Aleida se mete a la pelea por Iztapalapa y se enfrenta con los candidatos de Brugada
La interna en Morena por la sucesión en la alcaldía Iztapalapa comenzó a sacar chispas. Además de la fórmula que promueve la actual alcaldesa Clara Brugada, en espera de que el partido defina el género de la candidatura (Gabriel García Hernández y Martha Ávila Ventura), está el grupo de la fiscal Ernestina Godoy y su sobrino, el diputado local Carlos Cervantes Godoy, quien llegó a su curul en sustitución de José Luis Rodríguez.
Pero hay un tercer equipo político morenista que puja por tomar el control de la demarcación más grande de la capital en 2024. Se trata de la diputada federal Aleida Alavez. Bajo el manto protector de René Bejarano y Dolores Padierna, la legisladora reclama viejos acuerdos con la cúpula de Morena de los que se benefició -y fue parte- Brugada Molina. Ahora, la vigencia de esa operación política pone en aprietos a la propia alcaldesa.
Antes de los triunfos de López Obrador y Claudia Sheinbaum, la diputada Alavez Ruiz acordó con la dirigencia de Morena en la Ciudad de México rechazar a la candidata del PRD (Karen Quiroga, hija de la entonces delgada Dione Anguiano) y respaldar a la aspirante morenista, que no era otra que Clara Brugada. Esto a cambio de que se le considerara para procesos electorales posteriores.
Brugada ya prepara la sucesión en Iztapalapa y promueve a Martha Ávila y Gabriel García
Ese plazo se cumplió en 2021, y la empoderada legisladora federal ahora es parte de la campaña presidencial de Sheinbaum Pardo en la Cámara de Diputados, donde este miércoles durante la Plenaria del grupo parlamentario de Morena organizó el respaldo a la mandataria capitalina como uno de los cuatro grupos (uno de los más nutridos, por cierto) en favor de las corcholatas del presidente López Obrador.
Para poner más en aprietos a los demás aspirantes a la alcaldía de Iztapalapa, Aleida Alavez mide bien en los sondeos de popularidad. Por supuesto, si se considera un currículum que incluye seis legislaturas locales y federales ("siempre del lado correcto de la historia", presume), la morenista no sólo exige que se cumplan los viejos acuerdos sino demanda derecho de picaporte entre la lista de sus compañeros.