Nuevo León

Morena NL: Ebrard cierra el círculo y transita con Grupo Escobedo y con el medinismo

El canciller queda bien ubicado hacia 2024 con los resultados de la elección estatal. Traiciones y heridos.

 La elección de dirigente en Morena NL habla más por los movimientos subterráneos de acuerdos, traiciones e influencias que por el resultado final que a simple vista parece decir poco o nada. Respecto a la contienda por la sucesión presidencial en 2024 Marcelo Ebrard es quien mejor queda posicionado a nivel estatal porque se observa que las dos grandes estructuras de poder real ligadas al todavía persistente priismo local acompañan la aspiración del canciller: el medinismo y el Grupo Escobedo. Facciones siempre en tensión pero ahora con un transitar similar. Veamos:

- Abel Guerra se impuso con contundencia en el dominio de Morena y la designación de Anabel Alcocer como dirigente. La habilidad de Guerra fue diseñar la imagen de que su grupo político puede transitar a la perfección con quien sea el candidato presidencial de la 4T. Clara Luz Flores con Claudia Sheinbaum, el alcalde de Escobedo Andrés Mijes con Adán Augusto López Hernández (vía Héctor Gutiérrez de la Garza) y el propio Guerra con el canciller, a quien ha tratado desde hace años y con quien tiene un intermediario permanente a través del ex alcalde regio Felipe de Jesús Cantú.

- El grupo tricolor que anima el ex gobernador Rodrigo Medina jugó en la elección de Morena a través de la legisladora Anylú Bendición muy cercana a Francisco Cienfuegos. Este grupo también contó con nexos subterráneos con Mario Soto, que será secretario general estatal gracias el envión que le dio la CTM de Ismael Flores, enemigo acérrimo de Guerra y cercano a Medina. Por cierto: todavía no es claro si Soto acordó con Guerra y traicionó a Flores o si, por otra parte, Flores está plenamente conciente de lo sucedido. Como sea, el medinismo apoya a Ebrard en una línea que guarda paralelos con el priismo mexiquense, donde el canciller también tiene adeptos, algunos, desde ya, inconfesables. 

- El resultado final de la contienda partidaria deja heridos. La principal fue la superdelegada Judith Díaz, que primero apoyó al grupo de Waldo Fernández y luego estuvo cerca de acordar con Abel Guerra a cambio de un cargo partidario para su yerno. El giro no se concretó por las llamadas desde CDMX que efectuaron el senador Gabriel García y otros actores de la 4T. Por cierto: sorprende que una funcionaria con ese cargo solo pudo lograr cinco consejeros estatales, especialmente si se compara con otros superdelegados a lo largo del país.

- También recibió un revés el funcionario de Morena nacional y amigo presidencial Rafael Barajas, que quiso promover a un allegado al instituto de formación política estatal pero finalmente Guerra decidió que esa posición sea para el ex diputado local Ramiro González. A veces, evidentemente, el llamado "derecho de picaporte" no siempre basta en dinámicas locales.

- Es imposible no señalar también que Cristina Díaz, alcaldesa de Guadalupe, también jugará en Morena con un grupo de veinte consejeros que logró en asociación con Fernández y Alfredo Treviño, que terminaron muy crispados con el Grupo Escobedo.

- La tensión que se vivió en la disputa interna de Morena y el rol de los actores ajenos, muy por encima de izquierdistas históricos en la entidad, expresa una vez más, el cálculo de todo el arco político de que la continuidad de Morena parece blindada en 2024 y que por eso es el partido al interior del cual posicionarse y disputar apoyos.