienes raíces baratos, irían a lugares rurales, tal vez en el Valle del Río Grande o los Apalaches. Pero no. Quieren conseguir el trabajo y permitirse el estilo de vida que desean lograr. Las grandes áreas metropolitanas de Texas ofrecen ese paquete tan bien como cualquier otro lugar de los Estados Unidos en la actualidad", afirmó.

Consultado sobre el impacto político de la migración, el investigador del Instituto Bush sostiene que es demasiado pronto para saber si la llegada de californianos hará más azul a Texas o cambiará su demografía. "Lo que sí sabemos es esto: moverse a través de largas distancias, especialmente por razones de trabajo, sesga a los jóvenes. La gente que viene a Texas es más joven. Y los jóvenes, en promedio, tienen puntos de vista más progresistas sobre una serie de cuestiones sociales. Una apuesta razonable es que cualquier lugar que atraiga a un grupo de gente joven cambiará un poco hacia sus puntos de vista", dijo.

Por lo pronto, la interpretación dominante hasta el momento ha sido que las personas -en especial los latinos- abandonan el estado demócrata porque tienen un pensamiento conservador y prefieren vivir en un Estado que conduce un gobernante ultraconservador como Abbott.

Sin embargo, es un análisis que pone en primer lugar el factor ideológico y todos los datos muestran que el motivo del desplazamiento es económico. En ese sentido, puede suceder que personas de pensamiento liberal se trasladen a un estado conservador solo por el costo de vida sin cambiar: disgustados con la exclusiva California pero sin alterar en esencia sus puntos de vista. En ese esquema, Texas estaría recibiendo cada día potenciales votantes demócratas. De ser así, el refrán "No hagas California, mi Texas", que los tejanos suelen invocar para evitar que los aires californianos influyan en los valores republicanos del Estado, quedaría a prueba como nunca.