Guerra en Ucrania

España y los países mediterráneos buscan que las restricciones contra los rusos no afecten el turismo

Finlandia y los bálticos impulsan un acuerdo europeo para restringir los visados. Alemania, Grecia, Italia, Francia, Chipre y España son los destinos más visitados por los rusos. Estados Unidos apoya a Borrell y desalienta la medida.

 Josep Borrell pidió a los países de la UE ser "selectivos" con los ciudadanos rusos que visitan el continente. El jefe de la diplomacia europea se mostró a favor de cerrar el paso a los oligarcas afines al Kremlin, pero al igual que el canciller alemán Olaf Scholz, insistió en la situación de aquellos disidentes que necesitan salir de Rusia. En Bruselas se descarta que los socios puedan llegar a un acuerdo sobre la prohibición de visados, porque no haría más que profundizar las diferencias, como sucedió con las sanciones al petróleo y gas rusos.

La primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, aseguró que la relación con Rusia no volverá a ser la misma que antes de la invasión a Ucrania, tras confirmar que llevará la propuesta de restricciones al Consejo Europeo y la Comisión Europea. "Incluso si Finlandia dejara de emitir todas las visas, no afectaría a las visas Schengen. Por eso el asunto debe resolverse en común", dijo la dirigente socialdemócrata. Helsinki se prepara para reducir en un 90% los visados, si bien Marin deslizó que su gobierno estudia una especie de "visa humanitaria" para los rusos.

Scholz defiende la entrada de turistas rusos y enfrenta a Alemania con los países bálticos

Finlandia asegura que unos 230.000 ciudadanos rusos cruzaron la frontera solo durante el mes de julio, una situación que preocupa también a los países bálticos, Polonia, Dinamarca y República Checa. De hecho, los ministros de Exteriores de la UE se reunirán a finales de agosto en Praga para evaluar la prohibición de los visados y los gobiernos más intransigentes con Moscú buscan ganar voluntades. Para este grupo de países debe pesar más el mensaje a Vladimir Putin que las complicaciones de quienes esperan llegar a Europa.

Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea, se opone a las restricciones. 

Algunos gobiernos temen que la restricción genere más solidaridad con el presidente ruso, es decir, un efecto contrario al que buscan sus promotores. Hay países que de momento optaron por no pronunciarse sobre el tema. Otros no pueden decir en voz alta lo evidente: el turismo ruso es una fuente de ingresos nada despreciable. Tan solo el año pasado unos 134 mil turistas provenientes de Rusia pisaron España. En total, gastaron unos 228 millones de euros. Europa no solo tiene una dependencia energética con Moscú. 

Hay países que de momento optaron por no pronunciarse sobre el tema. Otros no pueden decir en voz alta lo evidente: el turismo ruso es una fuente de ingresos nada despreciable. Tan solo el año pasado unos 134 mil turistas provenientes de Rusia pisaron España. En total, gastaron unos 228 millones de euros

Según un estudio de Mabrian Technologies, empresa dedicada a la inteligencia turística con sede en Barcelona, indica que Alemania, Grecia, Italia, Francia, Chipre y España son los destinos más visitados por los rusos en el continente. Más de 1.623.000 rusos tenían programados viajes a estos destinos desde finales de febrero, cuando Putin ordenó la invasión a Ucrania. En 2021, los 26 países que conforman el Espacio Schengen recibieron cerca de tres millones de solicitudes de visa y 536.000 correspondieron a ciudadanos rusos.

Por eso los países europeos más afectados por las restricciones comienzan a delinear estrategias para promocionarse y conseguir turistas que sustituyan a los rusos. Mientras, otros gobiernos han salido a posicionarse junto a Borrell. El Ministerio de Exteriores portugués sostuvo que las sanciones están destinadas a castigar a la maquinaria de guerra de Putin y no al pueblo ruso. El canciller de Chipre, Kornelios Korneliou, recordó que en la isla viven unos 50 mil rusos. "No debemos evitar que estas comunidades entren en contacto con familiares y amigos. Nuestros socios deben respetar las sensibilidades de los demás sobre este tema", apuntó.

Francia, Alemania e Italia abren el diálogo con Putin y rompen el consenso con la Unión Europea 

Grecia, otro destino preferido por los turistas rusos, se encolumnó detrás de Alemania y la UE. El país ya prohibió los vuelos desde Rusia, pero sus ciudadanos ingresan a través de Serbia. Los gobiernos de Francia e Italia evitaron poner en evidencia las diferencias entre los socios, aunque se oponen a las restricciones en los visados. Ante la falta de consenso en Bruselas, los países a favor de limitar el ingreso de ciudadanos rusos están tomando medidas unilaterales.

El ministro ucraniano de Exteriores, Dmytro Kuleba, junto a su par de República Checa, Jan Lipavsky, a finales de julio en Kiev. 

Jan Lipavský, ministro checo de Exteriores, avisó que su país "buscará suspender los acuerdos de facilitación de visas de la UE con Rusia y Bielorrusia", debido a que los turistas rusos viajan en auto hasta Finlandia y desde allí se dirigen a otros puntos de Europa. República Checa, que preside actualmente la UE, es secundada sobre todo por Finlandia, que pactó con Estonia, Letonia y Lituania la suspensión de un acuerdo que facilita a los rusos obtener una visa de turismo.

El Ministerio de Exteriores portugués sostuvo que las sanciones están destinadas a castigar a la maquinaria de guerra de Putin y no al pueblo ruso. El canciller de Chipre, Kornelios Korneliou, recordó que en la isla viven unos 50 mil rusos

Finlandia reprochó a Austria, Hungría, España, Italia, y Grecia la cantidad de visas otorgadas a ciudadanos rusos y reconoció que por sí sola no puede cerrar sus fronteras ni negar la entrada a una nacionalidad en concreto. Pero tampoco quiere seguir siendo un país de tránsito. En ese sentido, Estonia y Letonia no emiten visas para los rusos. Dinamarca endurecerá las restricciones si no se llega a un acuerdo en Bruselas.

Borrell intentó persuadir a los socios europeos: "Más de 300.000 rusos huyeron de su país. ¿Vamos a cerrarles la puerta a estos rusos?". Estados Unidos también desaconsejó a Bruselas una prohibición total porque cree que es un castigo generalizado para los rusos y, en particular, para los disidentes y quienes estén intentando escapar de la represión del Kremlin. En Finlandia, los países bálticos y los del Este defienden que estar demasiado cerca de Rusia justifica la medida. Algo que Europa occidental y Estados Unidos miran de lejos.