Cristina

El larretismo debate dejar la calle sin vallas y el ala dura pide mantenerlas "sí o sí"

Si quita las vallas, Larreta quedará en una situación de debilidad frente al ala dura del PRO. Si las repone podría haber nuevos incidentes con la policía.

 En el larretismo se instaló el debate sobre sostener las vallas que rodean el departamento de Cristina Kirchner en Recoleta o replegar a la policía.

El balance de la jornada no parece demasiado alentador para Horacio Rodríguez Larreta y por eso el jefe de gobierno convocó a una reunión de urgencia en la que participaron el ministro de Justicia y Seguridad, Marcelo D´Alessandro, el ministro de Gobierno, Jorge Macri y la Ministra de Espacio Público, Clara Muzzio.

Por la mañana el gobierno porteño comunicó "un operativo de limpieza intensiva" en las cercanías del domicilio de Cristina Kirchner. Además agregaron que habían instalado vallas a dos cuadras a la redonda y que solo los vecinos podrían ingresar. Esa decisión provocó que cientos de personas llegaran a la zona.

El departamento de Cristina en la Recoleta se convierte en la nueva Meca K

"Si no avanzás en tu barrio, chau, no vas a ser Presidente", analizó un dirigente larretista. Recoleta es la patria chica del PRO y los vecinos presionaban desde hace días para que el gobierno terminara con las manifestaciones. Por eso desde el ala dura piden mantener el vallado "sí o sí" como una muestra de autoridad.

"Las vallas se pusieron porque hace 6 días que hay un barrio totalmente colapsado y hoy querían hacer una feria y acampar", explicaron fuentes porteñas.

Lo curioso es que mientras estuvieron en pie, las vallas solo corrieron a los manifestantes unos metros y tampoco cumplieron con la finalidad de pacificar el barrio. 

El principal problema es que si el gobierno porteño decide quitar las vallas, Larreta quedará en una situación de debilidad frente al ala dura del PRO. Si las deja podría haber nuevos incidentes con la policía.

El derribo del vallado parece la solución menos perjudicial para Larreta: aplacó a la multitud y al mismo tiempo eximen al jefe de Gobierno de responsabilidades frente a los reclamos vecinales y políticos. "Nosotros no las sacamos, a las vallas las tiraron los violentos", dijeron desde la Ciudad. Agregaron que la policía permanecerá en el barrio para garantizar el orden. 

El "control de la calle" es un debate que nunca se saldó en el PRO. La cuestión de los cortes es uno de los temas que más irrita a la población y fue incluso eje de una polémica entre Patricia Bullrich y Larreta en 2016. En ese momento la ministra de Seguridad reclamó que el jefe de Gobierno reprimiera las manifestaciones, algo que Larreta rechazó.